Informadores de la hecatombe
Señor director:

Vivenciando las dificultades que trae la crisis moral y ética de estos tiempos, que tiene su génesis en la forma de decidir, solo atinamos a narrar sobre todo este cúmulo de barbaridades que suenan a catástrofe. Los dirigentes o seudolíderes, para más señas políticos, dejan en entredicho honestidad y probidad  con decisiones que afectan a sociedades que algún día les brindaron voto de confianza con el fin de que administrando con dignidad se mejorara en calidad de vida. Solo atinamos a ser protagonistas observando, sin tener la posibilidad de aportar a la solución. Impotentes ante la barbaridad auspiciada por las potencias, somos simples testigos o víctimas, con capacidades de ser informadores o relatores de la tragedia que suena a hecatombe. Somos contadores de historias, pero muy crueles: las guerras por el dinero y el poder, el daño ambiental, la desaparición de fauna y flora, los ataques suicidas a escuelas sin fundamento alguno,  las agresiones  entre países por invasión de territorios, todo conducente a la extinción de la “madre tierra”. El solo desbordamiento de los ríos y sus nefastas consecuencias, debieran mover el sentimiento y las voluntades de quienes pueden ejecutar las acciones pertinentes para contener estos desastres. Puntual es el hecho del aumento de temperatura por encima de  1.5 grados que nos tiene caminando por el filo de la navaja, directo a la desgracia de ser los culpables de semejante infortunio. Vacunados para ser insensibles ante la tragedia, convertidos en voceadores de adversidades, pasamos los días sin solidaridades para detener éste infortunio. Despuntando apenas la tercera década del siglo, estrenando pandemia, hemos visto la resistencia de los pueblos a dictaduras que empiezan a afectar a Latinoamérica. ¡Qué rumbo tenemos? Impredecible, con certeza se puede decir que está en curso la hecatombe, nada nos hace pensar que vamos a detener este desastre, pues, las causas principales: el uso de combustibles que se originan en  la energía fósil y la deforestación siguen ahí rampantes devorando ecosistemas, conducta exclusiva del ser humano, que  actuando de manera despiadada ahonda en la crisis.
No existe voluntad y sentido de pertenencia por la vida en el planeta de quienes ejerciendo desde los gobiernos direccionen  por los caminos apropiados; con carencias en distintos ámbitos del saber, demuestran ausencia de  idoneidad que no les permite nada significativo en procura de potenciar unas sociedades funcionales que hagan del planeta el paraíso que nos ‘vendieron’ de niños desde las distintas instituciones. Nos merecemos desarrollos sociales, académicos y económicos que direccionen el rumbo que está bien extraviado.
Frase: “Un buen líder inspira a su gente a confiar en él, un gran líder inspira a su gente a confiar en ellos”. Lao Tse
Rigoberto Escudero Osorio

Volcán Machín: Asusta túnel de La Línea
 Señor director:

