“ Cuando más conozco a los hombres, más amo a mi perro “
Señor Director:
No tengo las habilidades para saber quien lo dijo, ni cuándo, pero lo que sí es cierto, muy cierto es que parece haber dicho la verdad y seguramente hace muchos años.
Es tanta la desconfianza, entre los seres humanos, que muchas personas optan por tener a una mascota por compañía.
Muchas parejas deciden tener mascotas en vez de niños que según las edades en su proceso evolutivo, exigen cuidados que se convierten en sacrificios y hasta de privaciones para poder criar con esmero como deber ser por su condiciona humana.
Y, parece que les asiste razones que analizadas en el contexto social que vivimos, las mascotas permanecen bajo la protecciòn y prohijamiento de sus amos, algunos muy solícitos y cariños, otros, no tanto, pero… la recompensa es manifiesta y a veces incontrovertible : son sumisos, obedientes, cariñosos, expresivos, buenos compañeros, saludan, no regatean la alimentación, no llegan tarde, no se embriagan, no consumen drogas, no trasnochan a sus dueños, en fin, tienen buena convivencia, alegran la vida y, hasta dan ejemplo de cómo deberían ser los seres humanos. Contrasta con los perros callejeros, que ni nombre tienen, su alimentación se la rebuscan como pueden, porque donde viven las carencias son para todos.
Nuestras mascotas, tienen nombres de personas, cómo actúa el inconsciente de quienes consideran que bautizando a sus perros y a otros animales con nombres de seres humanos, éstos ya asumen este rol llegando a ser considerados como los mimados de la casa y por lo tanto de todos los cuidados y consideraciones.
Llega a tal clímax el cariño por las mascotas, que no es difícil escuchar expresiones como : “ Mi amor, te amo, te amo , te amooooooooo..hh .. . “ y, todos esas lisonjas, piropos y consideraciones son para un can .
Todas estas debilidades inusitadas, son aprovechadas por nadie menos que son los profesionales llamados mèdicos veterinarios, quienes montan sus negocios y prestan sus servicios con gran profesionalismo y además ofrecen todo tipo de servicios que de alguna manera les dan cachè y aristocracia a las mascotas cuyos dueños con generosidad, largueza y gratitud considerando que son “ sus hijos”.
Ah…, y cuando salen de paseo, se asoman a las ventanillas de los carros y, quien lo creyera, parecen personas con su aire de superioridad, porque se sienten bien y valoren el buen trato y el cariño que según ellos “ Esa es la vida que nos merecemos “.
Menos mal que no les tocò vivir una vida de perros como sí a los canes de los estratos populares, dado que sus dueños carecen de lo necesario y como dicen estos animalitos indefensos y castigados por el destino : “ También nosotros llevamos del bulto “
Otros, que también tienen olfato de “ perro cazador “, ofrecen guarderías con todos los lujos y cuidados, servicios a domicilio, hospitalizaciones, clínicas, salas de velación, servicios funerarios, cremaciones y hasta rituales con tarjetas y dedicatorias cargadas de condolencias . Algunos, contratan plañideras que acompañan con sus lamentos la desaparición de quienes en vida nacieron para ser perros, pero que su suerte magnànima y muy generosa les dio la oportunidad de disfrutar de ciertos privilegios
No está mal que lo que ocurre sea así, lo que no está bien es que las desigualdades sociales, las injusticias, la falta de equidad, de solidaridad, de amor por los demás sean las razones por las cuales los seres humanos y, hasta los animales, tengamos qué sufrir las consecuencia cuando podríamos vivir mejor como colectividad humana.
Cordialmente
Elcerio de J. Arias Aristizàbal
Excelente atención
Señor Director:
Hoy quiero agradecer públicamente al personal médico y de enfermeras que me atendieron durante el fin de semana en tres procedimientos. Primero, en Avidanti; luego en Unión de Cirujanos, situado en la Clínica de La Presentación, consultorio 203, quienes me realizaron dos procedimientos seguidos el martes 24 de abril. Resalto la gran atención recibida, el diálogo, la comprensión, el excelente servicio y la preocupación por el paciente de principio a fin. Gracias por esa calidad humana.
Por último, en Diagnostimed, en San Marcel. Por más profesionales así.
Diego Fernando Hidalgo Gallo.