Insolencia y Arbitrariedad
Señor director: 

La Iglesia de Dios es santa. Así lo profesamos en el Credo. Lo es por su divino Fundador; lo es porque la asiste el Espíritu Santo; lo es porque a ella le confió Jesucristo los tesoros de la salvación y santificación de los hombres; lo es porque en ella, a lo largo de los siglos, se han dado y siguen dándose  frutos espléndidos de santidad y perfección. Sí, es santa. Pero es al mismo tiempo pecadora. Lo es en nosotros, débiles y míseros; lo es porque, al propio tiempo que divina, es humana. Y así, divina y humana, santa y pecadora, se reconoce a sí misma. Y a lo largo de su historia milenaria, no pocas veces el miserable barro de quienes somos sus miembros ha empañado el esplendor de su rostro.  En las últimas décadas, esa realidad de pecado ha tenido una manifestación terriblemente grave y dolorosa: el abuso de carácter sexual cometido por personas consagradas contra diversas personas, muchas de ellas menores de edad; y, en algunos casos, la actitud connivente de la autoridad eclesiástica frente a ese delito execrable. Hoy, la santa Iglesia así lo reconoce; ningún intento hace por negarlo; en la voz acongojada de los últimos Pontífices, ese reconocimiento ha sido humilde,  adolorido, valentísimo. Tienen un timbre de  sinceridad innegable y conmovedora  las reiteradas peticiones de perdón de San Juan Pablo II, de Benedicto XVI y del Papa Francisco. Y son coherentes las medidas adoptadas por ellos y  por los Obispos del mundo entero para poner freno a esa conducta abominable. Medidas que muchos desconocen, porque no son para la galería… pero que están bien claras y resultan contundentes para todos los que hemos recibido de Dios o de la Iglesia misma algún encargo ministerial. La santa Iglesia no niega realidades inocultables; ni se consuela o excusa alegando un hecho también indiscutible: que el número de los eclesiásticos abusadores representa un porcentaje mínimo frente a los miles y miles de irreprochables servidores de la comunidad católica. No, eso no la consuela: porque así fuese un solo sacerdote el que hubiera caído en ese crimen, ya sería suficiente motivo de dolor irreprimible.
 Esa, en pocos términos, es la realidad. ¡Gracias a Dios! A pesar de la cual, ahora han aparecido algunos, con pretensión de inquisidores, para quienes todos los clérigos y los religiosos católicos son presuntos violadores. Sabe Dios movidos por qué ocultas motivaciones personales inconfesables y sostenidos por qué intereses ideológicos, el tal Juan Pablo Barrientos, autor de libros que son un albañal de mentira y calumnia procaz, y el gacetillero Miguel Angel Estupiñán, y últimamente doña Catherine Miranda Peña, congresista de los Verdes, tienen la avilantez de “exigirles” a varios de los señores Obispos colombianos que les entreguen la hoja de vida minuciosamente detallada de todos y cada uno de los sacerdotes y religiosos de sus respectivas jurisdicciones eclesiásticas, con datos personales y laborales tan nimios que ninguna autoridad legítima – y esos personajes no lo son - se atrevería a inquirir, so pena de quebrantar el artículo 15  de la Constitución colombiana. ¿Quiénes se creen? Estoy seguro de que no se atreverían a exigir lo mismo a los altos mandos militares o de la policía sobre sus subalternos, o al ministro de educación en referencia a los miles de maestros de Colombia…Que, si lo hicieran, su petición, por absurda y abusiva, iría a parar al cesto de la basura o se convertiría en objeto de una demanda judicial. Pero, ¡es la Iglesia! ; solo sus ministros carecen, según estos truchimanes, del derecho a su intimidad… Y llega su desfachatez a tal extremo, que terminan su exigencia amenazando a los señores Obispos con el art. 289 del código penal. ¿Habrase visto?   Y hay algo aún más desatinado e ilógico, aunque a mí me resulta natural dada la trayectoria tortuosa y el modo de obrar de nuestras inefables Cortes: ¡los mencionados fisgones encuentran respaldo a  su pretensión en sentencias de la Constitucional ! Sí, los desatinados y a veces malignos togados  de esa corte avalan, con su sentencia T/091-20, la grosera e irrespetuosa demanda de los siniestros personajes. 
¡ Realmente, son insolentes y arbitrarios !
Mario García Isaza

Diócesis del Norte
Señor director:

Juan Álvaro Montoya, digno émulo de su padre el doctor César Montoya Ocampo en las páginas de opinión de La Patria, publicó el 12 de enero un escrito que se puede calificar de antológico acerca de la ciudad de Salamina.
Al final de su artículo Juan Álvaro dice lo siguiente: “La Salamina del porvenir debe ser la sede de la Universidad del Norte de Caldas, de centros de pensamiento, de escuelas de arte, de música y de centros de emprendimiento digital. Será un espacio para el crecimiento del alma y el cuerpo y donde la noción de desarrollo abarque mucho más que el pan sobre la mesa y nos invite a pensar en la ciencia, la cultura, las artes o la religión”.
Por otra parte la arquidiócesis de Manizales ha crecido en cantidad de fieles y en número de parroquias, además de toda clase de obras de apostolado. No es fácil hoy en día administrar la arquidiócesis; la sola ciudad de Manizales puede perfectamente desbordar las energías y el tiempo del actual arzobispo y de los que vengan en el futuro.
Es así como vuelvo a insistir en la necesidad o por lo menos en la conveniencia de erigir la diócesis del Norte de Caldas, la diócesis de Salamina, con esa ciudad como capital del obispado. Hay homogeneidad geográfica, étnica, económica, cultural y religiosa. Sus límites irían desde el río Guacaica hasta el Arma, y desde el cañón por donde corre atormentado el Cauca hasta las altas cumbres de la Cordillera Central.
Atentamente,
Observador católico

Aprender a vivir bien 
es la verdadera sabiduría
Señor director:

 Luigi Cornaro fue un notable ciudadano nacido en Venecia, Italia, a finales del siglo XV, y quien, habiendo hecho ostentación pública de su buena salud y larga vida, falleció en Padua el 26 de abril de 1566, superando la edad de 100 años y excediendo en más de 35 años la esperanza de vida, que para la época podría ser aproximadamente de 65 años. La mitad de su vida fue como la de la mayoría de los mortales, pero en la segunda mitad se empeñó en aprender a vivir bien y lo logró, por lo que decidió compartir generosamente ese aprendizaje, primero con quienes fueron sus contertulios, y luego, sin ser un reconocido escritor, con su legado a la posteridad, plasmado en escritos que algún editor agrupó en un texto que tituló “Un tratado sobre una vida sobria”, pero que él concibió como discursos sobre una vida sobria y templada, escritos en su edad madura, a sugerencia de quienes lo rodeaban, y que por separado publicó.
El primer discurso versa sobre una vida sobria, alejada de la intemperancia. El segundo contiene elogios sobre la sobriedad y un conjunto de propuestas para mejorar una mala constitución. El tercero es una exhortación a una vida sobria y templada, “como medio para alcanzar una vejez sana y vigorosa”. Y el cuarto es una carta al Patriarca de Aquileia, escrita, según se dice, a la edad de 95 años, y en la que detalla y pondera los buenos resultados derivados del método de vida sobria y templada que adoptó.
Empieza este autor sus disertaciones declarándole la guerra a la “destructiva intemperancia”, particularmente manifiesta en los excesos de comidas y bebidas, y la cual es necesario enfrentar mediante la sobriedad, que siguiendo las leyes de la naturaleza “nos enseña a contentarnos con poco” y nos ayuda a crear y seguir la costumbre de “comer no más de lo que es absolutamente necesario para sustentar la vida”, corrigiendo los excesos que, en este terreno, son causa de enfermedades y de la muerte. Pero a esa sobriedad en la comida y en la bebida, para que sea consistente, se debe llegar mediante un método que empieza por tratar de  conocer mediante la observación y pruebas (exámenes) nuestra constitución y el estado y funcionamiento de nuestros “humores”- concepto introducido por Hipócrates y Galeno, antiguos filósofos y médicos-. Esos humores, entre los que están la bilis, la flema y la sangre, en términos de un profano, como yo, son como líquidos vitales para el organismo humano.
En el proceso de la sobriedad así entendida, juega un papel preponderante el estómago humano, que solamente debe recibir, de acuerdo con nuestra constitución, nuestros humores y nuestro controlado apetito, alimentos sólidos y líquidos, sanos y nutritivos, ingeridos con total moderación, de tal manera que su consumo y digestión no produzcan ningún malestar en el organismo. De algún interés resulta anotar que Cornaro fue un habitual consumidor de vinos jóvenes, en dosis que sabía que no le causarían ningún daño. Por supuesto que sin incurrir en excesos. Pero Cornaro no se contentó con la sobriedad aplicada al cuidado del organismo mediante el consumo moderado de comidas y bebidas nutritivas y sanas. No. Fue más allá, y en su método incluyó, entre otras cosas, el ejercicio físico, una buena relación con familiares y amigos, la práctica de la buena lectura, el control de las emociones, y el esfuerzo por dominar las insanas pasiones. De esa integralidad derivó -según sus reiterados pregones- una vida sana, placentera y larga, de tal magnitud que entendió la muerte como una bienvenida culminación natural de su existencia.
De estos discursos de Luigi Cornaro hemos contado con una traducción del italiano al inglés y de este al español, un tanto defectuosa, pero que no nos impide acudir a este elocuente texto que nos muestra la especial dimensión que adquirió este personaje:”(...)No soy tan simple como para no saber que, como nací, así debo morir. Pero esa es una muerte deseable, que la naturaleza nos trae por medio de la disolución. Porque la naturaleza, habiendo formado ella misma la unión entre nuestro cuerpo y alma, sabe mejor de qué manera puede disolverse más fácilmente, y nos concede un día más largo para hacerlo, de lo que podríamos esperar de la enfermedad, que es violenta. Esta es la muerte que, sin hablar como un poeta, puedo llamar, no a la muerte, sino a la vida(...)(...)Es más, tengo razón para pensar que mi alma, teniendo una morada tan agradable en mi cuerpo, que no encuentra en él otra cosa que paz, amor y armonía, no solo entre sus humores, sino entre mi razón y mis sentidos, está sumamente contenta y complacida con su situación actual (...). Estos discursos de Cornaro y las Cartas a Lucilio, de Séneca, pienso que nos enseñan a vivir bien.
 William Giraldo Giraldo  

