La celebración del Amor y la Amistad se vive con entusiasmo y con ventas. Comerciantes formales e informales instalan sus carpas en el Parque de Bolívar durante dos días para exhibir flores, chocolates, peluches y otros detalles que atraen a los compradores.

Fotos |Julián García | LA PATRIA La celebración del Amor y la Amistad se vive con entusiasmo y con ventas. Comerciantes formales e informales instalan sus carpas en el Parque de Bolívar durante dos días para exhibir flores, chocolates, peluches y otros detalles que atraen a los compradores.

En septiembre, el Parque de Bolívar de Chinchiná, Caldas, deja de ser un simple lugar de encuentro cotidiano y se viste de colores, aromas y sonidos para convertirse en la feria del amor.

Bajo carpas plásticas se instalan cerca de 80 vendedores formales e informales para ofrecer con entusiasmo flores, chocolates, peluches y toda clase de detalles pensados para la celebración de Amor y Amistad.

Pero detrás de cada puesto no solo hay mercancía: también se esconden historias de vida, de lucha y de sueños que se entrelazan con esta celebración

Con esfuerzo

Claudia Patricia Betancurt y su esposo, Jhon Edwin Castaño, encontraron en esta temporada un salvavidas económico. Desde hace dos años participan en la feria. Claudia tiene un emprendimiento de manualidades que lleva seis años en la vereda La Floresta. Cada vez que se anuncia la feria empacan cuidadosamente sus productos y viajan cerca de 30 minutos hasta el casco urbano.


Emprender es duro, darse a conocer es complicado, pero esta feria es una oportunidad para mostrar lo que hacemos”, comenta mientras organiza flores y muñecos que confeccionó la noche anterior.

Ella es ama de casa y aprendió por medio de internet a elaborar pulseras y detalles artesanales. Su esposo trabaja en celaduría, y juntos han convertido estas ventas en un ingreso extra que ayuda a sostener su hogar. Para muchos, además de ingreso, la feria ha representado encuentros, amistades y hasta nuevas historias. 

 

Lea más: Los chocolates, la primera opción para regalar en Amor y Amistad, según Fenalco, conozca otras alternativas

 

Claudia y su esposo no solo comparten una vida, sino un emprendimiento con el que exhiben sus manualidades.

Respiro económico

La feria del Amor y la Amistad es, para decenas de comerciantes, un respiro. Jorge Londoño lo resume bien: “aquí no tenemos sueldo fijo, por eso estas temporadas son vitales. Dice que en ese fin de semana se pueden vender entre $2 y 3 millones.

Algunos vendedores se preparan con semanas de anticipación. viajan a Pereira o Medellín para conseguir mercancía más económica y diseñan estrategias de ventas.

Claudia Patricia explica que sus productos más apetecidos son las flores eternas, hechas en cinta y decoradas con esmero. 

Además del componente económico, el parque cambia su atmósfera. Música, luces, olores dulces y colores vivos convierten la plaza en una miniferia.

Andrea Cañas, una joven que cada año compra allí el regalo para su pareja, asegura: “Me gusta porque todo es de vendedores locales, se siente más auténtico”.

Claudia Patricia, en medio de risas, comenta que lo que más recomiendan como regalo son flores y peluches. Según ella, los hombres suelen comprar flores y las mujeres se inclinan por llaveros, tazas y peluches.

Apoyo

La Alcaldía dispone de carpas gratuitas para que los vendedores instalen sus puestos. Desde el sábado en la mañana hasta la medianoche del domingo, el Parque Bolívar se llena de vida.

Sonia Castaño, vendedora de artesanías, asegura que gracias a lo recaudado podrá pagar deudas y comprar nuevos insumos: “Hacemos todo con amor. Cada detalle lleva nuestro esfuerzo”.

Sin embargo, también hay retos: el transporte de los productos desde las veredas, la competencia con precios bajos y la inestabilidad de las ventas. Aun así, muchos apuestan por invertir. Sonia calcula que destinó unos $2 millones en insumos para esta temporada.

 

Los peluches y los globos también hicieron parte de las opciones.

Significado

El tipo de obsequio también habla de quien lo da. Para Carolina Marín, un peluche grande suele reflejar una relación nueva e intensa, mientras que los detalles pequeños suelen corresponder a parejas con más años de convivencia.

Muchos compradores prefieren adquirir sus regalos en las carpas y no en las tiendas, valorando el toque artesanal y el apoyo a quienes día a día luchan por salir adelante.

Claudia Patricia recuerda que esta feria tiene más de 30 años de tradición y que en cada edición la emoción se siente: “Los niños corren entre los puestos, los adolescentes miran con curiosidad, algunos con sonrisa y otros con nostalgia. La atmósfera es distinta”. 

Incluso, la Taza de Café más grande de Colombia, símbolo de Chinchiná, fue decorada con motivos alusivos al Amor y la Amistad, reforzando la identidad local.

Impacto

La microeconomía de la feria no solo beneficia a los vendedores de flores y peluches. También dinamiza sectores como el transporte de mercancías, las papelerías que venden etiquetas y envoltorios, e incluso la comida rápida, gracias al aumento de visitantes.

Según cálculos informales de los comerciantes, un puesto puede generar entre $500 mil y $2 millones en los dos días de la feria, dependiendo de la ubicación y de los productos. Para muchos hogares, esto significa una entrada clave.

Valentina Giraldo, propietaria del almacén Mundo del Hogar, explica que participar en la feria es una forma de impulsar sus productos y continuar una tradición familiar: “Es un espacio para crecer y darnos a conocer”.

Tradición y cambios

Luis Guillermo Molina recuerda que hace 35 años las celebraciones eran distintas: “Uno salía a bailar, invitaba a almorzar y regalaba un peluche. Hoy muchos dicen que no hay plata y se perdió la costumbre de celebrar”.

Sin embargo, también reconoce que la feria es una forma de mantener viva la tradición y adaptarla a los tiempos actuales.

Hoy en día, algunos compran regalos por compromiso, otros por costumbre, y no faltan quienes lo hacen para sí mismos, como símbolo de autocuidado o cierre de ciclos. Los comerciantes se anticiparon a celebrar esta fecha los días 13 y 14 de este mes y sacaron al parque sus productos. 

Sonia, mientras acomoda un osito con moño rojo en su puesto, concluye con sencillez: “Esto nos da esperanza”. En Chinchiná, el amor no solo se celebra: también se trabaja, se vende, se regala y se sueña.

 

La Taza de Café de Chinchiná fue decorada para la ocasión.

 

¿Qué prefiere que le regale?

Luis Guillermo Molina

Amor y paz.

María Mercedes Arias

Amor y dulces.

Yury Bravo

Un peluche de delfín.

Carmenza Soto

Amor, amistad y flores.

Enrique Soto

Un peluche y chocolatinas.

Sandra María Pachón

Un día de spa y relajación.

Ligia Ríos

Muchas flores.

 

 


Haga clic aquí y encuentre más información de LA PATRIA. Síganos en FacebookInstagramYouTubeXSpotifyTikTok y nuestro canal de WhatsApp, para que reciba noticias de última hora y más contenidos.

 

Temas Destacados (etiquetas)