 El dormido volcán Machín cercano a Cajamarca Tolima y de gran influencia en una amplia zona comarcana de otros departamentos limítrofes, es una latente amenaza a la riqueza del entorno.
 Es un mal vecino del Túnel de la Línea, con inversiones millonarias en dólares, que aliviaría el tránsito de Buenaventura, Armenia, Calarcá, Ibagué e intermedias para conectar Bogotá con el Océano Pacífico y a éste con el Mar Caribe vía Ibagué, Armero, Mariquita, Honda, Barranquilla y el Océano Atlántico.
 El volcán Machín es otro “león dormido” por centurias. Su explosión o erupción causaría males sin cuento en el área que lo circunscribe, afectando la producción agropecuaria, lechera y cultivos en kilómetros a la redonda.
 Ingenieros y vulcanólogos han pronosticado que, de entrar en actividad, semejaría a una macro olla de presión, pues se sabe que su cráter está taponado desde hace muchos siglos y podría la columna de lava y cenizas proyectarse varios kilómetros de altura e irradiar sus productos ígneos a los departamentos vecinos.
 El volcán Machín ha sido comparado en potencia al Krakatoa, el Bezymianny, el Monte Santa Elena en Estados Unidos y el Vesubio, este último que sepultó con todos sus moradores contados por miles, las ciudades Pompeya y Herculano, Italia.
 Es un peligro para la comarca tolimense, para los departamentos de Quindío, Valle, Risaralda, Cundinamarca que se surten de la agricultura, la ganadería y el cultivo del café.
 En 1927 el geólogo alemán Friedlaender, con noticias sobre su existencia, se propuso visitar el volcán Machín y lo catalogó como cráter – Somma o pliniano, nombre con el cual se identifica a las calderas naturales explosivas. La peligrosidad y características de sus erupciones lo hacen temible desde el punto de vista científico y sus productos de fuego y muerte podrían cubrir territorios de Risaralda, Tolima, Quindío, Caldas, Valle del Cauca y Cundinamarca.
 Los expertos consideran que un volcán activo es aquel que por lo menos ha tenido una explosión en 10 mil años precedentes. Hay un registro geológico, que dice, que el Machín eruptó por lo menos 6 veces en los últimos 5 mil años. En esas calendas produjo columnas de humo, cenizas y elementos químicos con varios centenares de kilómetros de altura, depositó cenizas con muchos centímetros de espesor en zonas de lo que es la capital del Quindío, Armenia; los flujos piroplásticos con metros de grosor, rellenaron los valles y los ríos que servían de drenaje al volcán y esos “lahares” alcanzaron el cauce del rio Magdalena, construyendo  abanicos fluviales en lo que son los municipios de El Espinal, Guamo, Chicoral, Suárez, Coello, Saldaña, Flandes y Girardot.
 Los expertos calculan que la última explosión (o erupción) del Machín ocurrió aproximadamente hace 850 años, plasmada en leyendas de los indios “panches” y pijaos que habitaban sus proximidades. Los cálculos geológicos indican que este volcán taponado hará una tremenda emisión en fecha indeterminada, arrasando su entorno de miles de kilómetros, para lo cual no se han tomado las medidas de precaución aconsejadas en la protección de vidas humanas, animales y fincas.
 El Machín ha dado muestras de su constante actividad interior en meses anteriores; provocó el éxodo de familias campesinas de sus laderas que semejan promontorios montañosos; en verdad este volcán poco asusta por su composición geográfica, pues es diferente a la concepción que tenemos de los volcanes, en forma de cono y montaña elevada.
 La sismicidad ha afectado la población de Cajamarca, hay presencia de fumarolas, se detectan aguas termales dentro del cráter, que salen a la superficie del terreno y existe gas radón en el aire.
 Las obras del Túnel de la Línea fueron iniciadas en 2005. Un estudio de impacto ambiental que hizo la firma Gómez Cajiao y Asociados, omitió mencionar el Machín, siendo como es, una amenaza para la población circundante, más de un millón de personas, cosechas, ganadería e infraestructuras de ríos y carreteras. El único paso de la Cordillera Central es la Línea, en la carretera occidente – centro del país. De erupcionar el Volcán Machín, toda la infraestructura carreteable sufriría el impacto de sus productos de destrucción y fuego. No hay muchas prevenciones para la población de sus alrededores. La mayor parte de los habitantes está ubicada en el llamado “triángulo de oro”, por la riqueza y producción de sus zonas. La línea es el único paso de exportaciones e importaciones por el mar Pacífico y hacia el centro de Colombia.
 El volcán Machín si colapsara, como es el riesgo probable, aislaría al resto del país al destruir la única carretera que cruza la Cordillera Central. Es un león dormido que está en actividad continua, sin erupción externa, desde 1998. En los últimos meses los reportes vulcanológicos señalan un creciente aumento de “su trabajo” interior. En diciembre de 2007 se registraron 381 temblores de poca magnitud; para enero de 2008, fueron detectados 492 movimientos de baja intensidad, en marzo siguiente 80, en abril 747 y en mayo 437. Esos sismos se generan en los quiebres de las estructuras geológicas al interior del Machín, según estudios.
 De no tomarse las medidas del caso, desaparecería la Línea, la carretera, los túneles que se construyen con inversiones millonarias, varios departamentos y una densa población sufrirían los errores del desastre, ocurrida la erupción del Machín, considerado uno de los más peligrosos de la tierra, y no en teoría; los hechos de otros siglos así lo demuestran, cuando no había progreso y las ciudades apenas eran un sueño en la mente de sus fundadores.
 Gerney Ríos González