Prospectiva ferroviaria del Tolima
Señor director:

 El proyecto del ferrocarril en el Tolima se visualizó con unir las tres vocaciones geopolíticas y estratégicas de Colombia: Caribe, Pacífico y Andina, prolongando las líneas hacia las olvidadas regiones del sur de Colombia: Casanare - Orinoquia y Amazonia.
 El plan pionero acordado fue la línea férrea que uniera a Flandes – Girardot e Ibagué mediante concesión subsidiada con Carlos Tanco, empresario colombiano que había tendido exitosamente el Ferrocarril de la Sabana, desestimulado en su momento por los trámites burocráticos en otros pactos.
 El contrato original fue firmado por Tanco con la Gobernación del Tolima en 1893, aprobado por el ejecutivo nacional e improbado después por la Asamblea Departamental en Ibagué, acción que detuvo el avance de las obras iniciadas en Girardot – Flandes. Después de incontables trabas presentadas, se firmó con la Nación en 1897 un nuevo convenio para construir 50 km. mediante subvención de 9 mil 840 pesos por km. y 50 años de explotación del tren. Las demoras causadas a las obras por la guerra de los Mil Días y por las reiteradas dificultades burocráticas, mantuvieron detenidos los trabajos en Girardot por 10 años. Sólo dentro del impulso que dio a las obras públicas el gobierno de Rafael Reyes Prieto, se eliminaron obstáculos y pudo adelantarse la carrilera hasta el km 25 adelante de El Espinal, en donde quedó detenida a causa de la muerte de Carlos Tanco.  En 1912, las obras en mal estado fueron adquiridas por la Nación a los herederos del contratista por 30 mil pesos, después de haber invertido 258 mil pesos en subsidios y contratos adicionales, con un costo promedio de 11 mil pesos por km. El Congreso acordó dar participación en la empresa ferroviaria a los departamentos del Tolima y Huila en acciones de la compañía propietaria, permitiendo continuar los trabajos por administración directa.  Dirigidos por los ingenieros Justino Moncó y Hernán Tejeiro se reconstruyeron las obras y se prolongaron hasta Chicoral en el km. 30; inauguradas por el presidente Carlos E. Restrepo en 1914. Dos años más tarde se continuaron las operaciones bajo la dirección de Pedro Uribe Gauguín, para llegar a Ibagué en 1921 con un costo de 1 millón 780 mil pesos en el trayecto de 36 km; equivalente a 38 mil por km. allí quedó detenida la carrilera, en espera de adelantar las obras desde Armenia para conectar las dos vertientes de la Cordillera Central e integrar la Región Andina con el Pacífico.
 La unión del sistema Pacífico con los Ferrocarriles del Magdalena, sueño de los colombianos, fue contratada en febrero de 1929 por el gobierno nacional con la casa francesa, Regie General de Chemins de Fer a Travaux Publics, en longitud de 135 kms., convenio que incluía construir un túnel de 3 mil 500 metros cerca de la depresión de Calarcá. Las obras se iniciaron de Armenia hacia el oriente y de Ibagué al occidente en extensión de 8 km. a cada lado. Del túnel se excavaron 290 metros y se revistieron 148 más. En las dos obras el Estado invirtió 3 millones de pesos, pero las dificultades financieras creadas por la crisis de los años 30 obligaron a suspender los pagos quedando estas a la “vera del camino” indefinidamente. En los tres últimos años de la década de los 20 se cimentó la carretera Ibagué – Armenia que hizo olvidar transitoriamente la obra del tren. El Ferrocarril del Pacífico adquirió 20 camiones suizos de la casa Saurer y con ellos transportó la carga entre las dos estaciones terminales. En 1945 se reanudaron los trabajos de la línea férrea, y se enrielaron 10 km. a cada lado, hasta cuando en 1950 se decidió levantar la carrilera, procediéndose a mejorar la carretera, sepultando transitoriamente el proyecto del ferrocarril que uniría las tres vocaciones geologísticas y estratégicas que tanto requiere el país para enfrentar los retos de la globalización. Ejemplo de lo precedente, indica que a comienzos del siglo XX, la carga de importación con destino al altiplano que llegaba por el río madre a la Dorada, necesitaba varios transbordos; de los vapores fluviales pasaba al ferrocarril de esta ciudad caldense para llegar hasta Ambalema; en este incipiente puerto empleaba de nuevo la navegación fluvial por el Alto Magdalena a Girardot; allí retomaba el tren que la transportaba en las carrileras construidas, buscando la línea férrea de la Sabana en Facatativá para conectar con Bogotá. El Departamento del Tolima contrató en 1919 con la casa Pedro A. López el empalme del Ferrocarril de La Dorada con el Ferrocarril del Tolima, tramo con una longitud de 65 km. El acuerdo fue de concesión subsidiada, pero el presupuesto no pudo cumplir con sus obligaciones y las obras se detuvieron 10 km. adelante de Buenos Aires en las goteras de Ibagué.
Gerney Ríos González

