Este personaje de Manizales tenía hace muchos años una hacienda a orillas del río La Miel. Saliendo de La Dorada se tomaba la carretera que lleva a Norcasia y se hacía una desviación que había 10 kilómetros adelante, en la vía en que hoy se encuentra el relleno sanitario de La Dorada. Por una trocha, hoy una pésima carretera terciaria que lleva a varios municipios, se seguía por 20 kilómetros y se encontraba la entrada a su predio. De él hoy sale una vía de mala calidad que lleva al borde del río.
Era la hacienda “Los Ingleses”, dedicada a la ganadería, en una época en que esta era una actividad con mucho terreno virgen para poco ganado. Pero de eso y de su trabajo en ella vivía y mantenía a su familia. Un día, mantener y formar a sus hijos en la universidad sobrepasó lo que producía la hacienda, razón por la cual la vendió.
Hoy es una propiedad costosísima; de muy buena, alta y controlada producción ganadera. La carretera para ir al río vive vuelta miseria, casi intransitable, por la acción de unos productores de palma que sacan el producto en camiones de 40 toneladas, produciendo daños en todo el recorrido que hacen, sin que la autoridad municipal les limite el peso de la carga de los vehículos que ellos utilizan, que para una vía como esa es de 5 toneladas.
Después de venderla, logró hacer que, con dedicación y esfuerzo, todos sus hijos fueran profesionales, cada uno escogió el camino que sería lo que hacen hoy en día. Lamentablemente tuvo una enfermedad que fue tratada largamente, un cáncer, que con mucho dolor lo llevó a su muerte, en medio del cuidado celoso de todos sus hijos y familiares. Eso demuestra que un padre responsable y amoroso es capaz de hacer cualquier cosa, para sacar a toda su familia adelante.
Don Hernán González y doña Dora Villegas tuvieron varios hijos: Rafael, María Cecilia, Alfredo, Ana María, Olga Lucía, Nacho, Ricardo y Beatriz. Uno de ellos murió joven. Todos los demás se prepararon adecuadamente, con el esfuerzo de sus padres, que tenían como único objetivo vivir decentemente y sacar adelante su familia. Lo lograron con creces y pudieron sentirse orgullosos de su trabajo. Hoy ya fallecidos, siguen en la memoria de sus hijos, como el punto de referencia de lo que las personas deben hacer para salir adelante con dignidad, honradez y decencia.
Con el transcurrir del tiempo cada uno tomó su propio camino, de manera que todos han trabajado con honestidad y pulcritud durante toda su vida, principalmente en Manizales. Beatriz Helena, “Bizcochos”, es la mejor expresión de lo que se puede hacer cuando se es educado con amor y esfuerzo, en una sociedad que tiene desafortunadamente los valores completamente alterados y, en la cual lo importante ha pasado a segundo plano para muchos, al lado de lo superfluo. Ella, con dedicación y esfuerzo constante, con no pocas dificultades, logró establecer su empresa de postres y alimentos, que ha sido ampliamente conocida en la ciudad.
Hoy sigue como emprendedora ejemplar, con la colaboración de algunas de sus hermanas y la de su esposo, conocido como Pato Restrepo, formaron una familia digna de admirar que ha seguido los pasos de sus padres.
Personas como los hermanos González Villegas, como Beatriz Elena “Bizcochos”, son las que merecen toda la admiración y el aplauso de una sociedad, en la que su ejemplo es digno de imitar, porque el buen ejemplo es el mejor aliado de una sociedad decente.