El  hecho más destacado  del 2022, son las alzas 
 Señor director:

 Es indiscutible que el aumento de los precios en los alimentos y servicios públicos se constituyeron en el hecho más destacado en el año 2022 y lo peor es que esta situación dramática la han tenido que soportar todos los habitantes de Colombia y los residentes extranjeros que viven en la presente época en el país. 
 Ahora en la mayoría de los hogares se tiene que racionar el consumo de los alimentos como el pan, huevos, leche, queso, carne de res y harinas; los precios de éstos alimentos y otros más están por las nubes. 
 La verdad absoluta y demasiado visible es que ante la carencia de medidas económicas que regulen los valores de los insumos en general en Colombia los precios de alimentos seguirán aumentando.
 Efectivamente Fedegán, la entidad gremial de los ganaderos en el país, aseguró que el incremento del precio de la carne de res durante el presente año se debe al alza de los insumos de producción.
Entonces es el Gobierno Nacional quien debe regular los precios de insumos en general y no existe duda que con esta medida se contribuirá a mejorar la economía familiar de todos los colombianos y los residentes extranjeros que viven en la presente época en el país; además, con esa gestión evitará que las alzas afecten el aumento del salario mínimo.
La situación concreta y alarmante es que en todo Colombia y durante todo el año se viene presentando una escalada alza de precios en la mayoría de los alimentos de la llamada canasta familiar y serán tan alarmantes las alzas que el pan más pequeño, producto que vendían hace un año a $200 la unidad, ahora lo venden a $500; es decir el aumento presentado en un año llegó al 150%. Eso es increíble y por eso las alzas en los precios deben ser el hecho más destacado del presente año.
 Jorge Giraldo Acevedo

La orquesta del Parque Caldas
Señor director:

 Cuando las sombras de una noche siempre oscura, muy oscura y después de un largo insomnio y con los ojos cansados y marchitos pidiendo reposo, incrustados en un rostro demacrado y agobiado por las tinieblas, empiezan a morir al encontrarse con las embrujadas luces de un nuevo día, terminando en un fraternal abrazo de despedida, las unas para internarse en las profundas cavernas de una oscuridad sin fin y las otras naciendo resplandecientes al compás de un nuevo amanecer. Sombras que se llevan por el camino de un ayer, secretos de experiencias sublimes sin regreso.
El reloj del tiempo, empieza a caminar señalando los nuevos rumbos de un camino con rutas conocidas para unos y de inciertas incógnitas llenas de incertidumbres para otros.
La Basílica es testigo de cómo este nuevo amanecer enciende la lámpara de la fe, de las creencias heredadas de nuestros antepasados que madrugaban a sembrar con amor y dolor el pan amasado con lágrimas y honradez en la verde campiña de la abundancia regada con las bendiciones del padrenuestro y la dulce plegaria de avemarías llenas de amor y optimismo que crecían abundantemente para luego florecer con hermosas espigas llenas de frutos en abundancia para alimentar la vida de los seres vivos en un mundo lleno de interrogantes, de contradicciones y de sueños.
La estatua de Francisco José de Caldas, permanece inmóvil, ignorada en medio de tanta indiferencia en un departamento que lleva su nombre y en una ciudad pletórica de universitarios, cargando con nostalgias su honroso título de sabio  
Las flores, como adornos naturales, los pocos árboles y las escasas palmas, otean desde su altura la belleza del paisaje y se dan el saludo mañanero con el hermoso guadual en el cual duermen “pájaros cordiales “al aire libre en una ciudad arrullada por la ternura de la noche y la alegría de un nuevo despertar.
Ah…, ¡Qué espectáculo nos regala la naturaleza al empezar cada día! ¡Qué maravilla de polifonía al morir la noche y nacer el nuevo día! Lo único que hay que hacer es abrir los oídos, los ojos y alelados contemplar con la sensibilidad de admirar con placer y contemplativamente las preciosas interpretaciones de esta orquesta natural que sin protocolos y completamente gratis ofrece con todos sus cantores revoloteando en lo alto del guadual como hotel de cinco estrellas. Es la orquesta de estas aves madrugadoras que con sus finos cantos nos alegran y nos invitan a dejar el sueño, la cama y con gran optimismo y mucho entusiasmo decirle al día: buenos días, ¡Es el milagro d la vida!   
Qué delicia es estar frente a este hermoso guadual a las 6 a.m.
Cordialmente
Elceario de J.Arias Aristizábal

