La independencia de los cafeteros
Señor Director:
Ante todo primó la independencia en la decisión de la Federación Nacional de Cafeteros, que eligió al profesional huilense Germán Bahamón Jaramillo como su nuevo gerente y ahora lo más acertado es que el actual Gobierno Nacional debe respetar la escogencia del nuevo zar del café y trabajar en conjunto con el sector.
Con sobrada razón el gremio cafetero mostró firmeza, al tomar la decisión y, en consecuencia, eligió en el cargo y de manera unánime a Bahamón Jaramillo; los delegados de los 15 comités departamentales de Cafeteros que existen en Colombia votaron a su favor.
De todas maneras y pese a la polémica que motivó su elección el nuevo gerente de la Federación Nacional de Cafeteros promete abrir diálogos para tomar decisiones y eso es lo aconsejable debido a que, entre otros temas, está por definir si es pertinente sembrar robustas o fortalecer la reconocida calidad de nuestro café arábigo para buscar mejores precios, si se le dará dientes al Fondo de Estabilización para tiempos de precios por debajo de los costos de producción, fortalecer el sistema cooperativo, la renovación de cafetales; también sobre la protección social del caficultor y el tema de seguir construyendo infraestructura rural.
La elección de Germán Bahamón Jaramillo representa un homenaje a la región del Huila como principal exportador del grano y es el reconocimiento al gremio caficultor en la persona del nuevo gerente.
Jorge Giraldo Acevedo
Indolencia y corrupción
Señor director
La corrupción se irriga de arriba abajo, verdad de Perogrullo. Leer la reciente sentencia de la corte suprema de justicia en el caso del magistrado presidente de la corte constitucional Pretelt de la Vega, sería ridículo si no fuera tan dramático. El asunto se centra en un pedido de quinientos millones para influir en el trámite de una tutela ¿quinientos?, pregunta el abogado que sirve de puente por ser paisano y exhibir conexiones. Si, contratan para el efecto, sugiere el magistrado, al abogado Escobar, con esa plata se le da a la señora equis y el niño ye porque el juez a quien le correspondió el caso es muy honrado y no le gusta la plata. Al propio abogado, que fue el denunciante, también le ofrecieron su palada que se negó a recibir por lo cual le dijeron: “ah, bueno… esto le ayudará a los aguinaldos que el ahora condenado debe dar este diciembre”. Han pasado años que ha disfrutado en libertad el condenado disfrutando los beneficios que el cargo deja, entre los cuales posiblemente la más alta de las pensiones. Otro magistrado de esas llamadas “altas cortes” anda huyendo y uno más también fue condenado o recondenado recientemente. ¿División de poderes? Eso no existe. El cruce constante entre nombrados y quienes los nombran, los favores cruzados, los puestos para las esposas, los hijos y los allegados para asegurar entre todos las pensiones millonarias, el ráscame la espalda que rascare la tuya hace a todos los poderes no equilibrados, sino codependientes. Depende de lo que me des te doy, dice el congreso al gobierno y el gobierno al congreso y en el coche del tesoro nacional cuidan lo suyo disfrutando lo de todos y haciéndolos pagar. El saqueo que se preludia en el sistema de salud y el pensional. El deterioro del valor de la acción de Ecopetrol y su parálisis (mientras Escocia basa su pedido de nación independiente en su recurso petrolero, aquí quieren que se esconda quien sabe por qué oscuras razones). “Soy el Presidente, soy el jefe. De todos”. Y con la chequera, lo es. Funcionaba así cuando le cayó la ducha fría al gordo capeto por ello, pero no cambió. La escopolamina tan mentada estos días en esta ciudad, en pequeñas dosis para estar anestesiados cubre todo el territorio de esta patria indolente, que asi nació: lo supo en ese balcón el señor Acevedo y Gómez: “Santafereños: Si dejais perder estos momentos de efervescencia y calor, si dejáis escapar esta ocasión única y febril, antes de doce horas seréis tratados como sediciosos; ved los grillos, los calabozos y las cadenas que os esperan.” Cómo no recordar cuando esto lo aprendimos en la escuela primaria y con patillas pintadas con un corcho quemado las decíamos al izar bandera. Ahora, creo, ni historia patria se enseña.
Luis Fernando Gutiérrez-Cardona