María Jhoana Marín, Óscar Andrés Alzate y Natalia Hernández, integrantes del primer Programa de Donación de Cuerpos y Órganos para la Ciencia Trascender en la Universidad de Manizales. 

Foto | LA PATRIA   María Jhoana Marín, Óscar Andrés Alzate y Natalia Hernández, integrantes del primer Programa de Donación de Cuerpos y Órganos para la Ciencia Trascender en la Universidad de Manizales. 

Óscar Andrés Alzate (OA), Natalia Hernández (NH) y María Jhoana Marín (MJ), de la Universidad de Manizales, hablaron con LA PATRIA Radio sobre el primer programa de donación de cuerpos y órganos para la ciencia, Trascender. Esto dijeron:

 

¿De qué se trata trascender? 

OA: Este programa se considera pionero en Colombia, donde podamos donar nuestro cuerpo y órganos para la ciencia. 

Existía la donación de órganos para la vida. Aquellos que necesitan, por ejemplo, un riñón o un órgano vital, pero realmente en Colombia algunas instituciones, algunas universidades recibían algún órgano por Medicina Legal o por medio de una carta, algo muy poco formal. 

Pero gracias a la Universidad de Manizales hemos podido consolidar desde la Facultad de Ciencias de la Salud, encabeza la decana, del programa y en unión con Ciencias Jurídicas lograr Trascender. 

El primer programa de donación de cuerpos y órganos para la ciencia. 

 

¿Jurídicamente cómo funciona? 

MJ: Consideramos que esto es lo más importante de este proyecto: que todos conozcamos de qué se trata el tema de la donación de órganos para la ciencia.

Este programa es supremamente importante, demuestra que la ciencia y el derecho pueden unirse, para honrar sobre todo la dignidad humana y sobre todo transformar la educación del derecho y el campo de la salud. 

En la Universidad de Manizales se ha creado este proyecto a partir de un programa que convierte una decisión libre y espontánea de la persona y que concientiza de alguna forma un legado, pero que le aporta sobre todo a la ciencia y a la sociedad. 

NH: Todo el tema de lo legal para nosotros ha sido muy importante. Hemos hecho el análisis jurídico y cómo el Estado colombiano de una u otra forma ha ido evolucionando en todo el tema de las normas.  

Lo que vemos es que hoy ya tenemos un proyecto muy maduro, todo lo que estamos haciendo desde lo institucional es bajo el marco de lo legal

Además porque quizás van a decir: “¿Donación de cuerpos y de órganos?”. E inmediatamente, pensar en tráfico de órganos. 

Y jamás, incluso existe una norma que es la Ley 919 del 2004, que penaliza todo eso. 

Este programa es un asunto completamente voluntario. 

 

¿Cuál es la relevancia de este proyecto? 

OA: La primera vez que los profesionales de la salud, es decir, médicos, enfermeros, fisioterapeutas y odontólogos, van a tener en su formación, contacto con un paciente es con un cuerpo.

Ellos aprenden del cuerpo humano y para ello necesitamos estructuras biológicas. Se puede aprender por medio de pantallas, pero la tridimensionalidad, la habilidad visión espacial que desarrolla una estructura no se compara científicamente hablando.

Resulta que antiguamente Medicina Legal otorgaba los cuerpos, ahora ya no lo hace y entonces los cuerpos que están actualmente en los pocos laboratorios de morfología o anfiteatros se han ido desgastando.

Y nosotros necesitamos también investigar. Por ejemplo, queremos hacer una investigación, de una variante anatómica.

Entonces podemos tomar algunos corazones para mirar cómo se comportan los vasos coronarios. Podemos tomar cerebros para mirar el caso del Alzheimer.

Pero no hay estructuras y queremos seguir avanzando en ello.

Entonces, desde ahí surge la necesidad de renovar algunas de esas estructuras de los laboratorios y por eso se hace necesario que las personas trascendamos la muerte y que nuestro cuerpo siga sirviendo después de muertos a la ciencia, desde el punto de vista académico-didáctico y desde el punto de vista la investigación.

En otros países ya hay programas como estos: En México, Chile, Brasil y Argentina que nos han asesorado en la propuesta.

Lo estamos empezando de manera oficial. Y lo que queremos con el programa no es solamente recibir un cuerpo como una cosa para estudiar, porque hay que diferenciar que eso no es un modelo, es una persona que hubo.

Queremos ir un poco más allá, queremos acompañar el proceso de muerte, tener una parte tanatológica donde acompañemos el duelo, donde haya también un equipo de psicólogos. Esa es la diferencia importantísima que hacemos.

 

¿Cómo hacen para superar tanto mito que se tiene desde lo espiritual y lo religioso que puede estar en un contrasentido sobre esta función que ustedes están tratando de ejecutar? 

MJ: En particular hablaremos de la Iglesia católica. Cuando tratamos estos temas, se generan posiciones contrarias obviamente y estamos en una ciudad y en una región que es supremamente católica.

Quisiera dar claridad en algo y es que la Iglesia católica tenía una posición bastante clara respecto a la donación de órganos y también frente al destino.

Los últimos tres papas: el papa Juan Pablo II, el papa Benedicto XVI y el papa Francisco eran donantes de órganos. O sea, se consideraban y se declaraban donantes de órganos como un acto, de amor, de solidaridad y de vida.

Acá la muerte se transforma en el estudio de la ciencia para la vida. Y eso es algo bien importante, sobre todo porque en el marco del proyecto tuvimos algo muy claro y es respetar las condiciones de orden ética. 

Un consentimiento explícito, un consentimiento libre, un consentimiento que no no va validado por el simple acto de querer y ya, sino que tiene que cumplir unos protocolos y unas formas, específicamente en vida o para las familias después del proceso de muerte. 

Creo que blindan mucho el tema en lo legal.

 

Contacto: 

Correo electrónico: oalzate@humanizales.edu.co 

 

Escuche la entrevista completa aquí: 

 

 


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