Las lágrimas del alcalde
 Señor director:

Con su habitual histrionismo, el alcalde de Manizales, Carlos Mario Marín, no pudo contener el llanto en el Concejo de la ciudad mientras pronunciaba el discurso de clausura de las sesiones habituales de esa corporación, y reconocía sus errores recientes, en un listado que pasó por el evento con el presidente Petro en una vagoneta del cable aéreo, la salida en falso de Liberland que luego trató de justificar culpando a sus subalternos, y de los cuales extemporáneamente asumió las culpas.
Digo habitual, porque ya había derramado lágrimas de supuesto arrepentimiento, de rodillas ante un auditorio, en un evento de una religión en Manizales; o había ofrecido abrazos a unos manifestantes que no entendían a qué estaba jugando acompañado de escoltas y policías en una protesta hace algunos meses en la ciudad.
El problema es que al alcalde ya nadie le cree, solito se ha encargado de contradecirse y negar evidencias sobre la catástrofe de ejecución que es su administración, así que creo que de poco le valen ya sus lágrimas.
Si quiere recuperar en algo su credibilidad, debe empezar a mostrar obras de gobierno, que sean responsabilidad de su administración, y no robarse créditos de logros que la ciudad sola ha construido en los últimos lustros.
A llorar menos y a actuar con eficiencia y probidad, eso es lo que necesita la ciudad.
Olga Ospina

De sofista a bufón (a propósito del alcalde Carlos Mario Marín)
Señor director:

El tema del bloqueo de usuarios de redes sociales, por parte del flamante “alcalde” de Manizales, no es nuevo. En 2019, el entonces candidato a la Alcaldía de Manizales, bloqueó mi cuenta de Twitter. En aquel momento, lo definí como un político sofista, no tanto por su oratoria, el arte que caracterizaba a los sofistas, sino por otra de las características de los mismos; que no les importaba mucho la verdad, cómo sí el convencimiento del otro.
Para los sofistas, el lenguaje era un instrumento de manipulación que servía para convencer al pueblo, para el “alcalde” lo son las redes sociales. A raíz de los últimos acontecimientos, y en general del tiempo que ha ejercido como “alcalde” de la ciudad, hemos podido evidenciar, que lo de sofista es intrínseco a su discurso, y a su manera de manipular. Lo importante es convencer, así sea con mentiras.
El “alcalde” tiene la habilidad de elaborar todo un discurso, que en esencia puede ser bueno, pero parte de una mentira (un dato manipulado, una historia contada a medias, un chisme, etc.); el sofismo en su máxima expresión. Esto es lo que se lee en el actual Plan de Desarrollo de Manizales: Manizales + Grande Es la estrategia de desarrollo que incorpora principios de gobernanza, eficiencia y transparencia en el uso de los recursos públicos, que busca garantizar que las dinámicas de crecimiento de la ciudad garanticen la sostenibilidad de las generaciones futuras, permitiendo que los integrantes de la sociedad disfruten de espacios con bienestar, vidas saludables, ambientes propicios para la convivencia ciudadana, donde la ciudad se convierta en el espacio para el libre ejercicio de derechos y deberes ciudadanos.
Con una movilidad que conecte a las personas a sus derechos (educación, salud, recreación, cultura, trabajo decente) y cuente con sistemas de transporte que privilegien la integración, el intercambio modal y la accesibilidad de las personas sobre los vehículos. Que cuide, valore y proteja los recursos naturales y establezca incentivos para que los ciudadanos disfruten de mejores espacios para un vivir mejor.
La verdad; todas cosas maravillosas, pero hasta ahora son pura retórica, pues se trata de convencer, no de decir la verdad. Ese es Carlos Mario Marín, desde que era candidato a la Alcaldía. La sensación de los manizaleños, es de que retrasó la ciudad, y por eso su imagen desfavorable del 74%, según Cifras y Conceptos. Ahora bien, el tema de Liberland, y todo lo que se ha hablado al respecto (hasta el Concejo de la ciudad habló), es puro realismo mágico, al mejor estilo de Gabo. A raíz de este tema, alguien en los medios calificó al “alcalde” con una palabra que creo lo define perfectamente: bufón. El utilizar su privilegio como “alcalde” para decir y hacer cosas burlescas (también grotescas), lo llevaron de ser sofista a bufón de la ciudad.
 Enrique Florido

