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Ámate, valórate y, en lugar de verte como pobre pecador, cree que eres uno con Dios,
Deja ir las creencias religiosas en las que te haces daño con la culpa y los temores.
 Crece en una gratitud que prende lucecitas en tu vida, y te colma de paz y fuerza en las crisis.
 Amarte es aceptarte, aceptar a todos y la realidad. Si te resistes y peleas, sufres.
Sí, sufres lo indecible con apegos dependientes y no aceptando la realidad tal como es.
Espiritualidad es cultivar con Dios una relación rica en amor puro y en gratitud.
En la vida compruebas que teniendo a Dios bien presente y amándolo, todo mejora.
Un amoroso agradecimiento produce mejoramiento en tu alma, tu mente y tu cuerpo.
@gonzalogallog