Lágrimas
 Señor director:

 Por votar a favor o por hacerlo en contra el se equivoca. Cuando el elegido no puede y la democracia no ofrece una forma viable de corregir el error ¿Hay que aguantarlo? Si el elegido se va contra sus votantes, su ciudad ¿Es ilusión pedirle que se corrija? Un poema podría ayudarle a decidirse sin súplicas, sin quejas.
 «El dios abandona a Antonio»
 Cuando, de pronto, se deje oír a medianoche
el paso de una invisible comitiva,
con músicas sublimes y con voces,
tu suerte que cede, tus obras
malogradas, los planes de tu vida
que acabaron todos en quimeras, será inútil llorarlos.
Como el que está listo ya hace tiempo, como el valiente,
despídete de ella, de la Alejandría que se marcha.
Sobre todo, no te engañes, no digas que fue
un sueño, ni que se confundieron tus oídos;
no te rebajes a tan vanas esperanzas.
Como el que está listo ya hace tiempo, como el valiente,
como te corresponde por haber merecido tal ciudad,
quédate firme frente a la ventana
y escucha con emoción
—no con las súplicas y las quejas de los cobardes—
el rumor, cual un último deleite,
los sublimes instrumentos de la secreta comitiva,
y despídete de ella, de la Alejandría que pierdes.
 C.P. Cavafis – 1911
 Luis Fernando Gutiérrez

La orquesta del Parque Caldas
Señor director:

 Cuando las sombras de una noche siempre oscura, muy oscura y después de un largo insomnio y con los ojos cansados y marchitos pidiendo reposo incrustados en un rostro demacrado y agobiado por las tinieblas, empiezan a morir al encontrarse con las embrujadas luces de un nuevo día, terminando en un fraternal abrazo de despedida, las unas para internarse en las profundas cavernas de una oscuridad sin fin y las otras naciendo resplandecientes al compás de un nuevo amanecer. Sombras que se llevan por el camino de un ayer, secretos de experiencias sublimes sin regreso.
El galope de un nuevo día acariciando la faz de la tierra, estimula la vida que se manifiesta en movimientos concientes unos, inconcientes otros, pero…, que son el tilín de un nuevo amanecer lleno de fuerza invitando a despertar, a dejar la inactividad que semeja la semblanza de una muerte que no trasciende y de la cual se puede regresar para continuar sembrando sueños en el mundo de las fantasías sin límites y a veces sin sentido.
El reloj del tiempo empieza a caminar señalando los nuevos rumbos de un camino con rutas conocidas para unos y de inciertas incógnitas llenas de incertidumbres para otros.
La Basílica es testigo de cómo este nuevo amanecer enciende la lámpara de la fe, de las creencias heredadas de nuestros antepasados que madrugaban a sembrar con amor y dolor el pan amasado con lágrimas y honradez en la verde campiña de la abundancia regada con las bendiciones del padrenuestro y la dulce plegaria de avemarías llenas de amor y optimismo que crean abundantemente para luego florecer con hermosas espigas llenas de frutos en abundancia para alimentar la vida de los seres vivos en un mundo lleno de interrogantes, de contradicciones y de sueños. La estatua de Francisco José de Caldas permanece inmóvil, ignorada en medio de tanta indiferencia en un departamento que lleva su nombre y en una ciudad pletórica de universitarios, cargando con nostalgias su honroso título de sabio.  
Las flores, como adornos naturales, los pocos árboles y las escasas palmas, otean desde su altura la belleza del paisaje y se dan el saludo mañanero con el hermoso guadual en el cual duermen “pájaros cordiales “al aire libre en una ciudad arrullada por la ternura de la noche y la alegría de un nuevo despertar.
Ah…, ¡qué espectáculo nos regala la naturalezas al empezar cada día¡ ¡Qué maravilla de polifonía al morir la noche y nacer el nuevo día ¡Lo único que hay que hacer es abrir los oídos, los ojos y alelados contemplar con la sensibilidad de admirar con placer y  contemplativamente las preciosas interpretaciones de esta orquesta natural que sin  protocolos y completamente gratis ofrece con todos sus cantores revoloteando en lo alto del guadual como hotel de cinco estrellas. Es la orquesta de estas aves madrugadoras que con sus finos cantos nos alegran y nos invitan a dejar el sueño, la cama y con gran optimismo y mucho entusiasmo decirle al día: Buenos días, ¡Es el milagro de la vida!   
Que delicia es estar frente a este hermoso guadual a las 6 a.m.
Cordialmente
Elceario de J. Arias Aristizábal

