Los gritos de una mujer alertaron a sus vecinos el pasado domingo en el Centro de Chinchiná, quienes le avisaron a la Policía sobre una supuesta agresión de la que estaba siendo víctima a manos de su esposo.

Al llegar a la vivienda, la señora les abrió la puerta a los uniformados y les manifestó que tras una discusión, el hombre la golpeó y la insultó, luego sacó un arma de fuego y le apuntó con ella a la cabeza.

Se arrepintió de disparar, pero la agarró de la cintura e intentó lanzarla por una ventana. Como consecuencia, le causó lesiones en un brazo y en la boca. En el momento que llegaron los agentes, el esposo se había encerrado en su habitación.

Cuando los uniformados lo requirieron, les permitió ingresar y entregó voluntariamente el revólver con cinco cartuchos. No contaba con permiso para tenerla y lo capturaron por violencia intrafamiliar y porte ilegal de armas de fuego.

Profesional y descarado

El lunes siguiente se llevaron a cabo las audiencias de control de garantías ante el Juzgado Segundo Promiscuo Municipal, en el que la fiscal no solo contó los hechos por los que señalaban al capturado, sino que aprovechó para pegarle un regaño.

El abogado del hombre, natural de Marsella (Risaralda), solicitó que le otorgaran la detención domiciliaria. Sin embargo, el juez negó dicha solicitud, el defensor apeló y en segunda instancia se decidirá si le otorgan dicho beneficio.

La representante del ente acusador recordó que al señalado, contador público, lo condenaron en el 2023 por lesiones personales dolosas a dos meses de prisión y le dieron el beneficio de la libertad condicional.

Lo recriminó porque si asuntos pasados pudo arreglarlos con dinero, al tratarse de delitos querellables, ante el porte y la violencia intrafamiliar no hay marcha atrás así la víctima se arrepienta y la Fiscalía continuará con el proceso judicial hasta la última instancia.

El dato

De 183 casos de violencia intrafamiliar reportados en los primeros seis meses del 2024 en Caldas, 7 corresponden a Chinchiná.