Fraude procesal es el delito por el que será condenado Carlos Alberto Estrada Martínez, luego de allanarse a cargos esta semana.

Todo empezó cuando una mujer que tenía un local comercial en la Terminal de Transportes recibió una propuesta de este hombre para que se lo alquilara.

Él le pagó 3 meses y luego le propuso que se lo vendiera. Ella le indicó que tenía una deuda de $8 millones en la Cámara de Comercio, por lo que Carlos Alberto le planteó pagarla con la negociación y darle un adelanto de $500 mil a $1 millón.

La señora le aseguró a la Fiscalía que ella no firmó ningún documento. Posteriormente se enteró de que Infimanizales estaba comprando locales en la Terminal, por lo que se interesó, pero al averiguar se encontró con la sorpresa de que Estrada Martínez ya lo había vendido.

Falsificó su firma para un poder que supuestamente ella autorizó en la notaría de La Virginia (Risaralda), con escritura 4832. Luego inscribió la propiedad en Instrumentos Públicos.

"Ni siquiera conozco ese municipio. No hice ningún trámite de esos", manifestó la señora. El 25 de agosto se conocerá la sentencia contra este hombre, posiblemente le otorguen la suspensión condicional de la pena por el tiempo cumplido.

En este proceso figuran como víctimas la mujer e Infimanizales.

El sujeto ya estuvo encerrado cerca de dos años.

Se llamó la atención porque el fiscal que tuvo el caso inicialmente no imputó otro delito que se cometió.

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