Elogio del fútbol
Señor director:

No existe una manera más desvergonzadamente ridícula de aparentar inteligencia que simular un completo desinterés ¾o en ocasiones un absoluto desprecio¾ por el fútbol. Todos conocemos a esos comensales de ocasión que, ante el asomo del tema futbolístico en la conversación, proceden a bostezar como hipopótamos adormecidos. Cuando se han asegurado de que los que están a su alrededor se han percatado de su falsa apatía hacia el tema, estos comediantes involuntarios proceden a manifestar, sin que nadie lo haya solicitado, que no “entienden” qué es lo que la gente le ve al fútbol. “No le veo sentido  ¾dicen¾, ni la gracia, a ver a veintidós tontos pateando un balón”. No hay mayor muestra de estulticia que enorgullecerse de la propia falta de entendimiento. Alardear de que no se comprende algo (muy diferente a la humilde actitud socrática de quien admite que no sabe, pero quiere y busca el conocimiento) es mostrar la propia carencia espiritual como si fuera monedas de oro y plata.  
Los otros, los más atrevidos, los que se creen escuderos del pensamiento crítico, van más lejos. Afirman que el fútbol es “pan y circo”, que mientras la gente ve partidos de fútbol por televisión, los políticos corruptos hacen sus cochinadas, los niños pobres mueren de hambre y el mundo se va a la mierda. Como si no fuera posible disfrutar de un partido entre el Manchester City y el Borussia Dortmund y al mismo tiempo denunciar las injusticias del mundo. No se dan cuenta de que, al repetir la expresión “pan y circo”, han abandonado el pensamiento para repetir como androides de plástico una consigna prefabricada; un molde de yeso verbal, vaciado y manoseado por todos.
Pero volvamos a los que dicen no entender esa práctica absurda en la que veintidós personas corren detrás de un balón en una llanura de noventa metros por ciento veinte. Esa gente padece de lo que yo llamo “la mirada del marciano”. Bajo la mirada de un visitante de otro planeta, de un extraterrestre, cualquier actividad humana resultaría un despropósito, un sinsentido. ¿Qué es el sexo sino dos cuerpos (o más) metiéndose y sacándose cosas? ¿Qué es un asesinato sino un cuerpo (o más) metiéndole y sacándole cosas a otro?  ¿Qué es la actividad de comer sino un organismo que tritura sustancias con prensas de calcio para luego pasarlas por un tubo? ¿Qué es el fútbol sino veintidós bípedos implumes pateando una esfera de cuero sintético? Cuando se desconocen las convenciones humanas, cuando se carece por completo de un conocimiento sociológico básico, cualquier tipo de conducta o comportamiento colectivo se convierte en un fardo de inútiles acciones físicas acometidas por organismos biológicos.
Pero el fútbol, y casi todas las actividades humanas, son más que eso. De la misma manera que el movimiento de una mano es un gesto de amistad, de la misma forma que los prismas empastados con hojas cosidas son libros, del mismo modo que los sonidos proferidos por nuestros órganos bucales son palabras, el fútbol es una actividad artística y moral. Quien vea un partido de fútbol con detenimiento encontrará momentos de belleza, de fealdad, de heroísmo, de cobardía, de narcisismo y, a veces, de poesía. Albert Camus, ese filósofo de la moral, de la vida y la existencia, afirmó que todo lo que sabía sobre los hombres lo aprendió del fútbol. Concuerdo con esa afirmación. El fútbol es la puesta en escena ¾a pequeña escala y en condiciones controladas¾ del drama de los seres humanos en este mundo.
Sebastián Giraldo Medina

