Cada 21 de septiembre el mundo recuerda el Día Mundial del Alzheimer.
El Alzheimer es la forma más común de demencia. Es una enfermedad neuro degenerativa e irreversible, que destruye las células cerebrales, causando una pérdida gradual de la memoria, el pensamiento y la capacidad para realizar actividades diarias, afectando la autonomía.
Tiene siete etapas, según la Escala de Deterioro Global (GDS) del Dr. Barry Reisberg. La primera es asintomática, en las intermedias los deterioros cognitivos son leves, mientras que en la séptima hay pérdida completa de la capacidad para interactuar con el entorno, para comunicarse y movilizarse, falta de control de esfínteres, y dependencia total de los cuidadores para todas las necesidades; así como mayor riesgo de infecciones y complicaciones médicas. Cada etapa se caracteriza por un aumento progresivo en la gravedad de los síntomas y una mayor dependencia del paciente. Acá puede ampliar la información https://cutt.ly/PrBvv7DR
Esta fecha es un llamado urgente frente a una enfermedad que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), afecta a 50 millones de personas y ya es la séptima causa de muerte en el planeta. En Colombia, al 2025 no hay cifras oficiales actualizadas, pero se calcula que más de 167 mil personas tienen diagnóstico de Alzheimer, aunque otras estimaciones elevan la cifra a 260 mil. Detrás de esos números hay familias enteras reorganizando sus vidas para acompañar a quienes empiezan a olvidar.
Elegí el lema del 2023: “Nunca es demasiado pronto. Nunca es demasiado tarde”, pues cambia el enfoque sobre el Alzheimer. Hoy se sabe que la prevención es posible y empieza mucho antes de la vejez, con educación de calidad, hábitos saludables y relaciones sociales activas. La OMS recomienda hacer ejercicio de manera regular, llevar una alimentación balanceada, cuidar la masa muscular, controlar la hipertensión y la diabetes, reducir el consumo de alcohol y tabaco, además de mantener actividades intelectuales y sociales.
La Comisión Lancet, en su informe 2024, amplió aún más el panorama al señalar factores que rara vez asociamos con la memoria: la contaminación del aire, la pérdida de audición y visión no tratadas, o el colesterol elevado en la mediana edad.
El neurólogo Leonardo Bello asegura que no toda demencia es Alzheimer, y muchas de sus causas —déficit de vitaminas, depresión, infecciones tratables— pueden corregirse con un diagnóstico adecuado. Sea el momento de recomendar su libro: ‘Para que no se te olvide’.
Por otra parte, en Colombia existen fundaciones y asociaciones que acompañan a pacientes y cuidadores (que tanto lo necesitan). Vale la pena visualizarlas: Fundación Alzheimer Colombia y Fundación Acción Familiar Alzheimer Colombia. Su labor no solo alivia el peso que cargan las familias, sino que también pone en evidencia el valor de la solidaridad y el compromiso ciudadano.
Mi mamá partió hace 4 meses, y durante sus tres últimos años sufrió un Alzheimer que motiva la columna de hoy, pues esta enfermedad termina siendo un flagelo más duro para las familias, que para los pacientes.
Que este día nos invite a detenernos, y a preguntarnos qué estamos haciendo hoy para cuidar nuestro cerebro y el de quienes nos rodean; y a entender que la memoria no es solo individual: es también la historia compartida de nuestras familias y comunidades.
La invitación es clara, hagamos de la prevención un hábito cotidiano y del acompañamiento, una expresión de humanidad. Porque, en efecto, nunca es demasiado pronto. Y nunca es demasiado tarde.