“La visión nace limitada y necesita un ojo completamente sano para desarrollarse. Por eso cada persona requiere revisiones desde el primer año de vida, porque detectar tarde cualquier alteración visual crea daños difíciles de revertir, lo que afecta a la familia, la productividad y a toda la sociedad”.

La premisa anterior es del oftalmólogo Hugo Hernán Ocampo Domínguez, especialista en retina de la Universidad del Valle, presidente de la Sociedad Colombiana de Oftalmología (Socoftal).

El profesional advirtió que la salud visual tiene un lugar determinante en el bienestar físico, académico y laboral. Según el experto, el desarrollo de la visión ocurre durante los primeros años y depende de estímulos adecuados y de ojos sanos. Por eso la revisión temprana evita problemas como la ambliopía, que limita la función visual pese a haber un ojo anatómicamente normal.

“Muchos niños crecen sin detectárseles defectos o problemas de alineación. Y cuando las familias lo notan, ya no existe margen suficiente para lograr un desarrollo visual normal. Por eso la evaluación dentro del primer año resulta una obligación para cualquier sociedad responsable”, dijo Ocampo.

El especialista agregó que revisar la visión en la infancia disminuye costos posteriores en gafas, tratamientos y terapias. Estar bien mejora la capacidad escolar y reduce la carga social que generan quienes no ven adecuadamente.

Más educación

“Muchos creen que los médicos aprenden ampliamente sobre los ojos, pero la formación suele limitarse a diez días. Este vacío favorece diagnósticos tardíos, especialmente en zonas rurales donde hay pocos profesionales capacitados. Sin herramientas para reconocer señales tempranas en los pacientes, estos enfrentan pérdidas visuales evitables”, precisó el oftalmólogo.

El profesional insistió en que detectar temprano siempre resulta más económico y efectivo que reparar el daño. La prevención, según él, exige educar a las familias, a los médicos generales y a los especialistas. Muchos sistemas de salud insisten en corregir tarde, aunque tratar antes cuesta menos, mejora los resultados y evita que enfermedades silenciosas progresen sin síntomas evidentes.

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Los defectos refractivos (cuando el ojo no enfoca bien la luz y la imagen no se ve nítida) y las cataratas (cristalino que se vuelve opaco), explicó Ocampo, representan las causas más frecuentes de pérdida visual y tienen origen hereditario. Cuando estos problemas no se detectan en niños, la visión no se desarrolla correctamente y los daños se vuelven irreversibles.

“Existen enfermedades que nadie puede revertir, como los daños retinales por diabetes, hipertensión o degeneración macular. La retina no se trasplanta ni se regenera; así que conocer sus señales se vuelve esencial. Si logramos encontrarlas pronto, los tratamientos funcionan mejor y reducen la discapacidad visual en edades avanzadas”, explicó.

¡A cuidarse!

Las campañas comunitarias, los medios de comunicación y las redes sociales son hoy, según Ocampo, aliados para enseñar autocuidado visual. Sin información accesible, la población no reconoce advertencias tempranas, consulta tarde y enfrenta tratamientos más costosos y con peores resultados.

“El autochequeo visual funciona como el autoexamen de seno. Taparse un ojo y luego el otro, observando una línea recta, permite notar manchas o torceduras. Si aparece cualquier cambio, ese día debe consultarse al oftalmólogo u optómetra. Las enfermedades visuales no duelen y cuando duele, ya es demasiado tarde”, concluyó el profesional.

Lo que dice la OMS

La visión es, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el más dominante de los sentidos. Esta desempeña un papel fundamental en cada faceta y etapa de la vida. Sin ella costaría realizar las tareas diarias.

"La discapacidad visual se produce cuando una afección ocular afecta al sistema visual y a sus funciones relacionadas con la visión. Todos nosotros, si vivimos lo suficiente, experimentaremos -al menos- una afección ocular a lo largo de nuestra vida que requerirá una atención adecuada", subraya la entidad internacional.

Esa discapacidad y/o sus consecuencias "pueden mitigarse mediante el acceso oportuno a una atención oftálmica de calidad". Lo lamentable es que muchas personas no tienen cómo darse cuenta de ella.

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