El Carlos Mario Marín candidato al Congreso tomó distancia del Carlos Mario Marín concejal. También le reconoció a LA PATRIA qué cambiaría de su tiempo como alcalde de Manizales (2020-2023).

“En algún momento yo usé esto para hacer una crítica muy profunda que generaba animadversión, por ejemplo, frente al alcalde que en su momento gobernaba, Octavio Cardona, yo siendo Carlos, concejal. Ya no usaría ese poder que me entrega la ciudadanía para eso. Lo usaría para construir”, aceptó Marín el 11 de noviembre de este 2025.

Del discurso confrontacional que usaba, admitió que “el tono era equivocado”.

Carlos Mario Marín, exalcalde de Manizales, analizó el panorama electoral al que se suma.

Marín acabó su pausa en la política, de la que se alejó durante un tiempo para dar conferencias y recorrer “ocho o 10” países de América Latina. Regresó con el Congreso en mente y la campaña lista para el 2026.

El mandatario respondió por obras que tuvieron retrasos como la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) Los Cámbulos, cuestionó al alcalde Jorge Eduardo Rojas y aseguró que le da prioridad a Alianza Verde, pero ha tenido acercamientos políticos con movimientos como el lizcanismo.

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¿Usted tiene intenciones de aspirar a un cargo en estas elecciones del 2026? ¿A cuál sería en caso de que sí? 

Varias personas de mi partido a nivel nacional me han convocado a que impulse en este momento por Colombia mi liderazgo para que hayan cambios trascendentales como los que gestamos en nuestra ciudad. Es un ejemplo para nuestro nuestro partido que Manizales sea una de las ciudades más reconocidas a nivel internacional por los temas verdes.

ONU Hábitat, la Organización de las Naciones Unidas en temas verdes mostró cómo esta ciudad avanzó profundamente en los últimos años y después de esta agenda de Gobierno en la que promovimos cables aéreos, parques, ciclorrutas, intercambiadores como Los Cedros, Los Cámbulos, coliseos como el Coliseo Mayor, el Coliseo Menor, el parque El Arenillo, el parque Faneón, 25 parques más y la modernización de todo el alumbrado público de la ciudad. Muestran el avance de los territorios en materia de sostenibilidad y eso quisiera replicarse en otros territorios de Colombia.

¿La aspiración podría ser la Cámara de Representantes? 

El Congreso de la República, el Senado de la República o la Cámara de Representantes. Yo quisiera el Senado de la República. No tenía estos planes recientemente. Yo la verdad tenía como propósito personal impulsar una candidatura a la Gobernación de Caldas. Quisiera replicar que todo lo que hice en Manizales pueda llevarse a los rincones del departamento: mejorar sus vías, trabajar por los campesinos y ayudar a los alcaldes. Sin embargo, Dios y la vida son quienes le van mostrando a cada uno el camino y él es el encargado de ponerlo a uno donde debe corresponder. 

Según sus cálculos, ¿a cuántos votos aspiraría en las elecciones legislativas o a cuántos quisiera llegar?

Eso es difícil de calcular porque nunca ha habido, por ejemplo, un senador en Caldas que supere 35 mil o 40 mil votos sin una estructura y sin una maquinaria. En este momento hay una ausencia de liderazgo grande. Llegamos a tener, en los años 80, seis senadores de la República, cuando estaban Ómar Yepes, Víctor Renán Barco, Luis Guillermo Giraldo Hurtado y una corte de senadores que trabajaban por el impulso y del progreso de esta región.

Ahora nuestro liderazgo nacional se ha visto muy limitado. El único senador hoy, el doctor Guido Echeverri. Había otra persona que lo acompañaba en ese Congreso de la República, el senador Mario Castaño, que ya murió. Muestran cómo se ha venido apagando ese liderazgo caldense. Por eso es importante que en la próxima elección Caldes vote por un caldense y que definitivamente volvamos a empezar a recuperar terreno en la escena nacional para volver a ser uno de los departamentos más grandes de Colombia.

