Fotos I Cortesía Manuel Valencia I LA PATRIAManuel Valencia soñó en el 2012 con correr por La Dorada-zona rural de Victoria-Norcasia, el corregimiento de Berlín y la Laguna de San Diego. Se creía que eran 71 kilómetros. Al final, quedó claro que son 80. Lo logró en compañia de Luis Alberto Guaranguay. 

Fotos I Cortesía Manuel Valencia I LA PATRIAManuel Valencia soñó en el 2012 con correr por La Dorada-zona rural de Victoria-Norcasia, el corregimiento de Berlín y la Laguna de San Diego. Se creía que eran 71 kilómetros. Al final, quedó claro que son 80. Lo logró en compañia de Luis Alberto Guaranguay. 

La meta está cumplida. Manuel Valencia tenía un sueño desde el 2012: correr entre La Dorada, municipio donde vive, y la laguna de San Diego, en Samaná.

Para hacerlo debía pasar por territorios, urbanos y rurales, de las cuatro poblaciones que integran el Magdalena Caldense: La Dorada, Victoria, Norcasia y Samaná.

Este sábado 27 de septiembre del 2025 lo consiguió.

Manuel Valencia a continuación cuenta, en primera persona, la historia de su hazaña:

 

Punto de partida

“Min nombre es Manuel Valencia. Además de ser deportista, soy fotógrafo, camarógrafo, árbitro de fútbol y desarrollo labores periodísticas.

Para el diario LA PATRIA realicé un artículo que hablaba de un estudio de Gaia Energy, una empresa canadiense para la explotación del uranio, en la región entre San Diego y Florencia. Eso hace 13 años. En ese momento de mi vida conocí la laguna de San Diego. Me enamoré de su belleza y empecé a visitarla, tres fui en bicicleta, me propuse hacerlo trotando, un recorrido de casi 80 kilómetros.

Hace dos años empecé a entrenar con el propósito de lograr el reto personal y lo programé para hacerlo el 20 de julio de este año.

Erwin Arias, exalcalde de La Dorada y exrepresentante a la Cámara, me motivó para hacer viral el reto. Y pensando en una causa para hacer huella me propuse llevarlo a cabo con el fin de incentivar el turismo en la región y sobre todo del lugar donde iba a ser mi meta.

El jefe de prensa de la Administración municipal de La Dorada, Heibert Yesid Linares, me incentivó para que lo cumpliera el 27 de septiembre, que es el Día Internacional del Turismo.

Así mismo, el alcalde del puerto caldense, Fredy Saldaña, me respaldó en esta iniciativa. La idea era que se sumarán otros cuatro alcaldes del oriente de Caldas. Al final, solo el mandatario de los doradenses me acompañó, motivando y haciendo con este reto el lanzamiento del 12° Carnaval del Río y el Sol.
 

Rumbo a la aventura

La madrugada del 27 de septiembre del 2025 estuvo lluviosa. Por eso, la programación para la salida, prevista para las 4:00 a.m. desde el Malecón Dorada, se retardo media hora.


Ya listos Luis Alberto, un joven de 39 años perteneciente a la Fuerza Aérea en Palanquero, se motivó a hacerlo y también.

Estaba listo para la partida, en ese punto turístico, acompañado de mi esposa, Margot García Gallego; mi cuñada Viviana, y unos amigas y amigos que nos siguieron en motocicletas.

Partimos en medio de una suave lluvia y nos dirigimos por la carrera 2a hacia la el norte de la ciudad, justo por doonde se toma la vía que nos lleva al municipio de Norcasia y Berlín y San Diego, estos dos últimos corregimientos de Samaná.

En el barrio Primavera se acaba la parte urbana de la ciudad y a esa hora queda completamente oscuro. Gracias a las luces de las motos se podía ver la carretera.


Luis Alberto sacó su linterna del morral, que nos ayudaba a iluminar el camino mojado por la lluvia.
Llegamos al río Doña Juana, luego pasamos por el río Pontoná, sector del balneario Bailongo. Llegamos al kilómetro 12, donde se inicia el municipio de Victoria.

La tenue luz de la aurora, en esa hora de la madrugada, ayudaba a observar la carretera, y todo adornado con un hermoso color celeste en el cielo.

En el 15

Llegamos a las 6 AM al sitio conocido como la virgen en el K 15. Pasamos por la vereda Moscovita, donde alcanzamos los 50 kilómetros de recorrido.

Llegamos a Berlín a la 1:00 p.m. En ese sitio con el sonido de un claxon del vehículo, nos animaba a tomar la vía a San Diego en la Y. Eeran mi hija Mónica, mi hijo Fernando, mis nietos Santiago y Felicidad, quienes nos brindaro de esa manera una motivación extra en el recorrido.

55 Kilómetros marcaba el sitio al lado por la Y. Continuamos por una vía más angosta, pero pavimentada. En el descenso se sentía frescura por la cantidad de árboles en el camino.

El paso se hizo más intenso aprovechando la bajada que hacía que la velocidad se incrementará.

Faltando 13 kilómetros, mi hija Mónica se alistó y nos acompañó en la prueba. Llegamos al puente del río Manso, donde observamos que el cuace estaba muy transparente y estaba bastante visitado por los turistas.

Empezamos a subir para llegar a la vereda Matecaña por una carretera que al principio tenía placa huella de un kilómetro. Luego tomamos la trocha que nos llevó en un ascenso a la vereda la Quiebra, kilómetro 70.

En esa Y se baja a la Laguna a 2,5 kilómetros del puerto de embarque de la Laguna de San Diego.
Niño, mi perro, nos acompañó en todo el recorrido, pero en la moto de mi esposa. Se bajaba a acompañarnos en los momentos que nos hacían las fotos y vídeos de evidencia. En la salida corrió solo tres kilómetros, al igual que en el final, pero disfruto toda la ruta.

Quiero agradecer especialmente a mi esposa Margot García quien fue la jefe de logística y estuvo pendiente de la hidratación. También a Gerardo Rueda por su acompañamiento en la hidratación en todo momento, a mi cuñada y a todos los amigos que en moto hicieron el recorrido a mi lado.

Luis Alberto Guaranguay, quién me acompañó todo el trayecto trotando. Él se convirtió en mi motivación y compañero en toda la carrera. Al final se estaba quedando sin piernas, pero lo más importante fue que logró la meta de hacer todo el tramo.

Al final. me dijo: ´Don Manuel, mi más sincera admiración por su fortaleza, lo vi con mucha fuerza aunque no pensaba terminar por el maltrato en las piernas verlo correr con mucho fuerza y sin verse agotado hacía que motivará a continuar, gracias por permitirme correr a su lado y poder lograr este reto´.

Sin parar


Mi descanso hoy domingo fue salir a hacer una nota periodística sobre la muerte de los peces en la Laguna. Allí, con mucha tristeza vi al llegar, la gran cantidad de peces muertos y el olor fétido por su descomposición.

El cierre de la Laguna para la entrada y atención de turistas realizado por las autoridades del Municipio de Samaná es para evitar cualquier riesgo en la salud. Esa medida es hasta que se se sepa con claridad qué ocasiona la muerte del peces, y que riesgos se podría tener por dicho fenómeno.

Para concluir: “Agradezco muy especialmente a DIOS a la Administración Municipal de La Dorada, en cabeza del señor Fredy Saldaña; al jefe de Prensa, Heibert Yesid Linares; a Erwin Arias Betancurt, y a Nativa Eco Hotel en la alguna de San Diego".


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