La investigación 'Mi cuerpo, nuestro cuerpo: educación para la sexualidad' hace una invitación a modificar las metodologías de enseñanza en educación sexual.

Foto | Cortesía | LA PATRIA 

La investigación 'Mi cuerpo, nuestro cuerpo: educación para la sexualidad' hace una invitación a modificar las metodologías de enseñanza en educación sexual.

 

La educación sexual es un desafío en la mayoría de las instituciones educativas del país. El derecho a vivir la sexualidad con bienestar, dignidad y libertad aún tropieza con estigmas religiosos, desinformación, vergüenza, machismo y un sistema que le da la espalda a una formación integral, afectiva y realista.

En la investigación 'Mi cuerpo, nuestro cuerpo: educación para la sexualidad' el Politécnico Grancolombiano evidencia que la educación sexual en Colombia está fragmentada, reducida a lo médico, impartida con miedo o desdén y muy alejada de las preguntas reales de niños, niñas y adolescentes. 

"Más que una herramienta de transformación social, sigue tratándose como una obligación incómoda que se cumple con lo mínimo", se precisa en la indagación liderada por las docentes y psicólogas Laura Segovia, Alejandra Hernández y Natalia Turriag.  

En este sentido, las psicólogas identifican tres fallas estructurales: 

1. Resistencia cultural. La sexualidad es un tema del que no se habla, o se habla mal. “Las personas se acercan al tema con timidez, con risa nerviosa, con desinterés. Se necesita paciencia y, sobre todo, institucionalizar estos procesos para que realmente lleguen a niños, niñas y adolescentes”, explica Laura Segovia.

2. Falta de capacitación de quienes deben enseñar. Muchos docentes no cuentan con herramientas, actualizaciones y recursos adecuados. A esto se suma el uso de materiales descontextualizados, obsoletos o excesivamente técnicos. Se crean imaginarios y esquemas confusos y se limita la naturalización de los temas en torno a la sexualidad. Sin formación seria ni metodologías claras, las clases de educación sexual terminan siendo espacios vacíos o puramente normativos.

3. Falta de soporte institucional y comunitario. La educación sexual no se asume como un tema prioritario, pasa a segundo plano frente a “asignaturas más importantes”, como matemáticas o ciencias, especialmente en época de evaluaciones. Pero, como lo señala Segovia, “lo emocional y lo sexual constituyen nuestra vida, queda en segundo plano, cuando realmente el 90% del tiempo andamos en eso”.

Responsabilidad 

La importancia de abordar el tema la reconoce Jorge Eliecer Rivera Franco, rector del INEM Baldomero Sanín Cano de Manizales. El directivo asegura que desde su institución le hacen mucho seguimiento al área, porque “esta parte es de verdad preocupante”. Asimismo, complementa: “Los muchachos lo asumen con mucha naturalidad e inclusive algunos padres de familia, pero es una responsabilidad grande del colegio y de la sociedad en general”. 

Cabe recordar que las apuestas formativas del INEM son la inclusión, la atención a la diversidad educativa y el desarrollo de los proyectos de vida. 

Con base en lo anterior, han recurrido a universidades y a la Secretaría de Salud de Manizales para lograr además de cubrir la demanda académica, atender la formación en valores y aptitudes. 

No obstante, el rector reconoce que se basan en los lineamientos del Ministerio de Educación los cuales abordan la prevención del embarazo y las enfermedades de transmisión sexual, y la investigación realizada por el Politécnico revela que esto no es suficiente.  

Las psicólogas insisten en que más que una cátedra suelta en la malla curricular, se necesita un enfoque integral, transversal y afectivo. 

“La educación sexual debe ir mucho más allá de la prevención de embarazos o infecciones, debe abordar el consentimiento, las emociones, el placer, la diversidad, la identidad de género, los vínculos sanos y la toma de decisiones informadas. Y debe hacerse con un lenguaje respetuoso, sin infantilizar ni ridiculizar a quienes preguntan”, añaden. 

Programa en marcha 

Por otro lado, el programa ‘Cuidando de mí, el cuidado del otro y el cuidado de lo otro’, también impartido en el INEM, se acerca más a la educación realista que se aborda en la investigación. 

El proyecto amarra la esencia de los estilos de vida saludable fuera del aula. Allí se trabaja con los equipos de orientación escolar y los aliados en la formación en el INEM. El rector amplía: “Desarrollamos jornadas puntuales de capacitación, sensibilización y motivación en sexualidad”. 

Así las cosas, desde el colegio se identifican restos que el rector considera “muy grande”, entre ellos el control del acceso a la información o desinformación en internet, el manejo de una sexualidad responsable y la prevención de enfermedades.

Entonces, ¿qué es lo que se necesita? La investigación propone repensar el modelo educativo y asumir la sexualidad como un campo de saber legítimo, vital y urgente. 

Para ello se requiere un cambio de mirada que empiece en casa, se refuerce en el aula y sea sostenido por las instituciones. Las investigadoras del Politécnico Grancolombiano insisten: “No se trata de una charla aislada, se trata de articular conocimiento, cultura y pedagogía para sembrar otra forma de hablar de sexualidad, más cercana, más empática, más real”.

El rol de las familias, los colegios y los jóvenes

Laura Segovia, Alejandra Hernández y Natalia Turriag comparten que la educación sexual no es tarea exclusiva del colegio, es una responsabilidad compartida. “Las familias deben dejar de ver la sexualidad como un tema prohibido o ajeno. Los adolescentes necesitan espacios seguros para preguntar, sentir y comprender. Y las instituciones educativas deben dejar de improvisar, urge que asuman el tema con seriedad, inviertan en formación docente y articulen esfuerzos con programas de salud, cultura y bienestar emocional”, anotan.

Llamado colectivo 

*“En un país con altas tasas de embarazos adolescentes, violencia basada en género, discriminación hacia la población diversa y desinformación generalizada sobre el cuerpo y el placer, la educación sexual ya no es un lujo, es una necesidad urgente, una apuesta por el bienestar emocional, la autonomía, la prevención de violencias y la construcción de relaciones sanas”.

*“El silencio no protege, el tabú no educa, lo que protege y transforma es el conocimiento”.

La Alcaldía de Manizales retomó en el 2024 el programa ‘Tú decides’, el cual se implementa en las instituciones educativas y está enfocado en la prevención y atención del embarazo adolescente. Fue reconocido entre el 2012 y el 2015 por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) como referente nacional. 

 

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