Relato Navideño
Señor director:

 El tiempo de Navidad es un tiempo mágico. No en vano se habla por estos días del “Espíritu Navideño”. Quizás una de las formas más humanas de reencontrar el niño que habita en nuestros corazones y que sin darnos cuenta vamos poco a poco silenciando durante el año por las vicisitudes del diario vivir y sus rutinas.
En estos momentos, podemos evocar bellos recuerdos infantiles, cuando por esta época, una vez terminadas las tareas del año escolar, empezábamos en nuestras casas con los hermanos o amiguitos del barrio a hacer las panderetas con las tapas de gaseosa Frescola o Kolkana, y era para acompañar los villancicos y aspiraciones para la llegada del niño Dios en las novenas.
Y cómo no evocar las delicias decembrinas que se hacían en todas las casas, como las hojuelas, la tradicional natilla, los buñuelos, los caramelos y el famoso arequipe. Y era el momento de vivir el espacio comunitario que se formaba entre los vecinos para hacer la natilla en las grandes y vetustas pailas de cobre, en fogones de leña.
Eran tiempos en los cuales a las cosas se les daba el valor de uso duradero. No había noción aún de centros comerciales, escasamente vivíamos el espacio de las abundancias, misceláneas, graneros o pequeñas tiendas de esquina donde fiaban solo por saber que eras vecino y cumplías la palabra de pagar lo que se debía pues la honradez era un faro permanente que alumbraba en las personas y hogares. Eran los tiempos del telegrama que enviábamos o nos enviaban familiares con mensajes parecidos a este: “Quiérolos mucho siempre punto feliz navidad próspero año nuevo”
 Esta fiesta, está asociada a la imagen del pesebre que representa la llegada del Mesías redentor de la humanidad.
La elaboración del pesebre era toda una actividad creativa de hermanos y amiguitos de barrio. Queríamos, además de las piezas fundamentales, poner largos caminos de aserrín para dirigir desde varios puntos, las rutas de los reyes magos y pastores hasta el establo, en el que entre la mula y el buey debían estar la virgen, San José y la rústica cunita envuelta en paja o heno que daría abrigo al niño Jesús. También sacábamos el papel de aluminio de las cajetillas de cigarrillo de los adultos fumadores, para imitar los cauces de los ríos. Y qué decir del algodón que le quitábamos al botiquín para cubrirles el techo a las casas semejando la nieve, que entre otras cosas a esa edad de seis o siete años no podíamos comprender ya que por estos lares tropicales, máximo conocíamos las granizadas del mes de febrero y que anunciaban el cambio de temporada de verano decembrina y de año nuevo por la temporada invernal a partir de marzo.
Las ovejas blancas me resultaban extrañas, pues lo más parecido que conocía eran los pocos chivos que pastaban en algunos potreros circundantes en donde yo no conocía sino terneros y vacas. Luego se fue instalando la moda de un árbol de pino lleno de bolitas de colores rojas y verdes y al que se le colgaban cantidad de adornitos como angelitos, casitas y otras figuritas de caucho, madera y carey. Aún no sabía que traer el musgo de las laderas del entorno del barrio para ponerlas en el pesebre era un acto depredador que ocasionaba la erosión y podría ser un detonante de los derrumbes en temporadas de invierno.
