Personas con boletería para la zona Vip se quedaron por fuera del concierto sinfónico de Pereira el jueves 21 de agosto 

Foto | J. Lugo | LA PATRIA | PEREIRA |

Personas con boletería para la zona Vip se quedaron por fuera del concierto sinfónico de Pereira el jueves 21 de agosto 

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La noche del jueves 21 de agosto estaba programada para ser el evento más importante de la orquesta sinfónica de la ciudad. 

Durante el año los músicos interpretan diferentes temas en el teatro municipal Santiago Londoño, pero en el marco de las Fiestas de la Cosecha, su escenario son las plazas públicas.

Este año la orquesta estaba programada para tocar con Herencia de Timbiquí y Jorge Celedón. Es decir, una noche cargada de folclore y ritmos colombianos. 

A pesar de los amagos de lluvias y de nubes que oscurecieron la tarde, el público pereirano se volcó a la plaza cívica Ciudad Victoria para hacer fila y poder ingresar a escuchar un espectáculo que cada día se incrusta más en el paladar pereirano. 

Una de las particularidades del evento, es que se ubican sillas para que el público disfrute cómodamente, por lo que se puede controlar el número de personas que ingresen. 

El ingreso era hasta llenar aforo, señalaron desde la Alcaldía debido a las condiciones del evento y a la silletería ubicada.

“Desde la Alcaldía de Pereira les informamos que, por instrucciones de la Diger y en cumplimiento de las normas de seguridad, el ingreso al Concierto de la Cosecha en la Plaza Cívica Ciudad Victoria hoy jueves 21 de agosto estará permitido únicamente hasta completar el aforo establecido”.

Las filas de la calle 17, por donde ingresaban en general, se empezaron a llenar desde las 5:00 p.m., al igual que para ingresar a la zona vip que se hacía con boletería. 

Las boletas las entregaron los patrocinadores del evento y la propia administración municipal. 

En general ingresaron con normalidad. Desde las 6:00 p.m., se veían a las personas ubicándose en el mejor lugar disponible. 

La zona vip se llenó rápidamente. Las sillas dispuestas para el ingreso se agotaban con mayor rapidez mientras una multitud se agolpaba fuera de las vallas mostrando la boleta. 

Cerca del inicio del concierto –programado a las 7:00 p.m., todavía había decenas de personas afuera esperando que les dieran una razón de por qué si tenían boletas no podían ingresar. 

La organización intentó habilitar otros puntos de menor visibilidad para que el público se ubicara pero las sillas disponibles seguían siendo menos que las personas. 

El desespero invadió a los asistentes y se volcaron sobre las vallas hasta abrir un hueco y poder ingresar. El rector de la UTP que se encontraba cerca de la carpa de paramédicos conversando con otras personas antes del show se aterró de ver el ingreso masivo y decidió irse sin escuchar a los artistas. 

A pesar de las personas que ingresaron en ese momento todavía seguían otras afuera que en un intento por persuadir a los de seguridad les decían “¿y entonces para que nos dieron boletas?” 

La noche musical empezó con Herencia de Timbiquí que estremeció a los miles de asistentes que estaban en la plaza. 

Después de la primera canción, el público empezó a quejarse pidiendo que quienes estaban de pie se sentaran, ya que si la mayoría estaba en sillas quienes se ubicaban en los pasillos no los dejaban ver la tarima. 

Los esfuerzos de los organizadores fueron en vano. En la primera media hora se veía una plaza a rebosar.

Afuera, todavía había decenas de personas que no pudieron ingresar. Una de ellas, a pesar de los avisos de la Alcaldía para recordar que la boletería era gratuita, compró dos boletas.

“Llegamos desde las 7 de la noche y las filas eran interminables. Decidimos entrar por el lado de VIP, porque nos habían vendido las boletas, pero finalmente ni siquiera nos dejaron ingresar. La gente sigue esperando y la entrada está cerrada”, relató una de los asistentes afectados.

La ciudadana señaló que la situación obedece a una falta de organización:

“No entiendo para qué sacan boletería si no permiten la entrada. Parece que sacaron más boletas de las que realmente soporta el lugar”.

El show continuó sin mayores inconvenientes. Mientras el público al interior de la plaza gritaba y gozaba con los vallenatos y los bundes, afuera otras personas gritaban y se quejaban de tener la boleta para ingresar y no poder hacerlo. 


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