Los robos se realizan de muchas maneras, los usuarios de las entidades bancarias estamos expuestos a que se cometan delitos, por ejemplo, con nuestras tarjetas de crédito. Yo misma hace dos años fui víctima de un fraude, en el que con un falso enlace de una compañía de envíos, en el que supuestamente debía pagar unos impuestos por una mercancía, se realizó una compra a mi nombre por una suma bastante alta. A pesar de haber hecho el procedimiento que el Banco de Occidente me indicó, es decir, cancelar la tarjeta y hacer el proceso de compra no reconocida, la entidad me obligó a pagar el monto de la compra.
Yo puse la denuncia en la Fiscalía, entidad que se encuentra investigando, pero así den con los ladrones, esto no servirá de nada, pues la entidad bancaria no reconoció mi queja y me tocó desembolsar la plata que el ladrón o ladrones recibieron a través de una compra falsa.
A principios de este mes, mi hermana Gloria Inés fue víctima de otra modalidad de robo, una mucho más antigua, retiró un dinero por ventanilla en la sucursal del Banco BBVA, que queda en el centro comercial Cable Plaza, ella se confió, pues vio cómo la máquina contaba el dinero y cuando se lo entregaron, no lo contó antes de retirarse de la caja. Cuando requirió hacer unos pagos con esa plata, descubrió que los fajos que le habían entregado en el banco no tenían la cantidad que ella había solicitado; a uno de los fajos le faltaba un millón trescientos mil pesos y al otro un millón cincuenta mil pesos.
Ella se fue para la sucursal donde había realizado el retiro, allí la comunicaron con una línea de atención al cliente y le pidieron escribir una carta contando lo sucedido, hasta el momento no ha recibido ninguna respuesta de la entidad bancaria. Ella ya elevó la queja a la Superintendencia Financiera, cosa que yo no hice, pues pensé que poniendo la denuncia en la Fiscalía el banco me apoyaría, pero no fue así.
Espero que a mi hermana le dé mejor resultado el procedimiento con la Superintendencia, tal vez esta entidad reguladora obligue al BBVA a responder por la plata que no le entregaron. Lo cierto es que si usted va a retirar dinero por ventanilla, lo mejor es que lo cuente antes de retirarse del sitio, aunque parezca engorroso y arcaico, es mejor que llevarse una amarga sorpresa, como la de mi hermana; esto es algo muy molesto.
Investigando para este artículo descubrí que el tipo de fraude bancario más común es el cambiazo, en el que sustituyen una tarjeta de crédito o débito real por una falsa, esto representa más del 40 por ciento de los casos. La manera en la que este delito se realiza es que el delincuente le pide ayuda a la víctima para realizar algún trámite y aprovecha para hacer el cambio de la tarjeta.
El delito del que yo fui víctima se llama phishing y es una estafa en la que los delincuentes suplantan entidades de confianza a través de mensajes de texto, páginas web o correos electrónicos, para engañar a los usuarios y solicitar los datos financieros. Este tipo de delito representa el 20 por ciento de los casos.
Existen otras modalidades de fraude, pero no me alcanza el espacio de esta columna para nombrarlos, es mejor que investigue para que no caiga en ninguna de ellas.