Don Elceario y la poesía
 Señor director:

 Asiduo corresponsal de este espacio es don Elceario de Jesús Arias Aristizábal, hombre honrado y cabal, más manzanareño que Monserrate y Guadalupe, los cerros tutelares de la Villa de la Cordialidad. Don Elceario es educador, fue rector de varios colegios del departamento y posee conocimientos sociológicos.
 Pero lo que quizás mejor lo define actualmente es la poesía, arte que él considera “el súmmum y la quintaesencia de la literatura”. Y va uno a ver, y mentiras que es verdad, mentiras que es cierto. Suman alrededor de nueve los poemarios que ha publicado hasta el momento; actualmente prepara una antología de sus versos. El poeta es un creador de belleza. La lengua griega nos ofrece toda una panoplia de vocablos para penetrar en este ámbito: poíeema=obra, creación del espíritu, poesía, poema; poíeesis=acción, creación, composición; poieetées=creador, autor, hacedor, legislador, poeta; poieetikós=poético, inventivo, ingenioso, (arte) poética. En su escrito La magia de la poesía Elceario de J. recuerda que “ los poetas son los mensajeros de la creatividad y la belleza”. Y afirma que la poesía es una doncella que juega escondidijo con los lectores. Añade que “resulta interesante tratar de decodificar exegéticamente el mensaje sugerido por el autor”. Enseñan la Filosofía, la Metafísica y la Ontología que todo ser, todo ente, es uno, verdadero, bueno y bello. Unidad, verdad, bondad y belleza son los atributos trascendentales del ser y de Dios. Uno de los mayores teólogos del siglo XX, el padre Hans Urs von Balthasar, sostuvo que el trascendental de los trascendentales es la Belleza. Nuestro Elceario es cultor de la belleza.
 Atentamente,
Jaime Pinzón M., pbro.

Defensa ligera
Señor director:

Es doloroso ver los argumentos con que los miembros de la coalición de gobierno en el Congreso pretenden defender la gestión de la ministra de Minas, Irene Vélez, en la sesión que busca castigarla con una moción de censura.
Lo más profundo que han alegado es que a Vélez la critican porque anda en tenis y porque es mujer. ¡Por favor! Qué falta de rigor para un tema tan complejo y que le ha costado tanto al país por cuenta de las declaraciones de una ministra que le faltan preparación, pergaminos y sentido común para estar al frente de la cartera que más recursos le genera, indirectamente, al fisco nacional.
La pérdida de valor de Ecopetrol, que pertenece en un 80% a la nación y el 20% restante, en gran parte a los ahorros de los trabajadores colombianos a través de los fondos de pensión, es más que suficiente para sacar a esa señora del cargo, así esté recibiendo instrucciones presidenciales para decir disparates.
Estamos ante un problema serio, y produce urticaria que a la señora ministra la defiendan solo porque es mujer y anda en tenis.
 Jorge Londoño


El príncipe de la cultura en Colombia
 Señor director:

“El príncipe de la Cultura en Colombia” -Carlos Arboleda González- nacido en zona campesina de la “Colina del Viento” -el 24 de diciembre 1953-, irriga bienestar en: Eje Cafetero, 32 departamentos colombianos; en América y Europa, como Presidente Vitalicio de la Escuela de la Felicidad.
Recorre a Colombia, América y Europa, proyectando una imagen positiva del Eje Cafetero, impartiendo talleres -desde el 2018, hasta la fecha- con la frase: “Al mundo lo que le hace falta para ser feliz, es: paz, amor y humor”.
Es convincente y realista al expresar que “el ser humano está compuesto de tres elementos: la mente, el cuerpo y el espíritu. ¿Cómo se alimentan esas tres entidades?
El cuerpo: comida, salud y deporte. Muere el cuerpo y se acaba la vida automáticamente.
¿Cómo se alimenta la mente? -con sueños, proyectos e ideas. Cuando acaba la vida, desaparece esa mente.
 Y… las religiones principales, sostienen que la única entidad que trasciende es el espíritu. ¿Cómo se alimenta ese espíritu? -primero, con la oración para los creyentes; segundo, con el amor; por eso, cuando uno está enamorado: flota, es más tolerante, ve la vida más color rosa.
¿Cómo se nutre el espíritu? -disfrutando una obra humanitaria, una buena exposición; leyendo un buen libro; viendo una buena película, una buena obra de teatro; escuchando un gran concierto de música clásica. Eso, agranda el espíritu”.
“El príncipe de la Cultura en Colombia”, Carlos Arboleda González, ciudadano del Eje Cafetero, presidente de la Escuela de la Felicidad, remata alegremente sus conferencias, abrazando, bailando y cantando (en español, en inglés, en francés e italiano) sus dos temas preferidos, para demostrar que es el hombre más feliz del Eje Cafetero: “Yo tengo un millón de amigos…” del cantautor brasileño Roberto Carlos Braga Moreira. Y… “… La felicidad, ja, ja, ja, ja, / de sentir amor, jo, jo, jo, jor,  / hoy me hacen cantar, ja, ja, ja, jar, / a mi corazón, jo, jo, jo, jon,. / La felicidad, ja, ja, ja, ja…”.
Se despide dando gracias a Dios que le ha regalado amor y servicio.
Carlos Alberto Arboleda González fue director (durante 10 años) del Instituto de Cultura de Caldas. Secretario de Cultura de Caldas (5 años). Está felizmente jubilado. Figura entre los más destacados musicólogos de Colombia.
Rubén Darío Franco Narváez