A manera de cabañuelas 2023
Señor director:

Ya llega enero y estrenando el año, rostros alegres de esperanzas sueñan. Y comparé mis sentimientos con las cabañuelas, y dibujé mi corazón como cuarteada tierra...
Que sea propicia la ocasión para rememorar los versos de “Cabañuelas” del maestro Roberto Calderón que grabaron los Hermanos Zuleta en el disco que titularon “Por ella”.
Y digo que sea propicia porque la tradición ha llevado a presagiar los acontecimientos del año, de acuerdo con el comportamiento meteorológico que se presenta durante los primeros 24 días del mes de enero; por eso es que en el mismo sentido expresaré mi opinión a partir de lo que ha sido noticia en los primeros días.
El 2023 será un año de convulsiones políticas y económicas con los trámites legislativos, la paz total, inflación, resultados de la reforma tributaria y elecciones regionales.  De acuerdo con la ley 152 el proyecto del plan de desarrollo debe ser presentado al Congreso dentro de los seis primeros meses del período de gobierno que vencen el 6 de febrero, y es por eso que debe ser llamado a sesiones extraordinarias para que inicie la discusión, y posterior aprobación antes del 6 de mayo cuando se vence el plazo de los nueve primeros meses del período de gobierno, o de lo contrario el gobierno lo tiene que adoptar por decreto, que es lo más probable. El trámite del plan de desarrollo no será pacífico porque, conforme lo ha planteado el gobierno, incluirá temas de mucha polémica.  Lo que se sabe es que también se aprovecharán las sesiones extraordinarias para empezar los trámites de las reformas al sistema de salud, reforma laboral y pensiones, además de la adición presupuestal por el mayor recaudo que se prevé con la reforma tributaria aprobada el año pasado.  Hay expectativa con el reinicio de las negociaciones con el ELN a partir del 23 de enero en México o Caracas, las cuales tampoco comenzarán de manera pacífica por el escándalo creado con la expedición de unos decretos relacionados con acuerdos de cese al fuego bilateral con cinco grupos criminales que luego el mismo ELN desmintió. Todos queremos que la paz total sea un hecho, pero el gobierno va a tener que ponerle más prudencia a sus anuncios, y menos ansiedad para que las cosas salgan bien.  En lo económico el año empezó convulsionado por los resultados de la inflación del año anterior, lo cual tiene efecto en los precios y todos esperamos que el gobierno tome las decisiones necesarias para controlar la carestía. Esperamos los resultados de la reforma tributaria en el sentido de que no vaya a afectar el empleo ni el costo de los productos y servicios.  También será un año electoral porque habrá que elegir gobernadores, diputados, alcaldes y concejales.  En tal sentido no hay que ser experto para suponer que el Pacto Histórico va a querer consolidar en los territorios el triunfo que obtuvo en la presidencia y el congreso, a su vez que los demás partidos tienen el deber moral y político de recuperar el poder que han perdido, pero solo podrán lograrlo con candidatos idóneos sin entrar en coaliciones para evadir responsabilidades. ¡Sean serios!  Por otra parte, mis paisanos guajiros deben ser conscientes de la responsabilidad que tienen para elegir al próximo gobernador, sin olvidar los antecedentes judiciales que ha tenido que padecer la administración departamental en los últimos treinta años, con las visibles consecuencias en la gente que nunca les resuelven los problemas, ni se lleva a cabo ningún proyecto para mejorar las condiciones de vida, teniendo el departamento todas las necesidades sin resolver.  En La Guajira no se puede elegir otro gobernador que al año siguiente tenga que renunciar para atender procesos judiciales, o que lo destituyan por causa de alguna investigación disciplinaria, o penal, o que le anulen la elección por alguna irresponsabilidad.  El próximo gobernador debe tener la suficiente solvencia moral que no quepa el mínimo indicio de corrupción o enriquecimiento ilícito. En tal sentido lo deben estar pensando los candidatos para postularse y no causarle más daños al departamento y a la gente.
Y como dijo el filósofo de La Junta: Se las dejo ahí...
Luís Alonso Colmenares Rodríguez

