Colados y problemas en el Transmilenio
Señor director:
Nos atrevemos a exponer unas palabras para todas las personas que se atreven a colar en el sistema de transporte masivo de Bogotá.
En verdad nadie se explica como es que existan individuos que por no cancelar un pasaje arriesgan su vida y, por lo tanto, les importa muy poco su existencia y así son suicidas en potencia; la anterior irresponsable acción crece en forma alarmante y la labor para evitarla, por parte de las autoridades policivas, es nula.
Además de ver la odisea por parte de irresponsables colados, desde una óptica de crítica constructiva, en el sistema de transporte masivo de Transmilenio en Bogotá, no han podido solucionar los problemas que afectan a los usuarios y, por el contrario, cada época que pasa registra más casos de inseguridad ante la deficiente actuación de la policía en la vigilancia en los articulados, para evitar la invasión de vendedores y toda clase de rebuscadores, delincuentes, limosneros y cantantes.
Afectan a los miles de usuarios las graves congestiones, el estado de muchos articulados y los daños en las estaciones y los portales.
La responsabilidad para que el principal sistema de transporte en Bogotá mejore es de los usuarios, las autoridades, la alcaldía y los directivos de la empresa; todos manos a la obra para coadyuvar en la solución de los problemas señalados ya que el Transmilenio comenzó a operar el 18 de diciembre del 2000, es decir, tiene más de 22 años de funcionamiento.
Jorge Giraldo Acevedo
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