Se refugió en la escuela
Señor director:

El hogar de Michael es un campo de batalla. Los permanentes conflictos familiares son atizados por la pobreza, las drogas y el hambre. Su madre, víctima de esa violencia, solo tiene cerebro para entender su viacrucis, y sus hermanas han sido presa fácil de los proxenetas. Michael, hijo de esta familia disfuncional y huérfano de padres vivos, tiene la soledad, la angustia y la desesperanza como permanentes compañías. Su depresión, su tristeza y su odio los heredó de su hogar, y hoy es un sobreviviente de un lugar donde el conflicto, la violencia, y el desamor lo vieron crecer.
Siendo un habitante de la calle, por accidente, Michael llegó a la escuela en busca de afecto. Allí lo encontró y entonces se enamoró. Pero su estadía fue traumática desde que pisó por primera vez el aula. El inicio del año escolar se vio marcado por sus reiteradas ausencias, su apatía académica y su irreverencia e irrespeto hacia las autoridades. Sus desacertados comportamientos obligaban a la institución, con frecuencia, a enviarlo de regreso a su casa que, en realidad, era la calle. La vida para él se hacía más difícil por su dependencia de las drogas, los conflictos psiquiátricos y los reiterados episodios de suicidio que dejaban en sus brazos una huella imborrable.
Su silla en el aula estaba arrinconada, y cuando Michael la ocupaba, se hacía acompañar de su cómplice amigo digital, para aparentar mitigar su tristeza y “olvidar” sus penas. Siempre que se ausentaba, su mejor amigo, este sí real, también huésped de la escuela, lo rescataba de las calles, donde estaba delinquiendo y perdido en las drogas.
Como parte esencial del acto pedagógico, el discurso reflexivo y formativo del maestro estuvo centrado en él. Su persistencia tocó el corazón del adolescente y, aunque lentos, los resultados llegaron. Ahora el joven con una sonrisa en su rostro y, vestido de estudiante, respeta y ama su vida, renunció a la calle y a sus vicios, retornó al seno del hogar y a la escuela, salió de su escondite en el aula, levantó la cabeza para interactuar con sus compañeros, se inquieta por la clase con atención y respeto por el maestro, reconoce sus errores y se apresta para hacer realidad su compromiso de ir en búsqueda de su felicidad y la de los suyos.
Orlando Salgado Ramírez

Protestan por carteles con extranjeros
Señor director:

Nosotros, la Unión de Toreros de Colombia “Undetoc”, Sección Matadores de Toros y Novillos organización gremial de primer grado, identificada con NIT 860.026.529-7, con personería Jurídica mediante Resolución Nro.0112 del 23 de enero de 1956 expedida por el Ministerio del Trabajo de la República de Colombia, nos permitimos manifestar nuestro rotundo rechazo y voz de protesta frente a la forma como los encargados de organizar las ferias taurinas de las ciudades de Cali y Manizales, con la conformación de sus carteles anunciados para diciembre de 2022 y enero de 2023, aniquilan y mancillan al torero colombiano, anunciando una corrida de toros en Cañaveralejo con tres toreros extranjeros, y en el mismo sentido en la ciudad de Manizales una corrida con un torero en solitario (Sebastián Castella, de Francia) con seis toros el día 7 de enero de 2023, y al día siguiente un mano a mano con dos toreros extranjeros (El Juli de España y Andrés Roca Rey del Perú).
Si bien es cierto, la empresa gestora de la Feria Taurina de Manizales lleva a cabo una miniferia con toreros nacionales todos los años en el mes de octubre dentro de la celebración del cumpleaños de la ciudad de Manizales, y por su parte el empresario de la ciudad de Cali en esta temporada 2022 anuncia una corrida de toros con seis toreros colombianos en la Plaza Cañaveralejo, nunca podrán resarcir el agravio que para el torero colombiano implica que se lleven a cabo corridas de toros sin presencia en el cartel de al menos un diestro nacional.
Y es que no se entiende cómo es posible que entre todos los gremios taurinos (ganaderos, toreros, empresarios, periodistas, aficionados, entre otros), venimos librando enconadamente de manera unida batallas en defensa de nuestras expresiones y manifestaciones culturales frente a la constante arremetida de la moda antitaurina en nuestro país, pero al momento de conformar los carteles se nos ignore de los días más llamativos y de mayor interés para el aficionado dentro de la programación taurina, ignorando igualmente conquistas de años atrás en donde por ningún motivo era permitido que ocurriera tal vejamen. ¡Es reprochable e inconcebible!
Es más, si es que quisieran invocar ausencia de regulación legal al respecto, mucho menos daría lugar a tal argumento, toda vez que aunque la costumbre no es ley como tal, si puede llegar a serlo, y en el mismo sentido se debería dar aplicación a principios de analogía jurídica cuando brilla por su ausencia norma legal alguna en determinados temas como aquí se presenta, en donde dicha analogía debe aplicarse de la mano de la legislación nacional proteccionista de los artistas colombianos, los cuales siempre tendrán presencia en todo tipo de espectáculos cuando se anuncia un afamado y reconocido artista extranjero en los escenarios colombianos.
Todo esto sin pasar eso sí por alto lo categóricamente ordenado por la Ley 397 de 1997 que desarrolla los artículos 70, 71 y 72 y demás artículos concordantes de nuestra Carta Magna. Por si acaso, les recuerdo que el artículo 1 de la Ley Taurina Nacional (L-916 de 2004) tiene a “los espectáculos taurinos como una expresión artística del ser humano”. O es que acaso, ¿para defender nuestras manifestaciones artísticas y culturales si somos un sindicato gremial de toreros a tener en cuenta, pero no lo somos para conformar los carteles más atrayentes de la agenda taurina colombiana?
Ahora bien, ¿Esta es la fiesta brava que queremos y defendemos, maltratando y ninguneando a los toreros colombianos?
Guillermo Perlaruiz

Muerte en el vaticano
Señor director: 