La magia de la Feria
Señor director:

Cada año la ciudad es de todos, a pesar de las grandes diferencias sociales y capacidades económicas. Nuestra ciudad abre las puertas generosas de su corazón “de oro”, para dar una serenata de alegría a todos sus habitantes y a los visitantes atraídos por el imán de su magia inmanente. En el interludio de finalización del año y el inicio del siguiente, aparece un oasis de alegría en los ánimos exacerbados por las frustraciones y nostalgias que deja el año viejo y las expectativas inciertas del que empieza.Con la melodía de los cascos de los caballos en la partitura del pavimento, se da inicio a la semana más jacarandosa del año nuevo. Los desfiles con las candidatas al reinado internacional del café, son las manifestaciones de mayor euforia colectiva las cuales son testigos de cómo se borran, aunque sea por unas horas, las diferencias de clases, como una expresión de admiración a los seres  más artísticos de la tierra como lo son  las mujeres que pasean su feminidad y su belleza por nuestra  encantada carrera 23 como algo que les pertenece a ellas y sólo a ellas, por la generosidad del pincel maestro de la naturaleza.  Es admirable que resulte tanta y tanta gente en los diferentes espectáculos, unos costosos, otros económicos y otros completamente gratis. Es cierto que la feria se disfruta de acuerdo con las capacidades económicas de los asistentes y que se habla de ella de acuerdo como le haya ido, pero también es cierto, que hay espectáculos variados para todos los gustos. La arriería, es algo que pone en contacto el pasado con el presente y nos recuerda que pertenecemos a una raza, orgullosa de nuestra idiosincrasia y nuestras tradiciones. Las exposiciones, son la manifestación del ingenio artístico de nuestros artesanos que saben combinar su creatividad con la habilidad diestra de sus manos; la tauromaquia, es otra invitada que a pesar de ser un espectáculo para un núcleo muy cerrado, también es una pasión y un delirio para quienes lo entienden. La trova, es la expresión poética de repentistas que con su ingenio pintoresco entretienen a quienes disfrutamos con la creatividad de una expresión enmarcada en la literatura costumbrista, el licor es fiel compañero que anima y enciende los ánimos como algo propio de nuestras costumbres, y todo lo demás que hace parte de la fiesta, porque la feria es para disfrutarla. Lo cautivante, es percibir el fervor colectivo de sentir la feria como algo que nos toca a todos, como algo con lo que tenemos un compromiso, una cita anual a la cual no podemos faltar, porque ya hace parte de nuestras costumbres como sentimiento de pertenencia cordial y generosa.  Sorprende la seguridad, que si bien no es absoluta, si es un indicador de la civilidad y concordia de sus habitantes como anfitriones y de los visitantes que en masa llegan a la ciudad. Quienes tenemos la oportunidad de desplazarnos por esta marejada humana y poder disfrutar a pie las diferentes manifestaciones culturales que conforman esta mixtura y abigarrado paisaje de innumerables actividades, no tenemos que lamentarnos de atracos a pesar del ambiente que parece propicio para sufrir algún percance en un ambiente tan complejo y difícil de controlar como son los comportamientos de los humanos. La recomendación es cuidarnos, cuidar a los demás y…, disfrutar.     Impacta, el ingenio y la creatividad de los rebuscadores tratando de sacarle provecho a la feria ofreciendo productos, comestibles y juegos que, a simple vista, son desventajosos para los apostadores, pero al parecer de eso se trata. El disfrute es total, cuando como simples observadores vamos y venimos apreciando desprevenidamente y sin gastar mucho, la variedad y riqueza de entretenimientos que simplemente son de observación. Los juegos mecánicos son muy pintoresca por sus movimientos y acrobacias inusuales que permiten vivir las emociones que produce la adrenalina; la movilidad tan apretujada pareciera no causar fatiga. Chipre, como centro turístico obligado con sus encantos tradicionales; la plaza Bolívar, la plazoleta Rafael Arango Villegas con sus espectáculos musicales abiertos al público, el tango vía, son un conjunto armónico de la feria, los juegos pirotécnicos iluminan el cielo manizaleño llenando de colorido la retina de los espectadores. Lo cierto es que la feria es popular por la gran afluencia de pueblo que se divierte a su manera    Lo admirable, es que la feria prende las luces de la alegría en los rostros de quienes vivimos en esta ciudad y de los visitantes apreciándose sin mayor esfuerzo, que vivimos y sentimos la feria como algo nuestro, así sea como caminantes y miembros de la familia miranda por la carrera 23. La feria es un relax, un refresco en el camino, un descanso en el oasis del desierto como preámbulo para enfrentar en el decurso del nuevo año las oportunidades de realizar los sueños como futura realización. Que viva la feria, porque la vida es una rumba, como lo pregonan los hedonistas.  Que viva la rumba.
Cordialmente
Elceario de J. Arias Aristizábal

