Fotos I Cortesía LuisAlfredo Cuestaa y Nicolás Agudelo I LA PATRIA
Con el proyecto de cultural se busca hacer visible procesos alrededor de la construcción de paz desde la escuela. Así el colegio resalta con la promoción artística.
En su más reciente creación el grupo teatral del colegio Cristo Rey, de Belalcázar, presentó Pinocho: el circo de las sombras. Su protagonista principal es Nicolás Arcila, del grado 8-B, quien con sus compañeros ve la opción de mejorar en expresión, convivencia, cultura general y artes.
Semillas de Cristo Rey es un proyecto que nació en el 2018. Su director es Luis Alfredo Cuesta. "Es un proceso de formación artística y cultural. El propósito es hacer visible lo que desarrollamos alrededor de la construcción de paz desde la escuela".
Pinocho: el circo de las sombras es una creación del Semillero de teatro de la Institución Educativa Cristo Rey, de BelalcázarPinocho, protagonizado por Nicolás Arcila y Pepe Grillo, por Marisol Ochoa.
Pinocho o Nicolás Arcila comenta: "Me uní al grupo para desarrollar habilidades, lo que me ha permitido perder el miedo al público. También, expresarme mejor y convivir de mejor manera con mis compañeros".
En Pinocho: el circo de las sombras, la agrupación abordó temas del conflicto armado y la pérdida de la inocencia, en lo que considera un tejido narrativo y simbólico que invita a reflexionar sobre la verdad, la libertad y la reconciliación.
Espejos
El director expresa: "Esta obra, construida desde la investigación escolar y el diálogo con la memoria histórica, se convirtió en un espejo para los estudiantes y el público, revelando cómo el arte puede ser un vehículo para sanar heridas colectivas y fortalecer el tejido social".

La Niña, en la obra teatral, es Sara Vargas.
Sara Vargas, del grado 6-A, forma parte del elenco. Ella protagoniza a la Niña. Resalta: "Entré al proyecto para ampliar mis conocimientos sobre la cultura y las artes".
El profesor Cuesta añade que Semillas de Cristo Rey transforma los escenarios en aulas vivas, donde el teatro, la creación y la palabra se convierten en herramientas de formación, reflexión y construcción de paz.
Agrega: "Este proceso pedagógico y artístico, apoyado durante dos años consecutivos por el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes, ha permitido que niños, niñas y jóvenes encuentren en el arte una forma de expresión, un refugio emocional y un espacio para pensar el país desde la esperanza".
Asegura que el impacto del plan trasciende el escenario, ya que forma actores, ciudadanos sensibles, críticos y comprometidos con la paz de Colombia. "Desde las aulas hasta los teatros, este movimiento cultural demuestra que cuando el arte se siembra en la escuela, germina una nueva forma de educación: una educación que enseña a sentir, pensar y construir un futuro más humano", dice el maestro.
Sara Vargas o la Niña en Pinocho, concluye: "Estar en el Semillero es contar con una base de conocimiento muy amplio, no solo en las artes sino también en las realidades que vive Colombia, y en especial los niños y los jóvenes que han sufrido el conflicto".
El Festival

El proyecto Semillas de Cristo Rey, del colegio Cristo Rey de Belalcázar, dio vida al Festival de Teatro Belalcázar en Escena, que reúne a a instituciones, artistas y comunidades bajo un mismo lema: “El arte como espacio de socialización y promoción de una educación para la paz desde la escuela”.
Su director, el profesor Luis Alfredo Cuesta, indica que el Festival se ha consolidado como una plataforma cultural y pedagógica que impulsa el talento local y fomenta la convivencia escolar con el propósito de mostrar que la educación artística puede transformar realidades.