Salud

Fotos | Freddy Arango | LA PATRIA // El ejercicio con el balón busca generar conciencia del piso pélvico, haciendo movimientos de la pelvis (adelante y atrás), acompañadas de respiración.

“La incontinencia urinaria es una pérdida involuntaria de orina, que no solo le sucede a los adultos mayores. Este es un asunto de interés que debe importarnos a todos”. La premisa anterior es de la profesional Manuela Gaviria Sánchez, fisioterapeuta egresada de la Universidad CES de Medellín, con formación en rehabilitación de piso pélvico.

A ella se le consultó por este condicionante que, como lo explicó, tiene varios tipos. Estos pueden alterar el diario vivir de una forma a otra:

 

- Incontinencia urinaria de urgencia: “Es ese deseo imperioso de querer ir al baño y no poder aguantar. Muchas veces ocurre en el camino al baño o antes de llegar, con escapes que pueden ser en gotas, un chorro pequeño o abundante”.

 

- Incontinencia urinaria de esfuerzo: “Se da ante un aumento de presión abdominal, por ejemplo, al reír, toser, estornudar, agacharse o levantar algo pesado. En ese instante inmediato se produce el escape de orina”.

 

- Incontinencia urinaria mixta: “Combina las dos formas anteriores”.

 

- Incontinencia urinaria por rebosamiento: “Ocurre cuando la vejiga se llena demasiado, en personas que aguantan la orina por horas. Al estar tan repleta, se desborda y se escapa la orina”.

 

Gaviria, con estudios en oncología, salud materna y acompañamiento en parto y posparto, tiene cuatro años de experiencia en el manejo de esta anomalía que suele apenar a quien la padece.

 

Incontinencia urinaria

Los hombres, en menor proporción, desarrollan este problema.

 

Del bienestar del piso pélvico

En esto de la incontinencia, el piso pélvico es fundamental. Así se le conoce al conjunto de músculos, ligamentos y tejidos que soportan órganos como la vejiga, el útero y el recto. Eso tanto en hombres como en mujeres.

“Puede pasar en todas las etapas de la vida: infancia (cuando hay dificultades para adquirir el control de esfínteres o disfunciones en la micción), adolescencia, embarazo, posparto, adultez y vejez. Hacer un abordaje a tiempo marca una gran diferencia en la calidad de vida”, detalló la manizaleña.

El piso pélvico tiene varias funciones: evita la sensación de peso en la vagina cuando desciende la vejiga, el útero o incluso el recto; es fundamental en la continencia urinaria y fecal, crucial en la función reproductiva de las mujeres, en la acción sexual de ambos géneros y en la función postural.

 

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“La incontinencia urinaria es más común en mujeres, porque su pelvis es más amplia, diseñada para el embarazo. Sin embargo, los hombres también pueden sufrirla -sobre todo- después de una cirugía de próstata”, precisó Gaviria.

Tras estas intervenciones (sea por cáncer o por hiperplasia benigna), los pacientes suelen presentar escapes, desde goteo leve hasta incontinencia severa. Allí suelen requerir fisioterapia de piso pélvico para recuperar la función.

“El envejecimiento trae consigo la sarcopenia, que es la pérdida progresiva de masa muscular, afectando fuerza y flexibilidad. Eso aumenta el riesgo, pero no significa que todas las personas mayores vayan a tener disfunción de piso pélvico”, mencionó la experta.

LA PATRIA conoció que la obesidad, enfermedades crónicas como la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), cirugías abdominales, partos traumáticos, sedentarismo y mala alimentación, son factores de riesgo.

Entre las principales causas de la incontinencia urinaria está la hiperactividad del músculo detrusor, el cual rodea la vejiga y la descoordinación muscular, frecuente en niños, adultos mayores o personas con enfermedades neurológicas como el Párkinson.

“La menopausia trae pérdida de estrógenos y se acompaña de sarcopenia, lo que afecta la tonicidad muscular. Muchas mujeres presentan el síndrome genitourinario de la menopausia, con síntomas como resequedad, picazón y ardor en la vulva. Hay que evitar la autoformulación y gestionar ayuda médica, en el menor tiempo posible”.

Gaviria añadió: “La incontinencia no es terminal, es curable y prevenible. Con ejercicios adecuados pueden pasar de usar pañal a protector, o incluso a no necesitar nada. La rehabilitación devuelve la independencia, la confianza y la calidad de vida”.

 

Cuando toca con pañal

No siempre hay que usar pañales, cuando se tiene incontinencia urinaria. Eso se define, según su grado de severidad:

 

- Leve: puede manejarse con protectores.

- Moderada: con toallas absorbentes especiales.

- Severa: pañal.

 

“Lo importante es educar al paciente, porque muchas veces no cambian los protectores con la frecuencia necesaria y eso genera irritación, infecciones o lo que conocemos como pañalitis”, detalló Manuela Gaviria Sánchez.

Según ella, cada caso es distinto: "No todos los pacientes necesitan lo mismo: algunos tienen debilidad, otros tensión o descoordinación. Un mal ejercicio puede empeorar la condición. Siempre se requiere una valoración profesional”.

 

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En la visita al médico

El tipo de incontinencia y su severidad es definida por el profesional de la salud tratante, cuando el paciente le responde preguntas como:

 

- ¿Cuántas veces orina al día y en la noche?

- ¿Tiene deseos urgentes de ir al baño?

- ¿Siente vaciamiento completo de la vejiga?

- ¿En qué momentos se escapa la orina?

- ¿En qué cantidad: gotas, chorros pequeños o grandes?

 

Contacto

Instagram: @manuela.fisiopelvica.

Tik Tok: Manuela.fisiopélvica.

Facebook: Manuelafisiopelvica.

Consultorio: Edificio Portal del Cable, consultorio 305.

 

Incontinencia urinaria

Trabajar el puente glúteo también facilita la activación y conciencia del piso pélvico. Debe realizarse siempre bajo supervisión profesional.

 

¡A prevenir!

Para mantener un piso pélvico sano y alejarse de la incontinencia urinaria se recomienda:

 

- No retener por mucho tiempo las ganas de orinar o defecar.

- Mantenerse hidratado.

- Consumir fibra.

- Hacer actividad física.

- Evitar automedicación y tratamientos caseros.

- Mujeres: orinar sentadas (no en cuclillas) para lograr un vaciamiento completo. Hombres: lo ideal es orinar sentados, en caso de problemas de próstata o vaciamiento. Si son jóvenes y sanos pueden hacerlo de pie.

 


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