Julián Eduardo Cifuentes Gómez aceptó que asesinó al padre Darío Valencia.
En la mañana de este lunes (24 de noviembre) continuaron las audiencias de control de garantías contra Julián Eduardo Cifuentes Gómez, el confeso asesino del sacerdote caldense Darío Valencia Uribe, muerto el año pasado en Pereira. Su cuerpo lo encontraron en zona rural de Belalcázar.
Hombres del Gaula y del CTI, bajo la coordinación de la Fiscalía 4 Especializada de Pereira, lo recibieron en el Aeropuerto de Bogotá el pasado jueves.
El viernes (21 de noviembre) arrancaron las audiencias de control de garantías. Se legalizó su captura y las diligencias ante un juzgado de Pereira siguieron este lunes (24 de noviembre).
El sujeto aceptó los cargos.
Así se tasa la pena: 400 meses por homicidio agravado, a los que le suman 24 meses por porte ilegal de armas de fuego y 12 más por el delito de ocultaciones de medios de prueba.
Eso daría 436 meses y una multa de 200 salarios mínimos. Por aceptar cargos le rebajan el 50% y quedará en 218 meses, lo que equivale a 18 años y 2 meses de prisión, y multa de 100 salarios mínimos.
El paso a paso del crimen
- -El 25 de abril del año pasado, el sacerdote salió a las 9:59 de la mañana de la iglesia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro de Pereira en su camioneta Nissan, con el fin de cerrar un negocio con Julián Eduardo Cifuentes Gómez, su amigo, por la venta de una camioneta Subaru, por $95 millones. Desde ahí se le perdió el rastro al padre.
- -Ese día se encontraron. En la calle 38 con carrera 9 de Pereira estacionaron y aprovechó que el padre se recostó en el timón para dispararle 4 veces en la espalda.
- -Pasó el cuerpo para la parte trasera y manejó hacia el sector de Acapulco, en Viterbo, con el cadáver dentro del automotor. En una estación de servicio de esa zona empezó a ascender y llegó al punto donde arrojó al padre por una ladera de zona rural de Belalcázar.

- -Llegó al lavadero Las Palmas, de Viterbo, a las 3:55 de la tarde, en la camioneta del sacerdote. Julián Eduardo estaba empantanado hasta el cuello y portaba guantes azules.
- -Pidió que lavaran la camioneta, también empantanada. Esta tenía manchas de sangre en la parte trasera y solicitó herramientas prestadas ara quitar la silla del conductor. Luego la botó.
- -En el piso del carro había una navaja verde y 3 vainillas percutidas. Debajo del asiento del conductor, dos armas de fuego, una de ellas traumática. Le regaló esta última al lavador del vehículo y la otra se la ubicó en su pretina. La pantalla del carro también tenía un orificio. La quitó y la botó.
- -Cuando le asearon el carro se cambió de ropa y le regaló las prendas y los zapatos al trabajador del lavadero. Se puso unas chanclas y se dirigió al parqueadero Los Almendros, de Viterbo, a esconder el carro.
- -Pidió al administrador del sitio de parqueo tapar el automotor con una lona, sobre todo que no se viera la placa. Pagó por adelantado y dijo que lo recogería en un mes.
- -Tras la desaparición del padre, era el primer sospechoso. Luego de la entrevista de los investigadores se fue del país, el 28 de abril, rumbo a Francia. El informe pericial a la sangre hallada demostró que era la misma del sacerdote. Se emitieron orden de captura y circular roja de Interpol.
- -30 de abril. Lo aprehendieron en ese país.
- -El 11 de septiembre confesó el crimen en Francia, "¿Por qué lo mató?", le preguntaron. Reconoció que es el autor material. "Lo miré a los ojos y le disparé. Todos tenemos nuestros pecados", no respondió más. Dijo la ubicación del cuerpo, hallado el 20 de se mes en zona rural de Belalcázar, en una ladera.
- -Este jueves llegó extraditado. Le notificaron de la captura en el Aeropuerto Internacional El Dorado.

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