Juan Pablo Sánchez Ramírez será condenado, posiblemente a 3 años de prisión, tras aceptar cargos en audiencia de control de garantías por violencia intrafamiliar. Su víctima es la mamá.

En marzo, la madre hacía oficio en la casa y fue abordada por su hijo quien, como de costumbre, le pidió dinero para consumir estupefacientes.

Como ella le manifestó que no tenía, el sujeto se exaltó y la insultó. Luego la agarró para exigirle tener plata. Acto seguido les dio patadas a unas puertas de la residencia.

El 23 de julio anterior, sobre las 11:30 de la mañana, la abordó para solicitarle $2 mil y como no se los entregó, sacó cuchillo, la intimidó y la amenazó de muerte. Esto se repitió en la tarde y noche.

Posteriormente le exigió dinero para unos cigarrillos y la madre, por temor, le dio $6 mil. El 24 de julio le solicitó $100 mil y como no tuvo respuesta positiva, la trató mal con palabras soeces: "vieja hp, no sirve para nada, no me crea guevón". La sujetó de los brazos y la lanzó contra las paredes de la casa.

"Se fue hacia el armario de la madre y de forma agresiva le sacó todas las pertenencias en busca de dinero, por lo que la afectada le dio $2 mil, por temor, esto se repitió también el 25 de julio, cuando ella salía a una cita médica. Ahí le exigió $20 mil", explicó el fiscal en la audiencia de esta semana, tras su captura con orden judicial.

Al parecer, la situación se ha repetido por años. El tipo, al escuchar la pena planteada, aceptó los cargos. "Debo pagar por mis hechos. Yo los pago y si me tengo que ir a la cárcel pues voy a la cárcel, señoría", respondió.

Al parecer, al señalado el papá le dejó un apartamento en herencia, situado en Armenia. Lo vendió y cada mes le abonan $1 millón, se lo gasta y después quiere quitarle el dinero a la mamá.

PF

Juan Pablo Sánchez Ramírez.

Foto/Q'HUBO

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