“Antes éramos 6 a 9 personas, y nosotros mismas batallamos y juzgábamos todo”, dice Dahiana Patiño Vargas, líder del colectivo Kaletas.

FOTOS | Cortesía Kaletas | LA PATRIA

“Antes éramos 6 a 9 personas, y nosotros mismas batallamos y juzgábamos todo”, dice Dahiana Patiño Vargas, líder del colectivo Kaletas.

Marithea, Azuky, Sumeria y Pandora son algunos nombres de mujeres referentes en el freestyle rap latinoamericano. Son raperas que han luchado por ganarse un cupo en la escena del hiphop, la cual ha sido dominada por hombres, pero gracias a ellas cada día recibe a más mujeres para lanzar versos.

Dahiana Patiño Vargas estudia Licenciatura en Ciencias Sociales en la Universidad de Caldas, tiene 24 años y es una de las líderes del grupo Kaletas. Ella, Zarieth Mosquera y Mía Marulanda se propusieron crear un espacio donde las mujeres tuviesen un lugar seguro para rapear. Hace ocho meses, decidieron iniciar el colectivo.

“Se llama Kaletas porque hablo normalmente así, tengo un vocabulario más urbano y hablando con las niñas de qué queríamos transmitir, acordamos que se llamara Kaletas”, dice Dahiana.

Primeras improvisaciones

La primera vez que organizaron batallas de rap, participaron 15 mujeres. Iniciaron con un bafle que les prestó Mónica Vargas, mamá de Dahiana, y empezaron a improvisar. “A todas las pusimos a rapear ese día, no importaba si no sabían o si tenían pena”.

Dahiana cuenta la primera vez que representó a Kaletas en una competencia: “Me dijeron de todo, pero yo soy fuerte y no me importa, los muchachos son densos, entonces no es para cualquiera. De igual forma me la gocé durísimo, pero a otras las habría ofendido. Todas me vieron y apoyaron”.

Mujeres protagonistas

Las mujeres que están en el colectivo cumplían con un rol secundario en otras competencias. “Eran novias o amigas de raperos, pero pocas se atrevían a rapear”. Es por eso que decidieron crear Kaletas para tener ese espacio únicamente para ellas.

Su enfoque principal son las mujeres, pero los hombres también son bienvenidos. De igual forma, agrega que el apoyo de los hombres fue esencial para iniciar. “Teníamos poco conocimiento y empezar es complicado, la ayuda de los hombres fue importante para el crecimiento de Kaletas”.

Dahiana considera que Kaletas cambió la manera de hacer rap y el pensamiento que tenían los hombres: “Los muchachos aprenden a respetarnos en nuestro espacio. Vienen porque nosotras rapeamos diferente y eso a ellos los saca de la zona de confort, les exige y les gusta”. Según la batallera, los raperos que van a Kaletas son diferentes porque “tienen otro pensamiento, son chicos que no tienen egos y les da igual si pueden llegar a ser juzgados por competir con ellas”.

El premio que dan normalmente es dinero en efectivo, que recogen cada tanto entre ellas o toman de la inscripción. Participar en las batallas de Kaletas cuesta 2 mil pesos para mujeres y personas no binarias y 4 mil pesos para hombres. “Los hombres, por tener más experiencia, son quienes normalmente ganan, así que la inscripción para ellos vale más”, justifica. Sin embargo, Dahiana enfatiza en que siguen siendo precios muy bajos frente a los que se manejan en otras competencias de Manizales.

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La cita todos los jueves

Todos los jueves a las 6:00.p.m inician con el evento. Tiene una hora de práctica y después hacen showcase donde cualquier artista de rap que tenga canciones las pueda interpretar, también hay un espacio para la poesía ya que va muy ligada a la lírica del rap, “las muchachas, si no le apuestan al rap, le apuestan a la poesía, si hubiese de pronto, una persona que quiera tirar trobas también le daríamos el espacio” agrega Dahiana. Más tarde sobre las 9:00. p. m. empiezan las batallas

En cada batalla manejan diferentes formatos como el estilo libre, temáticas, situaciones, palabras o personajes. “También utilizamos objetos, le pedimos al público que nos pasen objetos, para que ellos rapeen”. Para calificar a los participantes crearon una tabla de parámetros para medir métricas, contenido y flow de cada concursante.

Sin un lugar establecido

El colectivo no tiene un lugar fijo para los duelos de rap, algo nuevo en la escena, ya que otros torneos tienen un sitio establecido. “En un inicio cuidábamos mucho el sitio dónde hacernos, para regular la cantidad de personas que fueran, estábamos nuevas en este proceso y sabemos que la escena es muy fuerte, muy criticona, entonces queríamos cuidarnos”.

Sin embargo, el espacio está abierto para todo el mundo, a pesar de que está enfocado en las mujeres, cualquier persona es bienvenida. Es por eso que decidieron incluir a personas de la comunidad LGBTIQ+: “Tuvimos una chica llamada Juliana, que se identifica como no binaria, ella es una portadora de voz de ese gremio y nos enseñó demasiado con el vocabulario inclusivo, qué les ofendía y qué no”.

Kaletas se ha aliado con la Casa de la Cultura del barrio San José, donde abrieron un espacio para enseñarles clase de canto, una ayuda para dar un paso más hacia convertirse en las referentes femeninas del rap latinoamericano, que cada día tiene más representantes.

 

Evelin Yurani Suárez Roncancio, A.K.A. (apodo) Yura, 26 años

Para mí hacer parte del colectivo es empoderamiento, porque siempre que me encuentro con ellas, cada jueves, recibo respeto y oídos que están dispuestos a escucharnos a nosotras.

Tatiana Duque Andica, 22 años

Hacer parte del colectivo es la representación de la fuerza y aguante femenino frente a situaciones sociales y personales.

 

Yireth Dayana Rivera Angulo, A.K.A. Yana, 18 años

Fue algo muy importante en mi vida. Llegó en un momento cuando no tenía ganas de hacer nada. Ellas me acogieron y enseñaron a rapear. Ser mujer en la escena es difícil y tener la oportunidad de una comunidad hecha por y para mujeres me parece increíble.

Mía Marulanda, A.K.A. Atomika, 20 años

Hacer parte del colectivo se ha vuelto una parte importante de mi vida y un proyecto que también lo invita a uno a accionar mucho.

Sofía Quintero Pinilla, A.K.A. Shof, 20 años

Estar en el colectivo significa hacer parte de la causa y de un entorno seguro y con ello motivar a las demás nenas a que hagan parte de esto.

Juanita Carreño Jurado, A.K.A. Yosoycandelaaaa, 23 años

Hacer parte del colectivo significa poder femenino, amor al arte, apoyo y respeto por el gremio de mujeres en Manizales

 

Sofía franco Montes, 20 años

Más que música, arte o talento, estar en el colectivo significa unión, hermandad, solidaridad y compañerismo.

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