La tributaria sí requiere ajustes
Señor director:

En verdad que son plausibles las observaciones a la reforma tributaria del actual gobierno hechas por la mayoría de columnistas en los diferentes medios de comunicación y también por  parte del  experto exdirector de Impuestos Nacionales, Santiago Pardo Ramírez.
Sí. La tributaria requiere ajustes.  Es preocupante el incremento de la ganancia ocasional del 10 al 30 por ciento; también preocupa que tal y como está planteada hasta hoy, sí toca la canasta familiar.
Lo mejor es que la reforma tributaria esté conectada con el crecimiento de la economía para que no aumente injustamente las cargas a la clase empresarial, industrial, comercial y de los trabajadores y pensionados.
El ciudadano corriente, igual que los comentaristas calificados y expertos tributaristas como Santiago Pardo Ramírez entienden perfectamente que una reforma tributaria con excesivas cargas en impuestos afectará el crecimiento económico de Colombia, disminuirá la inversión extranjera  y al final de cuentas también hará sufrir económicamente a los trabajadores en general y a los pensionados.
Hasta hoy, a un mes del inicio de la administración de Gustavo Petro, afortunadamente el sector privado está participando ante el Gobierno Nacional y el Congreso; así debe continuar.
Lo mejor en cualquier reforma tributaria es que los impuestos sean a  la utilidad; o sea, que el que gana sea el que pague en forma justa y nunca desproporcionada.
Jorge Giraldo Acevedo

El ayer y el hoy
Señor director:

Ayer, era ingenuidad y deber. Hoy, es claridad y derecho.
Ayer, era discriminación. Hoy, es igualdad y libertad.
Ayer, era pecado y castigo. Hoy, es debilidad y perdón.
Ayer, era trabajo y sudor. Hoy, es comodidad y descanso.
Ayer, era a pie y descalzo. Hoy, es sobre ruedas y protegidos.
Ayer, era gritando y humillando. Hoy, es sonriendo y estimulando.
Ayer, era amenazando y rezando. Hoy, es analizando y orando.
Ayer, era señora y madre. Hoy, es compañera y amiga.
Ayer, era compartiendo. Hoy, es apatía y sarcasmo.
Ayer, era dificultad y alegría. Hoy, es facilidad y tristeza.
Moraleja:  El mundo cambió. La honestidad desapareció. La codicia nos dominó. ¡Murió la Paz!
Ernesto Quintero Gil

Ganar y perder
Señor director:

 Ya desde nuestra más tierna infancia, nuestra vida transcurre en el permanente juego del ganar y el perder. Juego que a algunos nos mantiene en permanente zozobra, pues buscando siempre el bien y tratando de evitar el mal, nos movemos permanentemente de un lado para el otro, casi sin descanso. Así, vamos tras la caza de la salud cuando la hemos perdido, corremos tras el dinero y perseguimos los placeres buscando en ellos nuestro bienestar. En este juego muchos se juegan inclusive su propia vida, como si ella valiera menos que aquello que desean conseguir.
Diego Osorio Ramírez

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