Más allá del condimento: la curcumina como aliado en la lucha contra el cáncer en Colombia

Fotos | Cortesía Unimedios - Luis Boza | LA PATRIA

La curcumina, principal principio activo de la cúrcuma, tiene potentes propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y anticancerígenas.

La raíz ancestral utilizada como condimento en múltiples culturas —llamada comúnmente cúrcuma— está recobrando protagonismo en la ciencia moderna.

Su principio activo, la Curcumina, ha mostrado en laboratorio un sorprendente efecto: la eliminación de células tumorales de cabeza y cuello, mama y pulmón (en cultivos celulares).

Aunque estos resultados aún están en una fase temprana, revelan un camino potencial hacia terapias más seguras y efectivas.

El creciente número de diagnósticos de cáncer en Colombia hace urgente explorar nuevos enfoques terapéuticos y preventivos. Con más de 100.000 casos anuales estimados y decenas de miles de muertes, como lo indican los datos nacionales, innovaciones como la formulación de curcumina del equipo de la UNAL podrían tener impacto real en el largo plazo.

Pero debe quedar claro: no estamos aún frente a una cura ni un medicamento comercial. Estamos ante una promesa científica que requiere validación clínica.

El equipo del profesor León Darío Pérez Pérez, del Departamento de Química de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), en colaboración con el profesor Mauricio Urquiza y su grupo, ha desarrollado una formulación de curcumina con mejor estabilidad y biodisponibilidad.

El proyecto contempló varios pasos

  1. Problema de la curcumina convencional: cuando se consume de forma habitual, la curcumina se degrada en el tracto digestivo o es metabolizada en el hígado antes de llegar a los tejidos donde debe actuar, lo cual limita su efecto terapéutico.

  2. Solución técnica: copolímero en bloque. Pérez explica que “desarrollamos un sistema de encapsulación para aumentar la biodisponibilidad … no es crear un fármaco nuevo, sino un nutracéutico que potencie terapias existentes”.

  3. Materiales empleados: Usaron polímeros aprobados por la Food and Drug Administration (FDA) —polietilenglicol (hidrosoluble) y policaprolactona (hidrófoba)— para crear cápsulas microscópicas que contienen la curcumina en su interior.

  4. Etapa de seguridad: En pruebas con ratones durante 15 días, la formulación no mostró toxicidad significativa comparada con el grupo control (órganos vitales sin alteración significativa).

  5. Etapa de eficacia in vitro: En líneas celulares de cáncer de cuello uterino, mama y pulmón, las cápsulas con curcumina mostraron citotoxicidad selectiva —mataron células tumorales, preservando en mayor medida células sanas— y requirieron dosis menores que la curcumina libre.

Estos resultados preliminares, aunque alentadores, subrayan que estamos ante avances experimentales, no ensayos clínicos aún.

Cuando la cúrcuma se transforma en tratamiento: avances en cáncer desde la UNAL

En el laboratorio, el profesor León Darío Pérez evaluó las cápsulas con curcumina en cultivos de cáncer de cuello uterino, mama y pulmón.

¿Qué implicaciones tiene esto a largo plazo?

  • El sistema de encapsulación de curcumina puede amplificar el alcance terapéutico de un compuesto natural tradicional, convirtiéndolo en un complemento para tratamientos oncológicos convencionales (quimioterapia, radioterapia).

  • A largo plazo, esto podría traducirse en terapias con menos efectos secundarios, mayor precisión en la acción antitumoral y mejoras en la calidad de vida de los pacientes.

  • El enfoque también abre la puerta a formulaciones combinadas (por ejemplo, curcumina junto con un fármaco anticancerígeno clásico como la doxorrubicina) que podrían actuar sinérgicamente y reducir dosis tóxicas.

  • Sin embargo, el camino hasta aprobación clínica es largo: se requiere fase preclínica ampliada, toxicología robusta, ensayos en humanos, regulación, producción escalable y validación en pacientes.

El investigador Pérez remarca: «El propósito no es crear un medicamento nuevo, sino un complemento capaz de potenciar los efectos de las terapias existentes y hacer más aprovechable el principio activo de la cúrcuma dentro del organismo». Esa declaración sintetiza el potencial y la prudencia del proyecto.

Curcumina encapsulada: una nueva frontera contra el cáncer en Colombia, podría ser un potenciador para los tratamientos anticancerígenos.

Interpretación y relevancia para el contexto colombiano

  • La evidencia internacional indica que la curcumina tiene mecanismos plausibles de acción anticancerígena (anti‑inflamatoria, pro‑apoptótica, anti‑angiogénica), y puede tener utilidad como complemento de terapias actuales.

  • Pero también subraya que no existe aún respaldo suficiente para su uso como tratamiento principal del cáncer. El obstáculo mayor es la biodisponibilidad y la heterogeneidad de los ensayos clínicos (dosis, formulación, tipos de cáncer, fases).

  • En ese marco, los avances del equipo colombiano adquieren especial relevancia: abordan uno de los cuellos de botella, y podrían situar a Colombia en una línea de investigación con aplicaciones concretas y potencialmente más asequibles para la región.

  • No obstante, sigue siendo importante comunicar con claridad que la curcumina no es una cura mágica, y debe estudiarse rigurosamente en humanos antes de asumir aplicaciones clínicas generalizadas.

 

* Esta información es producto de la alianza entre el periódico LA PATRIA y el Canal Regional Telecafé.


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