A los 9 meses de la inesperada muerte del Papa Juan Pablo I (Albino Luciani), quien duró en su pontificado 33 días, se publica en junio de 1979 la novela “muerte en el vaticano”, escrita por Maurice Serral y Max Savigny en la que se mezclan lo imaginario y lo real.  Es elegido Papa Juan Clemente I quien apenas en 2 meses de su pontificado ha mostrado su opción por un socialismo muy cercano al marxismo.  Ha abolido en el vaticano todo lo ceremonial y tradicional, cualquier signo de ostentación y riqueza, y se ha mostrado muy amigo de los oprimidos. Por esto, los poderosos de Europa, políticos, militares, empresarios se han confabulado para asesinarlo en las calles de Roma, durante un desfile. Todo está bien planeado para que por 1ª vez un Papa sea muerto públicamente en medio de la multitud. Llega la hora esperada, marcada en los relojes públicos y privados, sin que el Papa haga su aparición. Una hora después, se sabe la razón de su ausencia en las calles de Roma. El Papa amaneció muerto en su habitación. El hermano Ettore fue a su cuarto a llevarle un café mañanero pero el Papa no respondía a sus llamados, hasta que abriendo la puerta lo encontró muerto en su cama, con un manuscrito, parte en el suelo, que era objeto de su lectura. El hermano Ettore recuerda más tarde que en horas de la noche anterior, cuando le llevaba sus medicinas, el Padre Martello se ofreció a llevarlas , puesto que le iba a entregar al papa un manuscrito suyo para su lectura. El Hermano Ettore a regañadientes le permitió al sacerdote hacer esta diligencia. Ciertamente el Papa, en días anteriores, le había pedido a su antiguo alumno del seminario, quien ahora estaba en la biblioteca vaticana, le permitiera leer su libro en el que narraba los principales hitos de su vida religiosa. Al leerlo, el Papa comenzó a desconocer al Padre Bruno Martello, su alumno, su compañero en Verona cuando era obispo y luego cardenal, ahora su compañero de trabajo en la santa sede. Al final del escrito, Bruno Martello se extrañaba del socialismo del Santo Padre, de sus reformas en la curia, de su compromiso con los más pobres y necesitados. Martello contaba que había recibido una iluminación divina para que sacrificara a su maestro y benefactor, evitando así que la Iglesia perdiera sus tradiciones más firmes e históricas. Y decía que ya había cumplido esta misión, usando un veneno que acompañaba sus medicinas. El Papa al leer esto, sintió terror y su agonía apareció momentos después, cuando trató de buscar ayuda y se desplomó en su cama. Martello entró llorando a despedir a su amigo y benefactor, y cuando se inclinó para besar su frente, recuperó el manuscrito ante el secretario privado y el médico. Esta novela motivó la investigación del británico David Yallop, experto en crímenes no resueltos, quien publicó en 1983 el libro “en nombre de Dios” en el que atribuye el crimen del Papa Juan Pablo I a una logia masónica existente dentro del vaticano que no estaba de acuerdo con las reformas propuestas por el nuevo Papa.
Alirio De Los Ríos Flórez.

El veranillo de San Martín
 Señor director:

 Quizás más antiguo que lo del “verano de los Martines” (mayúscula, sin tilde y con ese), del 3 (el santo de Porres) al 11 (el santo de Tours) de noviembre, es el veranillo de San Martín. Consiste en tres días bonitos después del 11. 
 Esta segunda tradición  la dio a conocer el padre Cosme Cañas Carvajal cuando enseñaba en el Seminario Mayor arquidiocesano, a fines del siglo pasado. 
El padre Cosme era cultísimo, todo un erudito, sabía Gramática, Literatura, Historia, Música, Filosofía, Sagrada Escritura, etc. Y era hombre de finísimo humor, él mismo celebraba sus propias ocurrencias. Nació en San Vicente, Antioquia, pero siempre perteneció a nuestro clero; fue párroco de San Félix, de Nuestra Señora de Chiquinquirá en Aguadas, donde levantó la iglesia conocida como La Vana (vena, nacimiento de agua); también de Pensilvania, cuya iglesia se derrumbó por un terremoto (¿el del 62?), y que el padre sustituyó por la belleza de iglesia que es la actual. El padre Cosme Damián -su nombre completo- fue capellán del Instituto de Educación Media Diversificada (INEM) “Baldomero Sanín Cano” de Manizales, durante varios años. Terminó sus días como predicador de la Catedral, excelente por cierto. Dios lo haya coronado de gloria.
 Pues bien, volviendo al veranillo de San Martín, eso fue lo que acabamos de gozar en la ciudad y probablemente en la mayor parte de la región andina colombiana, pues la endiablada Niña pasó por agua el período del 3 al 11, el verano de los Martines. Lo que tuvimos en este año de gracia 2022 fue un veranillo: días esplendorosos, espectaculares, el domingo 13, el lunes 14 y el martes 15.
 Y hasta aquí nos trajo el río, el de la ola invernal.
 Atentamente,
Don Cecilio Rojas