Balas de cañón
Señor director:

He dedicado mis historias en Facebook a los Gonzaga con algún desempeño significativo: deporte Down hill, senador, médico escritor, columnistas de La Patria, rector U. Autónoma Manizales, corredores Dakar, representantes a la cámara, arzobispo, directora comité inter-gremial Caldas, director Corpocaldas, gerente Pacífico III, gerente La Patria, director Niños de los andes Manizales, miembro comité cafetero y representante en comité nal., ingeniero civil investigador infraestructura pavimentos, gerente la Luker, actriz y cantante, médica que atendió con 12 asesores la pandemia, rector U. Autónoma Colombia, gerente sentido común y  “depende de mí”, epidemiólogo secretaría salud Caldas., periodista experto moda internacional, veterinario presidente comité ganaderos, médico deportólogo, gerente Camacol Bogotá, gerente Inficaldas,  gerente Peoplecontact, abogada Fenalco Bolívar, líder abastecimiento de frutas.
El jesuita Roberto Jaramillo de quien encontré un video titulado “balas de cañón” que llamó mucho mi atención. Lo vi. Ignacio de Loyola fue herido en la batalla de Pamplona por una bala de cañón que lo llevó en su convalecencia a realizar un cambio total de vida y dedicarse a Dios y a la compañía de Jesús que él fundó. Roberto presenta dos balas de cañón personales que fueron: los ejercicios espirituales de 5 días que hizo en 11º grado donde sintió el llamado de Dios a entrar en la compañía de Jesús; y el contacto directo con los pobres y marginados que lo condujo a estar siempre en su trabajo jesuita en la perspectiva social de la justicia y la solidaridad para elevar la dignidad humana. Al final, Roberto pregunta: ¿cuáles son tus balas de cañón? Y quise responder esta pregunta. En mi caso es como contradicción.
Yo ingresé al seminario sin que me hubiera ocurrido ninguna bala de cañón, pero en los años de teología me ocurrió una situación personal (bala de cañón), tema propio de confesonario que me llevó a oír la voz de Dios para no ordenarme y mejor buscar otro camino. Y el hecho de haberle aceptado al Padre Rector del instituto de Ibagué dictarle una clase de un tema para mi desconocido con la condición de que me diera una buena bibliografía “Sociología de La educación” (otra bala de cañón), me hizo gustar mucho el ser profesor. Y, casado en Armero ya había conseguido ser profesor de religión en el colegio San Luis Gonzaga. Y como Roberto, ahora te pregunto querido lector: ¿cuáles son tus balas de cañón?
¿Qué experiencias has tenido que te han llevado a cambiar algo en tu vida de una manera positiva? Recuerda que cuando a uno le sucede algo desagradable, la pregunta no es por ¿qué a mí, sino para qué a mí? Cómo ansío que a muchos colombianos, dedicados al narcotráfico, violencia, delincuencia, les sucedieran unas balas de cañón que los condujeran a dejar ese modo de vida, y dedicarse a trabajar, amar y construir una sociedad más humana y digna.
Alirio De Los Ríos Flórez. 