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Una campaña electoral es costosa, ¿cómo la financiaría? ¿Sería con el impulso de qué partido específicamente? 

Todas mis campañas se han liderado en la calle, sin plata y sin maquinaria. Esta no va a ser la excepción. Para ser alcalde de Manizales yo me gasté $250 millones de pesos de un crédito con un banco contra la reposición de los votos. En esta campaña pensaría hacer lo mismo. Calcularía entre unos 30 mil y 40 mil votos. De acuerdo con lo que la reposición de los votos me preste, eso sería lo que invertiría en la campaña. Si el panorama fuera nacional, hay algunos apoyos políticos nacionales que quisieran impulsar mi candidatura. Eso ya no tendría para mí costos porque pues lo hacen por un propósito superior que lidero. Estaría enfocado en Caldas con recursos muy limitados, que hablan bien de lo que llegan a ser los líderes en los cargos públicos. Si tú no te comprometes con un montón de favores para llegar, no vas a tener que empezar a devolver esto en temas que de pronto le salgan costosos a la sociedad. 

En sus redes sociales publicó un video en el que habla de obras de su Administración, por ejemplo, de la línea 3 del cable aéreo, del intercambiador de Los Cedros y de la PTAR. Usted hablaba bien de lo que dejó su Administración en esas obras, pero nos han llegado denuncias de los sobrecostos, de los retrasos. ¿Qué responde? 

Las entidades de control han podido rastrear absolutamente cada documento de mi Gobierno. Hasta ahora no han podido encontrar nada porque todo se ha encontrado bien. Hubo una narrativa muy pesada que me ha querido montar el alcalde actual. Tiene todo el poder, toda la maquinaria, ha tenido demasiado dinero para gastar pagándoles pauta a los medios de comunicación y el deber de los medios es replicar lo que el mandatario de turno les profesa.

Yo no fui inteligente en su momento siendo gobernante para haber ejercido ese plan mediático para poder tener la prensa a favor. Sin embargo, creo que después de haber pasado por todas estas adversidades y ver que mi imagen se encuentra intacta, en el sentido de que las investigaciones nunca han llegado al fin porque eh al que nada de nada teme, pues decirles a los manizaleños que todas las obras se han terminado y se han terminado bien.

He visto, por ejemplo, los pasos que están tratando de dar para configurarme temas en la Contraloría General. Van a tener que auditar las entidades si efectivamente hubo sobrecostos sobre este tema. 

¿Qué dice sobre la PTAR?

Quisiera referirme a la PTAR. Ese caso por el que Manizales se pregunta. Si bien lo recuerdan, fue el Gobierno liderado por mí, en cabeza del gerente de Aguas de Manizales, el que denunció al contratista que no venía haciendo las cosas bien y que le dio aviso a la aseguradora durante 10 oportunidades para recuperar los recursos. Hoy los recursos están en manos de la ciudad, es decir que la plata no se ha perdido.

La plata se recuperó por obra de nuestro Gobierno, pero, como hemos visto, hay alguien que quiere llevarse los aplausos con padrenuestros ajenos que no nos debe poner en esa conversación de quién tiene la razón o no. Lo que hay que hacer es dirigir ahora la opinión pública de los manizaleños de hacia dónde queremos llevar la ciudad. Lo que yo quisiera es preguntarle al alcalde actual cuáles van a ser las grandes obras que le va a dejar a Manizales. Tiene una gran oportunidad.

En su primer gobierno, él le dejó a Manizales el parque del Agua y el parque de la Mujer. Pintó todas las barandas de los puentes y tapó huecos. Creo que hizo un buen Gobierno, pero después de haber dejado un Gobierno que proyectó a Manizales internacionalmente, como el que acabo de liderar, debemos seguir en esa senda y en ese camino.

