La Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia confirmó ayer martes 26 de agosto la condena impuesta al médico Rafael Valle Oñate por el delito de acceso carnal o acto sexual abusivos con incapaz de resistir en modalidad de acceso carnal.

La Sala reprochó que un profesional de la medicina, que tiene la obligación de no causar daño y se comprometió a velar por la salud, integridad y la vida de los demás, se aproveche de la confianza depositada en él, y en sus conocimientos, para ejercer actos de violencia sexual Valle Oñate, médico especialista en medicina interna, reumatología e inmunología, era el profesional que trataba a una mujer desde el 2002, aproximadamente. Él le diagnosticó a ella síndrome de fatiga crónica y fibromialgia.

El 25 de julio del 2018, después de la 1:00 de la tarde, ella asistió a una cita de control con el mencionado médico, en la clínica Salud Reinum, propiedad de este, ubicada en Bogotá, en la carrera 19 a # 82-5.

Durante la cita el médico y la paciente trataron varios temas personales. Luego de ello, le preguntó a ella que con quién había asistido a la cita, a lo que esta respondió que sola.

A esta respuesta, el profesional de la salud indagó por la razón por la que el esposo de la paciente no la había acompañado y ella contestó que porque habían peleado.

Cuando el médico le preguntó si ya había ido a consultas con los otros especialistas, ella respondió que el día

anterior había acudido al ginecólogo y comentó que le había preguntado si tenía la premenopausia, toda vez que, su apetito sexual había disminuido pero que el profesional de la salud (el ginecólogo) le había dicho que no.

En el transcurso de la consulta, ella le comentó que tenía problemas en el manguito rotador. Acto seguido el médico procedió a examinarla y durante el examen le manifestó que debía infiltrarla, le palpó lo senos, el abdomen y la zona pélvica.

En ese momento le tocó la vagina y le introdujo, sin guantes, uno de sus dedos en la vagina; le preguntó que si le gustaba, luego le introdujo otro dedo y le preguntó si ya se había venido, a lo que ella le respondió que cómo se le ocurría, al tiempo que Valle Oñate le daba un beso en la boca.

El profesional de la salud le dijo que dejaran así, que ya iba a llegar su esposa, quien trabajaba en la misma clínica y que podría estar sospechando.

Procedió a lavarse las manos y – mientras la paciente se terminaba de vestir- le entregó los exámenes y le dijo que la esperaba el siguiente miércoles.

La víctima señaló que en ese momento se sintió “desconcertada, abusada y violada”. Sumado a ello, manifestó que, debido a la confianza que había depositado en el médico no se esperaba que él fuera a hacerle eso y presentó la denuncia.

La pena fue de 12 años.

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