En septiembre del 2023, una mujer salió corriendo de su apartamento en el barrio Milán, de Manizales, tras asegurar que había sido víctima de un secuestro. Tras llamar a la Policía, uniformados del CAI del Cable llegaron y capturaron a cuatro personas.

El esposo de ella aseguró que el administrador, otros dos hombres y una mujer eran los responsables. Habían ingresado a la fuerza a su residencia mientras descansaba, lo golpearon, lo esposaron y le sacaron elementos de valor por cerca de $11 millones.

Cuando su pareja llegó con su hijo, dijo que también intentaron retenerla, pero forcejeó con los señalados y huyó hasta lograr avisar a las autoridades. A los detenidos los señalaban por hurto calificado y secuestro, pero quedaron libres y anunciaron que eran víctimas de un montaje.

Un inquilino malapaga

En octubre del 2023 se llevó a cabo una audiencia, por lo que se consideró que se trataba de delitos querellables como daño en bien ajeno y lesiones personales. No hubo acuerdo y se expuso que los problemas eran de vecindad.

Todo empezó el 4 de julio del 2023, cuando un hombre contactó al administrador de un edificio para ocupar un inmueble, cuyo costo era de $2 millones mensuales y adelantaría $1 millón.

Se comprometió con firmar un contrato y entregar el resto del dinero en los días siguientes, y le pidió que le permitiera ingresar sus muebles. El encargado aceptó, con la promesa de que las llaves se quedarían en la portería, lo que no ocurrió.

El ciudadano llegó a ocupar el apartamento sin autorización y ante la petición, por orden de la dueña, de que lo devolviera, este se negó y empezaron los problemas entre ambos. Empezaron las citaciones a inspecciones de Policía, a centros de conciliación en 8 ocasiones y todo fue en vano.

El inquilino terminó denunciando que el encargado le cortaba los servicios y le impedía ingresar al parqueadero. Del otro lado fueron problemas con los vigilantes y hasta con otros vecinos.

Llamó con el celular robado

Tras muchas discusiones, el administrador aceptó entregarle $4 millones 500 mil al ocupante y además le pagaría el trasteo. Sin embargo, el día que debía abandonar, le manifestó que necesitaba $3 millones 500 mil más, y se negó a abandonar el apartamento.

Ocurrió justo cuando dos coteros extraían los enseres, mismo instante en el que apareció la esposa del sujeto, quien le dijo que ya sabía qué hacer. Primero gritaron desde las ventanas que los estaban secuestrando y luego la mujer corrió y llamó a la Policía.

Ella manifestó que entre lo que habían hurtado había joyas de oro y dinero, y su celular, pero según la Fiscalía, se comprobó que dicho equipo fue desde el que hizo la llamada de auxilio.

El administrador, una familiar y los dos coteros decidieron quedarse en el lugar a la espera de la Policía, pues sostuvieron que no habían hecho nada malo. Eso sí, denunciaron que el día que los aprehendieron, los tuvieron 12 horas detenidos por algo que no hicieron.

Mintió con negocios y propiedades

De acuerdo con el administrador, el otro hombre aseguró tener tres negocios y podía suministrar los documentos de dos inmuebles de su madre. Terminó siendo falso.

Incapacitados

La pareja que denunció el supuesto secuestro recibió una incapacidad de 12 días por las agresiones que al parecer sufrió el día de los hechos.

Sin preclusión

La Fiscalía le solicitó al Juzgado Primero Penal del Circuito de Manizales la preclusión por el caso de secuestro, al no existir prueba de dicho delito. Sin embargo, se negó dicha petición.

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