
Foto | Cortesía | LA PATRIA | PEREIRA |
Pereira fue escenario del Congreso Colombiano de Medicina Física y Rehabilitación, realizado en Expofuturo. Allí se expuso un traje para pacientes con esclerosis
Pereira fue escenario del Congreso Colombiano de Medicina Física y Rehabilitación, realizado en Expofuturo.
Allí se hicieron presentes especialistas, profesionales en formación y pacientes para enterarse de las vanguardias en el mundo médico.
Aprovechando el congreso, la multinacional Ottobock presentó el Exopulse Mollii Suit, un traje de neuromodulación que promete transformar la vida de personas con esclerosis múltiple, parálisis cerebral e ictus.
El traje funciona mediante neuromodulación con estimulación eléctrica, aplicada a través de 58 electrodos distribuidos por el cuerpo, lo que permite relajar la rigidez muscular y mejorar la movilidad.
Cada sesión tiene una duración de 60 minutos y los efectos terapéuticos pueden extenderse entre 24 y 36 horas, según la respuesta del paciente.
La voz del especialista: “darle un respiro al sistema nervioso”
El fisiatra Juan Manuel Guevara Zárate, asesor clínico de Ottobock Latinoamérica, explicó que este traje abre una ventana de posibilidades en la rehabilitación neurológica.
“Acciones cotidianas como tomar una taza de café son más complejas de lo que parecen. Requieren coordinación fina entre distintos grupos musculares. En pacientes con espasticidad esa armonía se pierde, y tareas básicas se vuelven imposibles. Lo que hace el Exopulse es devolver esa capacidad de control, ayudar a que el cuerpo vuelva a responder de manera más natural”, señaló.
La espasticidad es un síntoma incapacitante que afecta a pacientes con esclerosis múltiple, parálisis cerebral e ictus.
Cada sesión dura aproximadamente una hora, y los efectos pueden mantenerse entre 24 y 36 horas. En algunos casos, incluso más.
“Es como darle un respiro al sistema nervioso para que el paciente pueda reencontrarse con su movimiento”, añadió el especialista.
El testimonio del paciente: “Sentí menos rigidez, más vida”
El lanzamiento en Pereira tuvo un protagonista: César Garavito, ingeniero mecánico bogotano diagnosticado con esclerosis múltiple hace 16 años.
La enfermedad, que inició con vértigos, pérdida de audición y disminución de la sensibilidad en las manos, progresó hasta comprometer gravemente su movilidad.
“Perdí alrededor del 70 % de fuerza y de movilidad en las piernas. Aunque puedo caminar con bastones canadienses, algunos movimientos cuestan muchísimo más trabajo”, relató Garavito, quien además enfrenta episodios de espasticidad, una rigidez que dificulta el movimiento y genera dolor.
“La espasticidad afecta a millones de personas en el mundo. Impacta actividades básicas como caminar, vestirse o dormir, y puede derivar en complicaciones físicas, psicológicas y sociales si no se trata adecuadamente”, explicaron desde Ottobock.
Garavito aseguró que el traje ha tenido un efecto inmediato: “Llevo un mes de uso, con cuatro sesiones. Cada vez que me lo pongo siento beneficios casi inmediatos en mis movimientos y una reducción de la fatiga. Los efectos me duran más de 72 horas, lo cual me da esperanza de recuperar calidad de vida”.
Garavito agregó que, más allá de la mejoría física, la experiencia le devolvió confianza, y también le mejoró su salud mental.
“Uno se acostumbra a que el cuerpo ya no responde, a depender de los demás hasta para cosas simples. Esto me devolvió la esperanza. Es volver a pensar que puedo tener autonomía y recuperar calidad de vida”, agregó.
Su entorno familiar también ha mejorado con su nuevo tratamiento. Sus hermanos, sus padres, su esposa y su hija también alimentan la esperanza de verlo mejor.
“Mi hija de 14 años siempre ha vivido preocupada por mi enfermedad. Verme mejorar la fortalece y le da esperanza. No solo yo gano movilidad, también mi familia recupera tranquilidad”.
Colombia, pionero en la región
Según Guevara, la elección de Colombia como el primer país de Suramérica en recibir esta tecnología se debe a su trayectoria en rehabilitación interdisciplinaria y a la apertura en la adopción de innovaciones médicas.
“Uno de los objetivos del Exopulse Molli Suit es empoderar a las personas a través de su independencia funcional, y Colombia cuenta con un modelo de salud que integra diferentes especialidades en la rehabilitación. Esto nos convierte en un escenario ideal para su implementación”, aseguró el especialista.
La proyección de Ottobock contempla que en 2026 el dispositivo llegue también a Brasil, Chile y Perú, acompañado de programas de formación médica especializada y protocolos clínicos.
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