Cafeteros

Entre las 7:00 a.m. y 12:00 m. y de 2:00 p.m. a 5:00 p.m. se registra el continuo de cargue y descargue. Jaime Mejía Echeverri, cafetero de Villamaría y Manizales (derecha) habla con el administrador de su finca Los Cedros en la vereda La Pola sobre las expectativas para el 2026.

"Dele, dele, deleeeeee", "para la derechaaaaaa", "cuidado ahí", "espereeeeee, que espereeeee", "déjelo ahí"....

Llamados como estos se escuchan continuamente en la Cooperativa de Caficultores del Parque Liborio, en Manizales, una de las cinco que hay en Caldas, y que reúne en un pequeño espacio de unos 200 metros cuadrados toda una fiesta alrededor del café.

Para algunos cultivadores este es una especie de recreo, luego del trabajo continuo en el campo, pero además es el momento especial, pues se trata de presentar, como un buen chef, el café que cultivaron y ademàs demostrar que cumplieron con todas las recomendaciones que les hicieron los extensionistas y que llevaron a cabalidad.

Con la apertura de este punto de compra desde las 7:00 a.m se inicia el movimiento de yips, de carros particulares y hasta de chivas que llegan cargadas de café, pese que según dicen los mismos cafeteros, este fin de año la cosecha no fue buena, y la queja general es que bajó entre el 30% y el 50%.

Aún así, el movimiento y la bulla continua es alta, pues solo en una mañana se pueden atender hasta 100 cafeteros. Por eso, los coteros están listos para bajar las cargas y empezar pronto el proceso del grano.

 

La selección

Son, por lo menos, unos 20 mil kilos que se registran en una mañana en época de cosecha y con los que se inicia la tarea de selección para definir la calidad de ese producto que trajeron y que luego viajará al mundo, a unos 105 países, según la Federación de Cafeteros, naciones que demandan el arábigo nacional, considerando el más suave del mundo.

En medio de la carrera por bajar y transportar los bultos, se inicia una especie de laboratorio. Lo primero que acatan a hacer los mismos operadores del descargue es tomar un muestra del café con un aparato que tiene forma de chuzo o de jeringa que también se conoce como sonda del café.

Son unos 100 gramos en los que se revisan las impurezas, y el nivel de brocas y pasillas, además de la almendra sana. "Es para determinar el factor rendimiento, que es la cantidad de café pergamino para obtener un saco de 70 kilos de excelso", explica un operario pedagógicamente.

Al final es lo que definirá el valor de lo que pagarán al cafetero y hasta los posibles incentivos. "La ventaja este año, es que la calidad ha sido muy buena, pese al menor graneo, con niveles de broca por debajo del 2% y pasillas no superiores al 4% o 5%", resaltan los mismos cafeteros, que esperan con algo de impaciencia el examen de su trabajo.

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Poco, pero de buena calidad

Entre tanto, el productor se sienta en la sala de espera, sin tener que aguantar mucho para que le sirvan un buen café. "¿Va a tomar cafecito?, es la pregunta tradicional que se escucha, mientras al fondo siguen bajando bultos y bultos del pergamino seco, en medio de un olor especial que se apodera del sitio. Otros aprovechan para revisar el precio en un tablero pegado en una de las paredes en la que se marca el precio oficial del día: $293 mil 150 la arroba.

"Vea, esto se me olvidó decírselo. Lo que nos ayudó fue el precio que ha sido excelente y se sigue sosteniendo", dice Jaime Mejía Echeverri, cafetero de la vereda La Pola en Manizales.

Aunque muchos productores venden el café pergamino seco, otros lo llevan mojado, aún sin secar, aunque este hecho hace que les descuentan $5 mil por el secado de cada arroba . Hoy esas ventas de mojado alcanzan hasta el 30%.

 

La hora de la verdad

Pasado unos 15 minutos, el cafetero es llamado para que se acerque a la casilla donde le van a pagar. - "Luis Horacio Castro", llaman por un micrófono, lo que hace que este productor, de la vereda Tarroliso, de Manizales, se pare de inmediato para conocer el diagnóstico final. "Espéreme un momentico", dice. Es la hora de la verdad.

Algunos cuentan y recuentan su plata, mientras celebran que el valor ha mejorado y ha permitido compensar los gastos, aunque no como para decir que se está en bonanza o minibonanza cafetera, como ha cacareado el Gobierno.

La palabra les choca, ya que de las pocas veces que hubo bonanza en Colombia fue la del 76 producto de una helada negra que acabó con la caficultura de Brasil y llevó el precio a indicadores por encima de los 10 a 11 dólares por libra, contra un valor actual que bordea los 4 dólares por libra. Por ello, defienden que todavía estamos muy lejos de una verdadera bonanza y que lo que hoy se tiene es una época de buenos precios que permiten compensar los gastos.

En promedio muchos han tenidos precios de hasta $3 millones 200 mil por carga de 125 kilos o $320 mil por arroba. El mejor repunte fue el jueves 13 de febrero de este año, cuando alcanzó los $3 millones 380 mil.

 

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Las expectativas

Lo que viene, como siempre es un dilema, más cuando aún se esperan las condiciones de los dos primeros productores del mundo, Brasil y Vietnam, en su orden, cuyas cosechas han mermado por efectos de las heladas y déficit hídricos.

En Vietnam parte del problema fueron las fuertes inundaciones, además de las disminuciones en Centroamérica.