Quisiera que adelantemos los estudios de la línea 4 del cable aéreo. Poner mi liderazgo a disposición de la gente va a requerir que los manizaleños sigamos soñando con construir cables y que yo pueda ayudar con el liderazgo que tengo para que el Gobierno nacional traiga la plata para construir la cuarta línea del cable aéreo. Para eso hay que bajarle el volumen a la animadversión y no pensar que lo que propone a alguien que no piense igual a ti no debe tener espacio o cabida en la ciudad.

Manizales no se puede quedar aislada porque al mandatario de turno no le parece lo que piensan los otros. El pensamiento que tengo como líder y como gobernante es que Manizales debería seguir teniendo cables, tener sistema integrado de transporte público y ojalá que podamos encontrar un buen clima entre todos los líderes, exgobernantes, congresistas y la sociedad civil para que podamos seguir impulsando a Manizales en ese camino de desarrollo.

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Recuerdo sesiones suyas del Concejo, cuando fue concejal, en las que cuestionó el modelo de contratación que tenía el entonces alcalde Octavio Cardona para la PTAR. Sin embargo, algunas de esas condiciones se mantuvieron en su Alcaldía, ¿por qué no se cambió todo lo que usted había cuestionado como concejal? 

Claro que lo cambié. La primera salida a licitación de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales la declaramos desierta porque no se presentaron varios oferentes. Los pliegos internacionales de la KFW exigían algo muy limitado donde las condiciones específicas cerraban el mercado. Lo que hicimos fue abrirlo, lo máximo que pudimos.

En el segundo intento recibí una llamada del ministro de ese entonces, Jonathan Malagón, diciéndome que yo no debería dejar a Manizales sin la posibilidad de salir a licitación de una planta de tratamiento. Él me pedía que, si en esta licitación se presentaban por lo menos dos o tres, la dejáramos salir adelante y eso hice, seguir la conducta que me pedía el Gobierno nacional para que volviera a salir la licitación, ahora con unas mejores condiciones, donde se presentaron tres y uno no pasó.

Finalmente hubo pluralidad de oferentes. Lastimosamente sigue siendo el mismo porque era quien tenía más responsabilidad, pero, sobre todo, era el que tenía los documentos listos. Siempre tuve dentro de mi interés, sobre todo, la independencia que le dejé a Aguas de Manizales y que pudiéramos abrir más y más la oferta de oferentes.

Contamos con la mala suerte de un mal contratista, pero cuando tú nada debes y nada temes, puedes sancionar, exigir y vincular a diferentes procesos a quienes no vienen haciendo las cosas bien, lo que siempre pude hacer por los manizaleños. Hoy, créeme que si yo tuviera algo que esconder, no estaría poniendo mi nombre a consideración. Recuerden que quien investiga a los congresistas es la Corte Suprema de Justicia. Si yo llegara allí, ella sería la que me investigue, ya no es la Fiscalía. Si yo tuviera algo que esconder, no me estaría sometiendo a que sea la alta corte de Colombia la que revise cada una de mis actuaciones.

Usted cuestionaba recientemente lo que se invierte en pauta o también en planes de medios en esta alcaldía de Jorge Eduardo Rojas, pero todas las alcaldías del país, en algún momento, en cualquier gobierno, invierten en ese plan, incluso en la suya se invirtió. ¿Por qué cuestionar eso ahora? ¿Qué tiene de distinto ahora?

Vi una denuncia en la que alguien manifiesta que los están persiguiendo. Yo no estoy cuestionando que haya pauta publicitaria. Por el contrario, debo reconocer que si en mi Gobierno hubiésemos tenido un mejor manejo de los medios de comunicación, yo habría tenido una mejor popularidad.

A veces hay gobiernos que solo se dedican a tapar huecos y a poner flores y tienen más aceptación. En algún momento me decía el expresidente Juan Manuel Santos que uno debe decidir si quiere gobernar para registrar bien en las encuestas o ser recordado como un líder transformador sin importar lo que piensen de ti. Años más adelante la gente lo va a recordar. Por eso, con esos $6 mil millones que hoy se gasta la Alcaldía de Manizales, nosotros los usamos en el primer año de Gobierno, por ejemplo, para alimentar a la gente en la pandemia. Nos demoramos en tener un buen contacto con los medios de comunicación.