El tiempo
 El día octavo del mes de las ánimas del año de gracia 2022 el Espíritu Santo invadió “los vacíos aposentos de mi cabeza” (palabras ofensivas que un ganapán le espetó a don Quijote), mis entendederas, en esta ciudad calificada por sus habitantes como el mejor vividero del mundo. La Paloma celestial me alumbró el caletre y me activó la memoria cuando vi en un “almacén agáchese” la desmirriada réplica del almanaque Pielroja, con las hojitas diarias desprendibles, mas no con el nombre del santo de la fecha. Un calendario, un medidor y señalador del tiempo.
 No me refiero al importante diario bogotano ni al clima o tiempo atmosférico sino al que Aristóteles definió como “la medida del movimiento según el antes y el después”. Valiente gracia, pues de lo que se trata es de comprender, precisamente, el antes y el después. Con esta definición dada por el Estagirita nos quedamos viendo un chispero, quedamos mirando p´al páramo. El preceptor de Alejandro Magno incurrió ahí en una petitio principii, una petición de principio, descubrió el agua tibia.
 Empecemos por el sabio Qohélet, el viejo Eclesiastés: “Todo tiene su tiempo y sazón, todas las tareas bajo el sol: tiempo de nacer, tiempo de morir; tiempo de plantar, tiempo de arrancar; tiempo de matar, tiempo de sanar; tiempo de derruir, tiempo de construir; tiempo de llorar, tiempo de reír; tiempo de hacer duelo, tiempo de bailar; tiempo de arrojar piedras, tiempo de recoger piedras; tiempo de abrazar, tiempo de desprenderse; tiempo de buscar, tiempo de perder; tiempo de guardar, tiempo de desechar; tiempo de rasgar, tiempo de coser; tiempo de callar, tiempo de hablar; tiempo de amar, tiempo de odiar; tiempo de guerra, tiempo de paz” (capítulo III, versos 1-8, traducción del hebreo dirigida por Luis Alonso-Schökel, S.J., Nueva Biblia Española).
 Sigamos con Publius Vergilius Maro, Publio Virgilio Marón, el divino y latino Virgilio, en esa obra inmensa y sublime, Las Geórgicas. En la parte del extensísimo poema que el autor dedica a la cría y a la utilización de los caballos, hay un verso famoso: Fugit irreparabile tempus, huye irreparablemente el tiempo, el tiempo pasa y no podemos recuperarlo.
 Sigamos con el doctor de la Iglesia san Agustín, obispo de Hipona (la antigua Hippo Regius, en el norte de África), un genio intelectual. Escribe, en las Confesiones, me parece, lo siguiente (cito de memoria, nada más): Si no me lo preguntan, tengo idea clara de lo que es el tiempo; pero si me lo preguntan, no soy capaz de explicarlo.
 Continuemos con el Manco de Lepanto, don Miguel de Cervantes Saavedra. En la mansión del duque, este personaje, o don Quijote -no recuerdo cuál de ellos y no pude encontrar “el capítulo que vos hallaredes que se escribe”- (como anota don Miguel de Una- Mano en el prólogo), uno de los dos cita un mote que circulaba en España y que dice así, con inspirado acento: “ Si mi fue tornase a es, / sin esperar más, será, / o viniese el tiempo ya / de lo que será después”. No es un galimatías, es la expresión más lograda del vínculo entre el ser y el tiempo, un prodigio monumental de filosofía. En efecto, las inflexiones del verbo ser atraviesan el tiempo: pasado (“fue”), presente (“es”), futuro (“será”);  el ser se despliega a lo largo del tiempo, y el tiempo se constituye sobre el ser.
 Siglos más tarde, en el XX, el filósofo existencialista alemán Martin Heidegger publicó su libro más leído, estudiado y comentado, Sein und Zeit, Ser y tiempo. Todo un volumen para examinar esa relación, que la sabiduría popular española y la de Cervantes condensaron en una estrofita.
 Todavía en el siglo XX, mi abuela materna y un inolvidable párroco de Salamina me enseñaron el valor del tiempo. Pero no olvido lo que me dijo un día mi papá. Él era estudiante de bachillerato en el Colegio de Cristo, el de los Hermanos Maristas, en Manizales. El profesor de Filosofía era el padre López Grajales, quien enseñaba a los estudiantes lo que es el tiempo. Decía mi papá que el padre de tal modo hablaba, gesticulaba y agitaba sus manos, que en todos los alumnos quedaba grabada con claridad la noción del tiempo.
 Bueno, después de esta interrupción, citemos a la “Ita”, mi abuela. Varias veces nos recitó, a mi hermano Arturo y a mí, cuando la afanábamos por algo, estos versos, que nunca comprendimos del todo: Al tiempo hay que darle tiempo, / que el tiempo tiempo nos da; / y el mismo tiempo nos dice / que él nos desengañará.
 Y al padre Selique, hoy monseñor Luis Enrique Hoyos, le oí en una homilía dominical lo más importante: “el tiempo es la moneda con la que compramos la eternidad”.
Jaime Pinzón M., presbítero