¿Quién protege a los agentes de tránsito? El preocupante caso de violencia en Armenia

Fotos | Tomas de video | LA PATRIA

Mientras los guardas estaban en una calle de Armenia, Quindío, controlando el mal parqueo, un hombre les disparó desde la ventana de un piso alto. La acción quedó grabada en un video de cámara de seguridad.

La violencia contra los funcionarios públicos encargados de regular la movilidad urbana sigue generando preocupación en Colombia.

El más reciente caso ocurrió en pleno centro de Armenia, cuando un agente de tránsito fue agredido con un arma traumática mientras realizaba un operativo de control vehicular.

El ataque ocurrió en la calle 15 con carrera 16, en inmediaciones de la Alcaldía de Armenia. Según información oficial, el agente se encontraba imponiendo un comparendo a una motocicleta mal estacionada, cuando fue impactado en el hombro por un proyectil disparado desde una ventana de un segundo piso.

El agresor, identificado como la pareja sentimental de la propietaria del vehículo mal estacionado, utilizó un arma traumática para atacar al funcionario público.

Todo quedó registrado en cámaras de seguridad del sector, cuyas imágenes generaron indignación en la comunidad y en las autoridades locales.

Parte médico y respuesta institucional

El agente de tránsito fue trasladado de inmediato a un centro asistencial, donde recibió atención médica. Por fortuna, la herida fue leve y no hubo necesidad de hospitalización prolongada. Esa misma noche fue dado de alta.

En declaraciones a medios locales, Daniel Jaime Castaño, secretario de Tránsito de Armenia, explicó: “Un agente de tránsito de Armenia se recupera después de haber sido impactado desde un balcón con arma de fuego cuando realizaban un procedimiento de movilidad en el centro de la ciudad.”

Además, el funcionario reiteró el rechazo de la administración municipal frente a este tipo de conductas violentas:

“Rechazamos rotundamente, en nombre del alcalde James Padilla y en el mío propio, este tipo de actos contra nuestros funcionarios que solo están cumpliendo con su deber”.

Aspectos legales y procedimiento administrativo

A pesar de la agresión, el procedimiento de control siguió su curso. La motocicleta fue retirada voluntariamente, por lo que no se hizo efectiva la inmovilización del vehículo.

En cuanto al agresor, el agente interpuso la denuncia correspondiente por agresión a servidor público, y las autoridades adelantan la investigación penal.

El Secretario de tránsito aclaró: “Ya se instauró la denuncia por parte del agente de tránsito. Esperamos que la justicia actúe para que estos hechos no queden en la impunidad”.

Este no es un caso aislado. Según cifras entregadas por la Secretaría de Tránsito de Armenia, en lo corrido del año se han registrado cinco casos de agresiones físicas contra agentes de tránsito en la ciudad.

A esto se suman las constantes agresiones verbales que enfrentan los funcionarios diariamente durante los operativos.

“A diario los agentes reciben insultos. La mayoría de los procedimientos terminan en comparendos o inmovilizaciones, lo cual genera molestia en algunos conductores, pero eso no justifica ningún tipo de agresión”, afirmó Daniel Castaño.

El llamado de las autoridades: respeto por la función pública

La labor de los agentes de tránsito es esencial para garantizar el orden vial, prevenir accidentes y proteger la vida de los ciudadanos.

Ante el aumento de agresiones, las autoridades de Armenia hicieron un llamado urgente a la ciudadanía a mantener la calma y respetar a quienes ejercen autoridad en las vías.

“Ellos están cumpliendo su labor y velando por el bienestar colectivo. La intolerancia y la violencia no pueden ser la respuesta a una infracción”, concluyó el Secretario.

Un fenómeno que se repite

Las agresiones a agentes de tránsito en Colombia no son un fenómeno nuevo. En ciudades como Bogotá, Medellín y Cali, también se han reportado casos similares.

Según datos del Observatorio Nacional de Seguridad Vial, los ataques a funcionarios de movilidad han aumentado un 18% en los últimos tres años, especialmente en entornos urbanos.

Este panorama evidencia la necesidad de fortalecer la protección a los servidores públicos, mejorar los canales de diálogo con la ciudadanía y promover una cultura de respeto hacia la autoridad.

A lo que se expone el agresor

Una persona que agrede con arma traumática a un servidor público puede enfrentar sanciones penales y administrativas. Algunas de las posibles consecuencias incluyen delitos, penas pueden variar según el delito cometido, pero pueden incluir prisión, multas y la inhabilitación para ejercer cargos públicos.  

- Lesiones personales: El artículo 111 del Código Penal establece penas de prisión de 32 a 108 meses y multa de 13 a 75 salarios mínimos legales mensuales vigentes. 

- Tentativa de homicidio: El artículo 326 del Código Penal establece penas de prisión de 96 a 180 meses. 

- Violencia contra servidor público: El artículo 184 del Código Penal establece penas de prisión de 4 a 8 años y multa de 8 a 12 salarios mínimos legales mensuales vigentes.

- Inhabilitación: La persona condenada puede ser inhabilitada para ejercer cargos públicos o derechos políticos. 

- Reparación del daño: La persona condenada puede ser obligada a reparar el daño causado a la víctima. Es importante tener en cuenta que las sanciones pueden variar dependiendo de las circunstancias específicas del caso y la legislación vigente en el momento de los hechos.

 

* Esta información es producto de la alianza entre el periódico LA PATRIA y el Canal Regional Telecafé.


Haga clic aquí y encuentre más información de LA PATRIA.

Síganos en 
FacebookInstagramYouTubeXSpotifyTikTok y en nuestro canal de WhatsApp, para que reciba noticias de última hora y más contenidos.

Temas Destacados (etiquetas)