De la Universidad de Caldas
Señor director

Respetuosamente le solicito sea aclarada la información publicada por este diario en su edición del viernes 14 de octubre de 2022, en la cual se hace referencia al testimonio de una estudiante de la Universidad de Caldas, quien en declaraciones a su equipo periodístico manifestó:
La estudiante de Artes comenta lo que dijo su compañera: “Salgo inmediatamente para la Rectoría. Allí me dejaron esperando una hora y media. Luego la rectora encargada dijo que lo sentía, pero que ya casi tenía que almorzar”.
Al respecto, señalo que lo citado se basa en un comentario que una estudiante le hace a otra estudiante y por tanto corresponde a un rumor. Además, lo relatado  no hace honor a la verdad, por el contrario, no solo tergiversa la información sino que lo citado pone en entredicho  mi nombre en calidad de funcionaria pública y Rectora de la Universidad de Caldas. En efecto, y con el fin de brindar claridad sobre lo sucedido, doy fe que el día en que ocurrió  el deplorable hecho en el cual una de las estudiantes de la institución fue víctima de una agresión sexual, no solo me reuní con un grupo de estudiantes en mi despacho durante hora y media sino que estuve al tanto del cumplimiento de los protocolos de atención de los que dispone la institución para responder a este tipo de casos. Asimismo, la espera a la cual se hace alusión fue de 10 o 15 minutos como máximo, mientras solicitaba la información de la dependencia que le corresponde activar la ruta de atención.     
Otro de los aspectos en los que sugiero se haga claridad es el siguiente. Los estudiantes llamaron a la Policía con el propósito de que se desplazara a atender el caso. “Primero le hicieron las preguntas y le recomendaron que para la próxima debía ponerle atención a la cara del agresor, o sea, no se tiene un protocolo de precaución. Están esperando que pase otra vez”.
La alumna agrega que cerca de 60 estudiantes decidieron hacerle presión a la Policía, porque “no querían llevarse al agresor”. Argumenta que por estas situaciones muchas mujeres deciden callar. “No hay ninguna autoridad que diga: venga que usted no está sola”.
Al respecto me permito informar que la Universidad de Caldas, a través de la Oficina de Bienestar Universitario, una vez fue alertada sobre los hechos de agresión sexual del que fue víctima la estudiante, activó los protocolos correspondientes a la atención a víctimas de violencia de género, que comprende tanto instancias internas como externas. En este último caso se hace referencia a la EPS de la Victima, Medicina Legal y la Fiscalía entre otros.  Adicionalmente, y no menos importante, dicho protocolo contempla el acompañamiento y el apoyo sicosocial por parte de personal especializado, así como la adopción de medidas de protección cuando son requeridas.  
Quiero finalmente reiterar el compromiso institucional con un problema público que requiere medidas de prevención, atención y protección que garanticen la dignidad y los derechos de las personas que son objeto de violencia de género. Agradezco su atención,
Luisa Fernanda Giraldo Zuluaga.
Rectora (E) Universidad de Caldas

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