Los jóvenes son la esperanza
Señor director:

 Todo parece indicar que la política, para quienes tienen pensamientos retrógrados o intereses creados, no es algo dinámico, sino la concepción de poder como algo que no es competitivo, porque las palancas del poder son inamovibles y se convierten en privilegios personales, familiares o de tradiciones intransferibles de clase, cerrándoles las puertas de acceso a quienes no tienen las llaves de ingreso por sus condición de no estar alineados para ser ungidos como candidatos a cualquier cargo de responsabilidad política. Los dueños del poder se enquistan en el sistema político como amos y señores creyéndose eternos e inmortales y, en consecuencia, insustituibles. De ahí, que la renovación política, no es más que un anhelo en el espejismo de la democracia. con muy pocas probabilidades de llegar a una realidad. Se habla de oxigenar la política, con vocablos tan significativos como democracia, que no deja de ser un aliño en el contexto teórico, como parte de la demagogia, en un   contexto social en el cual el analfabetismo político es el arma más poderosa de quienes se autocalifican como líderes con dotes superiores sin rivales que les disputen el poder de caciques ab aeterno.  
Algunos seres humanos se trepan a la atalaya del poder y desde allí en medio de su megalomanía, pareciera que el mundo político estuviera habitado por liliputienses que están excluidos de la competencia, ignorando que: “No hay en enemigo pequeño”.
Manizales, una ciudad universitaria, una ciudad académica, reconocida en el ámbito intelectual, con patrimonio propio en el mundo del pensamiento, de las ideas, con perfil internacional, no puede seguir siendo administrada por quienes siendo muy importantes y representativos, deben aceptar en honor a la democracia, que  ya es tiempo que se permita ensayar estilos de personas jóvenes que tienen miradas y posturas diferentes de ciudad y una cosmovisión quizás más  impregnada de equidad y de justicia, en donde todos tenemos derecho a vivir con dignidad, en una sociedad que requiere cambios muy significativos ya que quienes han gobernado prometen y prometen, pero siempre el conejo salta después de ser elegidos y los programas quedan sin ejecuciones.
Los jóvenes están llenos de sueños, pletóricos de buenas intenciones, de anhelos, hacen parte de las nuevas generaciones, son personas sin recorrido político, inexpertos sí, pero no torpes, ni lerdos para leer el futuro, descontaminados, personas de desafíos, con formación académica, sangre nueva y muchos deseos de servirle a su ciudad, al departamento y a la sociedad en general. No podemos seguir pensando que los jóvenes no tienen futuro, con conceptos a priori que descalifican premeditadamente el accionar de las nuevas generaciones creyéndolos ineptos para ejercer el poder, como argumentos falaces para cerrar las puestas a quienes inevitablemente pasarán a la vanguardia tarde o temprano, querámoslo o no. Son ellos, los jóvenes, los que deberán estar libres de marrullerías, de trapisondas, corruptelas, mañas, manipulaciones, coimas y otras debilidades que han contaminado el ejercicio de la política colombiana.
¿Por qué no aceptar que las generaciones se marchitan, que llegan otras a ocupar las posiciones de mando, de relevancia, con nuevos bríos, con sangre nueva, con estilos diferentes, con nuevos liderazgos, con perspectivas y panoramas distintos, con innovaciones que transforman, que plantean soluciones a su manera con originalidad, con sinceridad y buenas intenciones ? Los mayores tenemos pasado, los jóvenes futuro.              
Dejemos que germine la semilla de la esperanza, dando los buenos días a un nuevo amanecer político, y ese nuevo amanecer político son las nuevas generaciones, representadas en los jóvenes quienes tienen un compromiso con la historia. ¿Qué tiene de malo un Carlos Mario Marín en la Alcaldía de la ciudad?   
 Elceario de J. Arias Aristizábal

Blanco desacertado
Señor director:

El autor español Alejandro Macarrón viene desde los últimos dos años dedicando sus escritos a la tasa de natalidad y mortalidad en la población española.
El problema radica en que a raíz de los claros problemas demográficos presentados en el presente país; que registró la mayor estadística de mortalidad en su historia, Macarrón se tomó el atrevimiento de criticar de manera desmedida a la juventud a nivel mundial, tildando de suicida a la sociedad que según él “no quiere tener hijos”.
Estas afirmaciones denigrantes del presente autor, resultan muy ofensivas para dicho grupo de personas, en primer lugar por las palabras inapropiadas de Macarrón, pero adicionalmente, porque al ser parte de la generación que más aportó a que este mundo fuera menos habitable, cosa que avanza con los años, es un hecho que lo ubica ciertamente fuera de lugar para criticar a aquel joven que mantiene su cordura.
No es un secreto para nadie que las personas somos artífices del deterioro del planeta y a medida que avanzan las generaciones, más deben sufrir los niños libres de culpa, con lo cual, un ser humano con algo de consideración por la vida, debe encontrar incorrecto traer a una criatura al mundo, en especial si no está en capacidad de darle una vida digna, ya que para garantizar que en la potencial necesidad que rige el mundo un niño pueda vivir dignamente, se debe tener una posición muy alta principalmente a nivel económico.
Encuentro pues una incoherencia en las palabras de Alejandro Macarrón, y una falta de respeto en sus declaraciones hacia una juventud que se ve actualmente atada a las consecuencias que desde hace años nosotros mismos como humanidad venimos construyendo.
Atentamente,
Mauricio Villada Cardona

