Luis Alberto Arias Castaño, alias el Mocho, aceptó que mató a Carlos Hernán Tamayo Hurtado, en Manizales. El día de la audiencia, el fiscal pidió mandarlo a la cárcel mientras le dan sentencia, pero el juez le otorgó una domiciliaria.

El representante del ente acusador, convencido de que el Mocho es un peligro para la sociedad, apeló y este fin de semana se conoció la decisión de segunda instancia.

Se revocó la domiciliaria y se atendió el pedido del fiscal. "No se puede dejar pasar por alto la gravedad del hecho y los antecedentes que se venían presentando frente a estas dos personas, la víctima y el indiciado, las circunstancias en que se desarrolló el homicidio, la situación posterior al hecho en que el señor dejó a la víctima tirado como si fuera cualquier cosa, como si nada, asumiendo una actitud descarada", argumentó el delegado del ente acusador.

Para la segunda instancia, la protección a la comunidad resulta incuestionable, en tanto que el vinculado se constituye en un peligro para ella por su irregular forma de actuar.

"Lo hace merecedor a esa reclusión intramural en esta oportunidad, pues como bien lo advirtió la Fiscalía, es un verdadero peligro para la comunidad en general. No tendría sentido imponerle una detención domiciliaria a quien con facilidad acaba con la vida de otra persona, lo que haría de esa detención domiciliaria un premio a su fatal actuar, pues nada le impediría salir de allí a cualquier hora y momento y muy probablemente cometer esta clase de delitos u otros", decidió la segunda instancia.
 

El caso

• -Víctima y victimario venían con problemas de tiempo atrás. Incluso, el segundo ya había lesionado una vez al primero.
• -El hoy fallecido tildaba a su agresor de peligroso, traicionero, de alguien a quien no se le podía dar la espalda.
• -Y todo terminó en muerte. El domingo 3 de agosto, sobre las 7:00 de la mañana, la disputa llegó a su fin en la carrera 13A con calle 51C, del barrio Villahermosa, de Manizales.
• -Carlos Hernán Tamayo Hurtado, de 59 años; y Luis Alberto Arias Castaño, de 65, se encontraron en la calle. Este último lo lesionó con machete en dos ocasiones, heridas que resultaron mortales. Carlos Hernán, apodado Volkswagen, pereció en el sitio. Su asesino, a quien conocen como el Mocho, salió caminando como si nada.
• -La Policía lo aprehendió metros adelante, en flagrancia. Se legalizó la captura ante un juez de control de garantías de la ciudad por homicidio simple, con una pena que puede alcanzar los 208 meses o los 104, si aceptaba cargos. Lo hizo sin titubeos y será condenado en una fecha posterior.
• -En una ocasión, el Mocho le pegó unos planazos en la espalda, en el billar del barrio, al hoy fallecido.

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