Sin entenderlo muy bien, fuimos creciendo con la sensación de que algo había cambiado, pues a veces comenzó a importar más lo que se compraba que lo que se celebraba, en medio de la risa amplia y bonachona de Papá Noel o Santa Claus, personajes que hoy acompañan y simbolizan la navidad en la mayoría de lugares del mundo. Pero, de manera muy especial quiero rememorar con ustedes algunas imágenes de esas tradiciones nuestras con las que esperábamos con fervor y alegría la nochebuena del 24 de diciembre. Yo me quedaba esperando el momento en que pudiera vencer al sueño para presenciar con goce el instante en el cual podría ver entrar por debajo de la puerta de mi casa, al diminuto niño Dios y constatar la imaginada escena: el niño Dios se arrima con sigilo al borde de mi cama, busca en un costal muy grande mi carta, la encuentra, la lee en voz muy baja, hace el gesto de aprobación, saca de otro gran costal un regalo, levanta con cuidado mi almohada y lo pone debajo de ella. Finalmente, junto a una nube de angelitos pequeños como él, salen volando y se escurren de nuevo por debajo de la puerta para seguir las entregas de los aguinaldos. Mientras tanto, yo que había cumplido a cabalidad los compromisos y había asistido y participado con fervor en las novenas desde el 16 de diciembre, dormía plácidamente con el absoluto convencimiento infantil de ser merecedor del regalo y deseos escritos en mi carta.
Si bien es cierto, como niños sentíamos cierta frustración casi siempre por no destapar el regalito que le habíamos pedido al niño Dios con mucha devoción, siempre encontrábamos el abrazo y beso de la mamá, el papá, una tía o hermano mayor para consolarnos y destacar el valor de agradecer todo lo que nos daba de bueno Dios, la vida y la familia y  nos decían que seguramente poniendo empeño, haciendo bien las cosas y trabajando horadamente y con entusiasmo y fe, el próximo año, el niño Dios cumpliría a cabalidad lo pedido y deseado en la carta.  Y cuando, nuestra madre, debido a las penurias económicas y para no hacer quedar mal al niño Dios, al no haber encontrado debajo de mi almohada regalo alguno, nos decía algo así como que a veces al niño Dios se le trocaba alguna dirección y que por eso seguramente no había podido dar con el número exacto de la casa para entregarme el regalo a tiempo en la nochebuena. Acto seguido, nuestros padres y familiares nos consolaban diciendo que esperáramos hasta el 6 de enero, día de los reyes magos, porque ellos también traían regalos. Entonces inmediatamente, nos abrazábamos en familia y vivíamos el encuentro del afecto y comprensión propios del Espíritu Navideño.
Es por esto que para todos nosotros desde el respeto a la diversidad y las creencias, el deseo es seguir cultivando el sentido de humanidad del rito navideño con su fiesta de villancicos, pesebre, novenas de aguinaldos, arbolitos de navidad y poder así aportar el granito de arena a una convivencia en paz y alegría desde nuestros corazones a todo el mundo.
Javier H. Arias Ospina

A mi sobrina
Señor director:

 Este 6 de diciembre de 2022 falleció mi sobrina Análida Díaz Orozco una profesional sencilla, académica, llena de valores y principios con una gran calidad humana egresada de la Universidad Nacional en el programa de Administración de Empresas y docente de varias universidades del país y en especial de Universidad de Manizales destacándose por un amplio conocimiento en economía solidaria, montando cooperativas, fondos de empleados y asociaciones sin ánimo de lucro. Estudiosa a profundidad de estos temas y llevando propuestas a nivel internacional. Deja un inmenso vacío en la familia, sus hijos, amigos, ex alumnos y compañeros de labores, su misión en la vida fue “servir a los demás”, amar al medio ambiente y los animales; da mucha tristeza su partida, no obstante su adorada madre Policarpa Osorio apenas hace menos de dos meses falleció toda una matrona.
 A usted Análida y a mi hermana Pola siempre las llevaré en el recuerdo y en mi corazón como hermosos seres humanos quienes en vida dieron todo lo mejor de ustedes dejando unos hijos todos unos profesionales al servicio de esta sociedad que tanto lo requiere.
Leonel Orozco Osorio

