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El presunto extorsionista le exigía dinero y un celular a su víctima para no exponerla ni dañar su reputación.
En Chinchiná se adelanta el juicio contra Luis, un joven señalado de extorsionar a un religioso, a quien le exigió dinero para no exponer unas fotos íntimas ni señalarlo de ser un pederasta.
La historia arranca con el hurto de un celular en el 2016. El señalado conoció al hombre y tras ganarse su confianza, le pidió un día que lo llevara desde Manizales al municipio vecino.
Él accedió y lo transportó junto con otro amigo del presunto extorsionista. Al llegar a Chinchiná, le pidieron que los llevara a dar una vuelta, luego le comentaron que tenían hambre, pero la víctima sostuvo que debía cumplir con otros compromisos y no podía.
El religioso detuvo su carro. El que iba como copiloto, le arrebató el celular, mientras que el que se sentó en la parte trasera, le cogió la billetera y unos documentos, para luego huir. Luego acudió ante las autoridades y los denunció por hurto.
Un año después
El hombre afectado no volvió a saber de los muchachos, sino hasta octubre del 2017. Desde un perfil falso de Facebook empezaron a escribirle y a exigirle dinero para no publicar unas fotos íntimas que tenía en el celular, así como para no dañarle la reputación tildándolo de pederasta.
Así acordó empezar a darles dinero y se llevó la sorpresa cuando se encontró con el propietario del perfil falso: Luis. Entre noviembre y diciembre de ese año le entregó personalmente y por transferencias, $410 mil.
Las presiones no cesaron y el supuesto extorsionista le pidió $100 mil y un celular nuevo. Cansado, humillado y temeroso, la víctima acudió al Gaula de la Policía, denunció y se acordó una entrega controlada, es decir, una redada.
La cita sería en espacio público de Chinchiná. En el momento que recibía el dinero, los investigadores lo abordaron con el dinero en su poder, quedó en manos de la Fiscalía y le imputaron cargos por intento de extorsión agravada.
En lo que va
Ante la negativa a aceptar cargos, continuó el proceso judicial ante un juzgado de Chinchiná y ahora se adelanta el juicio oral, que arrancó el pasado 12 de septiembre. Este delito contempla penas de prisión entre 4 y 20 años.
Rompa el miedo
- Instruya a su familia y personas cercanas para que no entreguen información sobre sus rutinas.
- No entregue sus datos personales en sitios públicos.
- Verifique la identidad de las personas que lo abordan a nombre de alguna entidad.
- Esté atento al tono de voz de quien le habla, cómo se identifica, sonidos de fondo y otros detalles.
- Denuncie ante el Gaula al 165 o al 123 de la Policía.