La animadversión y la crítica fue altísima. No pude convocar, por ejemplo, al Gobierno para que esas voces que definitivamente hacen ruido tuvieran un mejor pensamiento sobre el Gobierno. Lastimosamente funciona en la sociedad con plata. Yo estaba acostumbrado en mi vida a hacer las cosas sin maquinaria y sin plata. De pronto no entendí en su momento la conversación, creería que si tuviera un nuevo tiempo lo haría muchísimo mejor.

No está mal pagar mucho en imagen, lo que está mal es silenciar la prensa e intimidar a quienes piensan diferente. Hoy nadie puede decir nada de la Alcaldía porque se meten en problemas en los medios de comunicación.

Eso no es cierto. Le puedo mostrar denuncias que hemos sacado en esta Alcaldía y en la anterior. En la que venga, se van a seguir sacando denuncias contra cualquier Alcaldía.

Por eso es que ha habido inestabilidad. Por eso es que cada vez que salía un titular hablando sobre la Alcaldía, de inmediato llamaban a la dirección para que miraran cómo se estaba eligiendo la noticia. Tengo información de cómo ha sucedido todo y por eso no quisiera enfrascarme en ese debate porque son manejos internos de cada uno de los medios de comunicación.

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No. Le puedo mostrar varias noticias de denuncia contra esta Administración también. Cuando la comunidad expresa denuncias también se publican. Eso va a seguir así con esta Alcaldía o con la que siga, sin importar el partido. 

Por ejemplo, me refiero mucho a lo que pasa con la oposición. Hubo un concejal que quería rendir cuentas en serio y sacar una valla. Lo silenciaron, intimidaron a quien iba a imprimir la valla, lo persiguieron con guardas de tránsito, lo persiguieron con los sistemas de aduana de la Alcaldía de Manizales. Hacen hasta lo imposible para que nadie alce su voz. Así lo hicieron con los líderes de La Enea, donde llevaron el Esmad [hoy se llama UNDMO], donde había gente encapuchada intimidando a los líderes barriales.

Creo que esa época en la cual no se podía pensar diferente ya pasó. Vieron cómo en mi Gobierno yo tuve excesiva crítica. Eso es lo que fortalece una democracia y es lo que fortalece a los líderes. Cuando los líderes aceptan que ese debe ser el camino y el buen uso de la democracia, está bien. Quiero felicitarte además porque tienes la valentía de hacerlo, porque no todos lo están haciendo. Debemos tener voces valientes que se atrevan a cuestionar y hacer las cosas mejor porque eso es lo que hace que los gobernantes lo hagan de la mejor manera. 

A propósito de eso, se le ve con más apertura para hablar con los medios. ¿Eso obedece a estas elecciones, tiene que ver algo ahí la campaña o independientemente del resultado va a seguir esa apertura de usted a seguir hablando con los medios?

No, yo creo que es una enseñanza de vida. Le escuché alguna vez a un candidato presidencial que para gobernar se necesita entender cómo funciona la maquinaria. No lo veo en ese sentido, pero sí veo que para gobernar se necesitan los medios de comunicación a favor. Más que a favor, que por lo menos tengan equilibrio. Por el contrario, por haber dejado tanto tiempo sin pauta publicitaria en mi gobierno en la ciudad se me creció el enano. Así no debe funcionar, así no debe ser. 

Aprendí la lección y, por fortuna, aún estoy joven, con otra perspectiva de vida. Llegué soltero a la Alcaldía, ahora soy esposo y padre de familia con la misma persona con la que siempre he caminado. Uno va entendiendo cuáles son las batallas que deben darse y cuáles debe ganar para la ciudad. Si yo logré para Manizales y este gobierno que lideré, con todas las personas que Dios permitió que acompañaran este equipo de trabajo, que se lograrán tantas cosas para Manizales con tanto viento en contra, imagínese que hubiéramos logrado donde hubiéramos sido más prudentes, hubiéramos manejado mejor la relación con los medios de comunicación. Habría sido una mejor versión del gobierno.