Eso hace que al consultarles a los cafeteros, confíen en que el precio se siga trepando, más si se tiene en cuenta que ya lleva cinco años con niveles altos, desde el 2020 que se trepó por encima del $1 millón por carga; al 2021, por el lado de los $2 millones, con ciertas bajadas y, en especial, este año que se ha subido hasta los $3 millones por carga.

 

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¿Y la cosecha del 2026?

"Va a estar buenísima", dice Janeth Marín, cafetera de la vereda San Peregrino, sin pensarlo mucho, al resaltar que hubo un buen verano, que finalmente es el que decide todo. Eso, combinado con el precio, si se mantiene, sería lo que califican como una bendición doble, aunque algunos cultivadores consultados todavía lo dudan.

Luis Gerardo Orozco, recolector de Herveo Tolima, quien estuvo cogiendo café en la finca Los Cedros, y quien recoge hasta 120 kilos por dìa lo cree o, por lo menos lo espera, lo mismo que su compañero Giovanny Ríos, del Fresno (Tolima), quien lleva más de 10 de cosechas en esta misma finca. "Hay buenas y otras regulares, pero la que viene estará mejor", dice, al presumir que recoge hasta 200 kilos diarios, cuando hay muy buen café.

Luis Valencia, administrador de esa finca, en la vereda La Pola, afirma lo mismo. Dice que esta temporada fue mala, en parte porque el año pasado hubo mucho café y los árboles quedaron cansados, por lo que se demoran para recuperarse. Sin embargo, confía que la cosecha de mitaca o de mayo sea mucho mejor, e incluso la de fin de año podría verse una buena situación. Sin embargo, serán las floraciones de enero o febrero las que anticiparán qué tanto grano.

Por lo pronto, algunos salen cargados con la esperanza de que el 2026 será mucho mejor.

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Opinan

Luis Horacio Castro Sánchez, Quebrada Negra (Neira): 

La cosecha estuvo más bien suave, regularonga, poquita, aunque la calidad fue mejor, al igual que la mano de obra. Ahora terminó este verano y llegó el agüita, que también nos ayuda. Ojalá se mantenga el buen precio. Lo que sí esperamos es que nos den ayuditas en abonos o insumos porque en mi caso voy a sembrar un cafecito nuevo.

 

Ramón Arias, vereda Espartillal (Manizales): 

Esta cosecha fue muy regular, se redujo mucho con respecto al año pasado porque el año pasado cayó mucha agua y entonces las florecencias fueron muy bajitas, aunque salió de buena calidad y el precio compensó. Esperamos que para el 2026 siga el precio bueno, y que se mantengan las ayudas. El otro año lo ve bueno, va estar mucho mejor.

 

María Gilma Yepes, vereda Espartillal (Manizales):

El café ha estado bien, gracias a Dios, de buen precio, aunque la producción de fin de año ha sido más bien regular porque el café que recogimos fue más bien de traviesa, aunque uno siempre se centavea.

 

Alonso Gallego Osorio, miembro Cooperativa Caficultores de Manizales: 

La cosecha ha estado regular para este trimestre, aunque el año cafetero que pasó fue muy bueno. Una de las partes esenciales que necesitamos es que el Congreso Cafetero le hable al Gobierno sobre el contrabando que viene de otros países con el fin de que haya mayor control. Lo otro es definir el beneficio de los insumos cafeteros.

 

Rosalba Palacio, Bajo Tablazo, vereda Laventino: 

Una cosecha regulonga, aunque es muy normal. Lo que sí necesitamos son buenas ayudas porque verdaderamente los campesinos estamos muy abandonados, a mí no me prestan por mi edad, uno con 82 años qué va a responder, pero hay muchas personas llevadas del verriondo, entonces hay que colaborarles y mire las carreteras como están, súper malas.

 

Janeth Marín, vereda San Peregrino (Manizales):

Sin mayor cafecito, lo que ha salido son solo graneítos, porque ha habido muchas lluvias. La ventaja fue el precio, que ojalá siga así para la cosecha que viene, pues la situación va a ser buenísima. Esperamos ayudas para renovación, porque después de la cosecha del próximo año, la del segundo semestre, se va a necesitar mucha renovación.

 

Diana Lorena Ferril, vereda Case Lata (Manizales) 

Siempre estuvo bajita esta producción, aunque siempre hubo cafecito de todas maneras. Lo que sí esperemos que el clima nos favorezca porque es el que decide. Lo mejor es que tenemos buen precio. Cada cafetero tiene sus propias afugias, en mi caso una buena carretera para sacar el café, es fácil hacerlo, pero tengo unas vecinas que no lo permiten.

 

Álvaro Villada, vereda Guacas (Manizales): 

Siempre bajó mucho la producción, casi la mitad frente al año pasado. La esperanza es la cosecha del próximo año, ante todo la del primer semestre, la mayera. Sí necesitamos apoyo para fertilizar.

 

Jaime Mejía Echeverri, Villamaría y Manizales: 

El grano llegó muy bajito, no ha habido problema con trabajadores porque no hay cantidad, pero el problema este año fue invierno que impidió que los cafetales florecieran porque no hubo buena luminosidad. Si esto sigue así tampoco le creo al próximo año, hay buena puntilla, pero con el invierno y la falta de luminosidad se pierde mucha flor.

 

Rodrigo Escobar, Cuchilla El Salado, pelo chuzudito

Más bien poca, para mí merma la mitad del próximo año. Ojalá en el 2026 mejoren las cosas, depende de que uno pueda abonar bien. Al Gobierno hay que insistirle que apoye más al cafetero, otro problema es que la juventud no se quiere meter al campo, y qué va a pasar en 10 años que ya no trabajemos, quién nos va a sustituir.

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