¿Sinónimos?
Señor director:

Eduardo García Aguilar, escritor manizaleño de talla internacional (ha vivido en Estados Unidos, Méjico y París, y ha viajado por la ceca y la meca) no ha recibido la consideración y valoración que merece; eppur si muove, “ y sin embargo se mueve” en el mundo literario. Sostiene una columna en La Patria los domingos y su lectura cautiva, es amena, instruye y plantea tesis importantes en el campo del pensamiento, de la cultura y de la política.
El último día del año 2022, el 31 de diciembre, el periódico de casa publicó un escrito de García Aguilar, artículo que lleva por título En la tumba de Lenin, muy interesante y “entretenido” (quizás mejor, entretenedor), pero revelador de que Eduardo no conoce mucho de caballos. Y no tiene por qué saber de ellos, dedicado como está al universo de las letras y de la cultura.
El principal indicio de que es lego en materias equinas es lo que afirma en la columna: “… esos monarcas de las planicies mongolas y siberianas que hace milenios recorrían a gran velocidad el territorio sobre magníficos alazanes criados en Samarcanda, Yakutia, Kiev o Nobosibirsk (sic)”.
 Vayamos por partes, como Jack el Destripador. Primero, no es seguro “que hace milenios… “. En efecto, Mongolia fue unificada en el siglo XII de la era cristiana bajo el caudillaje de Gengis Jan; Tamerlán, caudillo tártaro, reconstruyó un gran imperio en el Asia Central, en el siglo XIV después de Cristo. Los tártaros, tribu mongol, tras las invasiones dirigidas por Gangis Jan, se unieron a los turcos y formaron la Horda de Oro; se establecieron desde el siglo XIV en el Sur de Rusia y Asia Menor. Esto se colige de la lectura del Diccionario enciclopédico básico Salvat/uno.
 Segundo, no está por demás dudar de que los caballos mongoles se desplazaban a gran velocidad. No eran purasangre ingleses, ni siquiera cuarto-de-milla; eran una raza rústica y nada atractiva en cuanto a belleza, y se caracterizaban por ser más resistentes que rápidos.
 Tercero, de magníficos, ni tanto honor ni tanta indignidad. Magníficos en cuanto a resistencia, ordinarios y de baja calidad en otros aspectos importantes.
 Cuarto, lo más notable en el artículo de nuestro Eduardo: alazanes no es un término sinónimo de caballos. Este error lo cometió otro columnista del diario manizaleño hace algunos años. Alazán es una capa o manto de los equinos, esto es, un color, el color rojizo semejante al de la canela. El pelo, la crin (o las crines) y la cola han de ser de este color, que admite variaciones: alazán tostado, alazán quemado, alazán claro, etc. La mejor explicación del color alazán se encuentra en el extraordinario estudio realizado por don Guillermo Londoño Morales, fundador y presidente de la Federación Colombiana de Vaquería, deporte ecuestre extremo pero muy bonito, y fundador y propietario de la Talabartería Guillermo Londoño, en Medellín. Entre paréntesis, gran señor, amigo noble y escritor castizo y ameno. Su libro, hermosamente ilustrado, se intitula Los caballos y sus colores.
 Cuenta le leyenda beduina que el Profeta Mahoma decía que si le presentaran en fila todos los caballos árabes, quiero decir ejemplares de todas las capas, mantos o colores, él escogería el alazán. Y razón no le faltaba. Aquí, en la vereda La Florida, de Villamaría, primero en Pesebreras Santa Cruz y luego en el Criadero La Florida, cerca de Gallinazo, estuvo estabulado Califa, potro alazán tostado de pura raza árabe. En Santa Cruz empezó a domarlo el montador William; en el criadero terminó de educarlo el montador Mauricio Suárez, quien me dejó montarlo dos veces: la primera en el picadero redondo y cubierto, el torno; la segunda en el picadero al aire libre o corral grande o pista, y en la carretera destapada. Sobre el piso del torno parecía una alfombra mágica, dado que el caballo árabe se mueve como el antílope (concepto de don Diego Castaño Ospina, criador y adiestrador de árabes en Viterbo, Caldas); sobre la arena de la pista y en la carretera me pareció aceptablemente suave y manejable. Se lo llevaron para una finca en la vereda de El Pindo, de Villamaría. ¡Ese cojudo era una belleza!
Don Cecilio Rojas