¿Es cierto que usted se ha acercado a varios partidos políticos de cara a esta campaña del 2026 o no?

No es cierto. Es al contrario, varios partidos políticos se han acercado a mí para ofrecerme ayudarles a impulsar su umbral para conseguir un escaño en el Congreso de la República. Les he dicho a ellos que durante 18 años he sido líder, fundador y uno de los promotores más importantes del Partido Alianza Verde en Colombia. Si mi partido me sigue respaldando es ahí donde me mantendré. Si en algún momento eso no sucediera, tengo plan B, plan C, plan D. Los líderes políticos son pocas veces fieles a sus ideales. Yo soy supremamente fiel a mi a los ideales que he conservado en materia verde. Soy fiel a mi casa y sería un factor externo el que me llevaría a participar en otra colectividad. 

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¿Puede mencionarnos algunos de los partidos que se han acercado a usted?

Hace un año y medio, siendo él ministro, hablé con Mauricio Lizcano. Entablamos una conversación de tener posiblemente dos curules en la Cámara de Representantes por Caldas. Estuve hablando con otros partidos alternativos en el departamento. Lo más importante de eso es que hay cosas que nos unen. Uno nunca debe de cerrar la puerta a ninguna posibilidad que pretenda unir y construir puentes para la sociedad.

Aprendí también en la política que ya no se debe hacer en solitario, que hay que buscar consensos, tender puentes y crecer en equipo. Es una de las enseñanzas más importantes que saqué de la Alcaldía. 

¿Con qué imagen cree usted que lo ven los ciudadanos en Manizales? Usted fue un alcalde que generó amores y desamores.

Para eso tengo encuestas. Medimos cada uno de los datos de cómo están las cosas, por quiénes votarían, por quiénes no votarían. Yo uso los datos para tomar decisiones, como lo hice siendo gobernante. Cuando decidí invertir los recursos en temas de movilidad, verdes y sociales, es porque la sociedad estaba demandando construir una ciudad verde y una ciudad de corte social, más conectada con el planeta. ¿Cómo me percibe a mí la calle? Según lo que dice cada uno de los números que analizamos, muy bien. La gente me recibe con cariño, me recuerda, me hablan de quien no comparte mis ideas políticas y ha sido poca la animadversión. 

Hay un ruido natural en redes sociales cuando hay hombres que tienen un liderazgo que despierta algo. Yo soy un tipo de liderazgo que da calor o frío. Doy demasiado calor y eso hace que la gente tome una posición. Lo más importante es que uno sepa usar bien ese poder, esa responsabilidad, que sepa dirigirlo. 

En algún momento yo usé esto para hacer una crítica muy profunda que generaba animadversión, por ejemplo, frente al alcalde que en su momento gobernaba, Octavio Cardona, yo siendo Carlos, concejal. Ya no usaría ese poder que me entrega la ciudadanía para eso. Lo usaría para construir, para tender puentes y para caminar en equipo. A esas personas que siguen pensando que hice las cosas bien, les agradezco enormemente y seguiré trabajando todos los días para que esa gente que está ahí, pensativa de por dónde debe ser el camino, para proponerles cosas que digan: “Hacia allá deberíamos caminar”. 

¿Reconoce que el discurso confrontacional que usted usó antes no es el mejor camino, que más bien es uno conciliador?

Y sobre todo el tono. El tono era equivocado, estaba joven, era impetuoso. Siendo alcalde, opté por algo que no me salió muy bien, que fue el silencio en muchas de las actuaciones. Si uno no se defiende, le vuelven la imagen nada. Sin embargo, pienso que el tiempo le permite a uno saber con objetividad cuáles son esos momentos de reflexión importantes. 

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