A Juan Esteban lo detuvieron el pasado 12 de mayo por amenazar con arma blanca, en San Sebastián (Manizales), a un menor, de 16 años, quien caminaba con su hermana por ese sector.

Esa acción la cometió con 4 personas más, pero solo lo aprehendieron a él. En audiencia de control de garantías de esa fecha no aceptó cargos y le dieron la posibilidad de permanecer en domiciliaria mientras avanza el proceso. Se comprometió a manejarse bien, no cambiar de residencia, concurrir cuando fuese requerido y no salir de la casa, ni siquiera a comprar leche a la tienda. Todo esto para proteger a la víctima y a la comunidad.

Embarrada

Pero la embarró. El Inpec informó el pasado 14 de junio, que hizo visita de control a la vivienda y el procesado no estaba en ella. Se verificó que consiguió un trabajo para pintar el colegio del barrio El Nevado.

Por ese incumplimiento del compromiso, la Fiscalía acudió la semana pasada ante un juez de control de garantías para pedir que le cambiaran la medida de domiciliaria y lo mandaran para la cárcel.

Su abogado alegó que solo salió ese día y regresó a la vivienda. Y que lo hizo para tener fondos para sostenerse económicamente. Sin embargo, no se demostró que haya obtenido permiso de un juzgado para trabajar.

Para el juez, se burló de la benevolencia de la justicia y por eso lo mandó para la cárcel, como lo pidió el ente acusador.

El delito

Artículo 185A del Código Penal, intimidación o amenaza con arma de fuego, armas, elementos o dispositivos menos letales, armas de fuego hechizas y arma blanca. El que las utilice para amenazar o intimidar a otro incurrirá en prisión de 4 a 6 años de pena.

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