Cavilaciones de Perogrullo
Señor director:

El periódico que usted dirige no ha sido nunca indiferente al acontecer social y político del país, del departamento ni, en particular, de la ciudad donde fue fundado. Con merecido orgullo, que todos compartimos, puede mostrar ahora un siglo de permanente crecimiento que ha ido a la par con el de la ciudad, y se ha constituido en guardián de su esplendor y en motor de su desarrollo urbanístico y cultural. El periódico ha sido un paradigma de civismo y ha dirigido desde su tribuna campañas y movimientos culturales, patrióticos, políticos y sociales que han culminado siempre en hechos positivos para Manizales y para Caldas, en hitos que siguen impulsando su continuada vocación de grandeza.
Creo que es éste el momento en el que el periódico, sin dejar de lado su objetividad y su función como instrumento de comunicación social,
Vuelva a sentirse personero de la comunidad manizaleña que atraviesa una de sus peores épocas. Nunca la ciudad había estado tan mal, tan abandonada y con tantas amenazas latentes. No podemos distraernos más en conjeturas e incertidumbres. El año que se aproxima es definitivo para marcar el rumbo de esta urbe pletórica de posibilidades y de valores. Se necesita un guía, un líder que la oriente y la encamine con inteligencia y método. No hay que buscarlo como aguja en el pajar. Está a la vista de todos y llegó el momento de ungirlo. Se llama Luis Roberto Rivas Montoya. Y no soy yo quien exponga los méritos que lo exaltan como el más capaz para tomar el mando de esta barca que está naufragando. Ni siquiera lo conozco; pero sé, cómo lo sabe medio mundo, de las obras que ha hecho. Inclusive como alcalde de Manizales en un cortísimo período en el que empezó a transformarla en la ciudad que todos anhelamos. Yo no sé si es comunista o conservador, petrista, uribista, yepista o santista, librepensador o devoto miembro del Opus Dei, ateo o testigo de Jehová de los últimos días. lo único que sé, es que donde ha estado ha hecho cosas buenas. Y el Maestro nos enseñó que por sus frutos lo conoceréis.
Valdría la pena que, liderados por La Patria, se unieran los políticos y los partidos, los cívicos y los apáticos, los que votan y los que no han votado. Y elijamos a Roberto Rivas Montoya alcalde de Manizales. No más improvisaciones, no más equivocaciones, no más Carlos Judas Marines.
Atentamente
Rodrigo Ramírez González

Todo un baldado de agua fría para la economía
Señor director:

Eso se llama no haber estudiado y leído sobre los éxitos de los días sin IVA que logró el presidente Duque.
Alrededor del Día sin IVA se generó toda una fiesta para los diferentes establecimientos comerciales y para las familias que pudieron vender y obtener respectivamente, “electrodomésticos, computadores y equipos de comunicaciones: esto incluye los televisores, parlantes de uso doméstico, tabletas, refrigeradores, congeladores, lavaplatos eléctricos, máquinas de lavar y secar para el hogar, aspiradoras, enceradoras de piso, trituradores eléctricos de desperdicios, aparatos eléctricos electrodomésticos y variada gama de celulares y computadores”. Sin duda alguna las familias esperaban “hacer un bonito diciembre 2022” con los productos sin IVA del 19 por ciento, no esperaban nunca la malhadada decisión, nada congruente con el bienestar de la economía.
Rogelio Vallejo Obando
 
Una gran compañía
 Señor director:

