La meningitis es una enfermedad que, aunque poco frecuente, puede ser mortal en menos de 24 horas o causar secuelas graves permanentes. Esta puede ser originada por virus, hongos, parásitos o bacterias. 

Es una inflamación de las meninges, membranas que rodean el cerebro y la médula espinal. La meningitis bacteriana es el tipo más grave de meningitis y puede conllevar a otras afecciones graves, como la sepsis y la neumonía.

Hay cuatro bacterias principales que causan meningitis: Neisseria meningitidis (meningococo), Streptococcus pneumoniae (neumococo), Haemophilus influenzae y Streptococcus agalactiae (estreptococo del grupo B). Esta es una condición que evoluciona rápidamente y requiere atención médica inmediata.

En el primer semestre de 2025, el Instituto Nacional de Salud (INS) notificó más de 900 casos de meningitis bacteriana aguda y confirmó 484. En niños menores de 5 años, los casos aumentaron un 21% frente al mismo periodo del año anterior.

LA PATRIA conoció que, a nivel mundial, más de la mitad de las muertes por meningitis se deben a infecciones bacterianas, cómo la meningitis por meningococo.

“Es una infección causada por la bacteria Neisseria meningitidis. Se transmite de persona a persona, por medio de secreciones respiratorias (al toser, estornudar, besar) y, aunque no es altamente contagiosa, requiere atención médica inmediata”, dijo Élix Ramos, gerente médico de vacunas pediátricas de GSK*.

Según el experto, existen 13 serogrupos de la bacteria identificados a nivel mundial, pero cinco (A, B, C, W y Y) causan la mayoría de los casos en Latinoamérica.

Poblaciones de riesgo

“Aunque puede afectar a cualquier persona, los bebés y niños menores de 5 años son los más vulnerables debido a que su sistema inmune aún está en desarrollo. También corren riesgo quienes viven o permanecen en entornos de alta concentración, como guarderías o residencias estudiantiles; así como personas con el sistema inmune suprimido, recién nacidos prematuros, adolescentes y personal de la salud”, explicó.

La meningitis por meningococo, advirtió Ramos, puede progresar con rapidez y confundirse en sus primeras horas con una gripe o resfriado, lo que retrasa el diagnóstico.

“En bebés hay fiebre, irritabilidad, dificultad para alimentarse o somnolencia. En niños mayores de dos años: fiebre alta, dolor de cabeza intenso, rigidez en el cuello, vómito y confusión”.

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Hasta un 30% de los sobrevivientes presentan secuelas irreversibles que impactan gravemente su calidad de vida. Estas pueden incluir deterioro cognitivo, pérdida de la audición, problemas de visión, habla, lenguaje, memoria y comunicación; así como amputaciones de extremidades, muchas de las cuales requieren tratamiento y cuidados a largo plazo. 

“La mejor forma de enfrentar esta enfermedad es anticiparse a ella. Puede prevenirse con hábitos como lavarse las manos con frecuencia, evitar el contacto cercano con personas enfermas y no compartir utensilios”. 

Tenga en cuenta

La vacunación es la forma más efectiva de prevención: “Es importante tener en cuenta que el esquema de vacunación recomendado requiere más de una vacuna, ya que cada una protege contra diferentes serogrupos”, dijo Élix Ramos, gerente médico de vacunas pediátricas de GSK.

“En Colombia, además de las vacunas incluidas en el Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI), existen vacunas complementarias que amplían la protección y ayudan a cuidar a bebés y niños frente a estas enfermedades”, detalló.

Ramos agregó: “La prevención comienza con decisiones informadas. Consultar con un profesional de salud y conocer el esquema de vacunación recomendado es el primer paso para proteger la vida de niños y adultos”.

* GSK, compañía biofarmacéutica.

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