Los usuarios de la Nueva Eps en el Eje Cafetero siguen estando afectados por los incumplimientos de la entidad, a los hospitales de la región. 

A la restricción de servicios que tiene el SES Hospital Universitario de Caldas a la Eps, se le suma la Clínica San Rafael del Eje Cafetero, que atiende usuarios en Risaralda y Quindío.

La clínica decidió la suspensión total de los servicios a los usuarios de Nueva EPS en ambos departamentos con excepción de las urgencias vitales, afectando a cerca de 200 mil usuarios.  

La medida, oficializada el 10 de noviembre, responde a una millonaria deuda que la EPS mantiene con la institución, y que, según la dirección de la clínica, ha puesto en riesgo la sostenibilidad financiera y operativa del centro asistencial.

De acuerdo con el comunicado firmado por Carolina Pérez, gerente general, la acumulación de cartera ha generado graves afectaciones en el normal desarrollo de las operaciones, impidiendo el cumplimiento de obligaciones con proveedores, personal médico y administrativo. 

“Nueva Eps mantiene una importante deuda con nuestra institución, situación que ha generado graves afectaciones en el normal desarrollo de nuestras operaciones y dificulta el cumplimiento de nuestras obligaciones con el personal de salud, proveedores y demás actores que hacen posible la atención integral de nuestros pacientes”, señaló la directiva.

Según la clínica, la decisión fue tomada tras agotar todas las gestiones posibles para evitar la suspensión de servicios, pero el incremento de la cartera vencida llevó a un punto crítico que amenaza la estabilidad de la entidad y de su personal.

“Aunque lamentamos profundamente que esta situación afecte a nuestros pacientes y sus familias, hemos agotado todas las gestiones posibles para evitar esta medida”, agregó el comunicado.

A pesar de múltiples gestiones ante la interventoría de la Eps y el Gobierno Nacional, la situación no ha mostrado avances significativos.

Caso Risaralda

Frente a la nueva suspensión, Olga Lucía Zuluaga, directora ejecutiva de la Asociación de Instituciones de Salud de Risaralda (ACIS), advirtió sobre la gravedad de la crisis.

“Tuvimos la semana pasada una reunión con la interventora de la Nueva EPS, quien hizo unos compromisos relacionados con reuniones regionales que permitan cumplir la promesa del Gobierno Nacional de estabilizar la red”. 

La directiva señaló que esas medidas deben tener en cuenta tanto a la red pública como a la privada, para garantizar la prestación a todos los usuarios.

“Pero esa estabilización no puede ser solo de la red pública hospitalaria, porque la red privada cubre muchos servicios que el sistema público no puede garantizar. Y así los tuviera, tampoco podría atender a toda la población, porque no hay cama para tanta gente”, señaló Zúñiga.

La dirigente gremial hizo un llamado al interventor de la Nueva Eps y a la Superintendencia Nacional de Salud para que los cambios administrativos no generen más traumatismos y se priorice la protección del talento humano y los usuarios, quienes, según dijo, “siguen siendo los más afectados”.

El llamado de la Personería de Pereira

El personero de Pereira, Leonardo Fabio Real, también expresó su preocupación por la reiteración del incumplimiento y anunció acciones de seguimiento.

“Pensamos que esta situación ya estaba superada, teniendo en cuenta que semanas atrás se había hecho un desembolso superior a los $17.000 millones. Sin embargo, hoy volvemos al mismo punto. En los próximos días —el 18 y 19 de noviembre— tendremos la visita de la directiva nacional de la Nueva Eps, para definir junto con las instituciones un plan de pago real que garantice la atención de los usuarios”, indicó el funcionario.

El personero subrayó que esta crisis “recrudecerá la atención en salud en Risaralda”, un departamento donde los escenarios de atención ya son limitados. 

Añadió que la Personería ha venido acompañando a los usuarios y gestionando respuestas efectivas ante las autoridades nacionales.

La carga la asumirá Santa Monica 

Por ahora, los afiliados podrán ser atendidos en el Hospital Santa Mónica de Dosquebradas. 

La decisión se conoció después de que la entidad emitiera un comunicado, señalando que se atenderán urgencia no vitales y servicios de especialización, 

“Este apoyo comprende la atención de urgencias no vitales, así como los servicios de especialización de mediana complejidad”, explicó la institución. 

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