 Mis amigos se fueron y mis perros siguen conmigo. ¡Cómo se invierten los papeles! Antes eran los niños la prioridad familiar, hoy, exagerando un poco, son las mascotas.
Acompañan, se disfrutan y no hay una trascendental responsabilidad. No hay qué llevarlos a la escuela, al colegio o a la universidad. Si se enferman, se les da asistencia y sólo exigen comida y si por si acaso, buen trato. Sin embargo, hasta en la población de caninos existen las clases sociales: los de estratos bajos, les toca llevar” una vida de perros “, es decir, será porque son muy perros. Son callejeros, no los bañan, no los cuidan, no los asean y sí los maltratan. Duermen en la calle al aire libre, a la intemperie, padecen todo tipo de enfermedades y…, en su expresión de angustia se aprecia con facilidad que sus dueños, si es que tienen, están en peores condiciones que ellos. Les toca salir a rebuscarse y encuentran su comida en las bolsas de basura que por fortuna abundan en nuestra ciudad, ya que en muchas esquinas a los maleducados ciudadanos les dio por acumular la basura sin tener en cuenta que no sólo afean, sino que son foco de contaminaciones y seguramente de enfermedades. En la medida que se asciende en estratos, las mascotas también suben de rango y es visible que reciben buen trato, los sacan a pasear, a recrearse, porque son los niños mimados de la casa. Los mantienen aseados, bien alimentados, tienen servicio médico y…, hasta servicios funerarios.
¿Qué pensaría Marroquín cuando escribió La perrilla?     
Es flaca sobre manera
toda humana previsión
pues en más de una ocasión
sale lo que no se espera.
Salió al campo una mañana
un experto cazador
el más hábil y mejor
alumno que tuvo Diana
Bueno, me voy a comprar mi mascota para salir a pasear mi soledad.
Cordialmente
Elceario de J. Arias Aristizábal    

Belisario Betancur y el fútbol

Señor director:

En su columna de La Patria del día 07 de diciembre el señor Jaime E. Sanz Álvarez escribe: “Colombia se inició en el campeonato de Chile en 1962 (que Belisario rechazó celebrar) y, no obstante... “. Existe una imprecisión con respecto al presidente de ese año que no era Belisario Betancur sino Guillermo León Valencia del 7 de agosto en adelante, cuyo predecesor fue Alberto Lleras Camargo y su sucesor Carlos Lleras Restrepo. Belisario Betancur ejerció de 1982 a 1986, él pudo no avalar la realización en Colombia del Mundial de 1986, celebrado en México cuyo campeón fue Argentina. A propósito de campeones, a manera de anécdota, si Francia saliera campeón, sería el tercer país en conseguirlo dos veces consecutivas, logro obtenido por Italia en 1934 y 1938, y, Brasil en 1958 y 1962. Brasil es el país que más veces lo ha ganado, cinco versiones: 1958, 1962, 1970, 1994 y 2002; lo siguen con cuatro veces cada uno, Alemania 1954, 1974, 1990, 2014 e Italia en 1934, 1938, 1982 y 2006.

Rigoberto Escudero Osorio

Terminales

Señor director:

Dice el refrán de los abuelos de Guatemala para guatepeor..., así se convirtió el traslado de los buses de Sideral para la entrada al SENA, pues salió de la Enea y fue llevado al lado de bomberos donde arman tremendos trancones porque se parquean en plena vía pública. ¿Será que no existe una norma que exija a las empresas de transporte tener un sitio destinado para tal fin?; agreguemos que tenemos que sufrir por una laguna que se forma a la entrada al SENA y que no hay doliente para que la rellene así sea con escombros. Sería muy bueno que los agentes de tránsito (que ya les quitaron algunas funciones y les queda algo de tiempo) se pasaran de vez en cuando por estos lados para hacer cumplir la norma de no estacionar carros en la vía pública y evitar que las busetas de Socobuses y Gran Caldas realicen maniobras que ponen en riesgo a usuarios y a otros automotores.

Juan Carlos Calderón H.