Pasar al contenido principal
Fecha Publicación - Hora

Se llevó a cabo ayer en Chinchiná el primero de una serie de foros que se harán en la región, con el propósito de reflexionar acerca de la importancia de dar el paso de convertir la región Centro Sur de Caldas en un área metropolitana. Convocados por este Diario, con la participación del gobernador Guido Echeverri y Juan Felipe Jaramillo, secretario de Planeación de Caldas, de Sergio López, alcalde de Chinchiná, y los expertos en este tema Consuelo Ordóñez, exdirectora del Área Metropolitana de Bucaramanga, y Libardo García, actual director del Área Metropolitana de Barranquilla, los asistentes pudieron entender mejor las ventajas y beneficios que significan para una región estar integrada bajo esta figura, de la que se pretende hagan parte Villamaría, Chinchiná, Palestina, Neira y Manizales, y para lo cual se planea convocar a los ciudadanos a dar el Sí el próximo 27 de octubre, de manera simultánea a las elecciones de autoridades locales.
Entre otras, por esa razón fue importante la presencia en el foro de candidatos a las alcaldías de los cinco municipios comprometidos y a la Gobernación de Caldas, ya que si el querer popular, después de varias décadas de espera, es dar ese paso, los nuevos mandatarios de la región serán los responsables de darle cuerpo y sacar el mayor provecho de esta herramienta del ordenamiento territorial. Sin importar partidos políticos y solo con la convicción democrática de unir voluntades, para avanzar juntos como región en el desarrollo de esta importante zona de Caldas, y mirar el porvenir con optimismo.
Ser área metropolitana, además de representar un escenario propicio para acelerar el desarrollo industrial, comercial y de servicios públicos de una región, tiene consecuencias positivas de orden ambiental, sin que ello signifique que las funciones que ejecuta Corpocaldas, queden relegadas. Por el contrario, este modelo de integración facilita las decisiones de protección y conservación del medioambiente. Al mismo tiempo ayuda a lograr avances en la competitividad y en la dinámica económica, al obtener autonomía en la gestión catastral, y con ello acceder a recursos frescos que se conviertan en impulsores de obras orientadas a la modernización y el desarrollo.
Los expertos despejaron temores acerca de la supuesta supremacía del municipio núcleo, en este caso Manizales, frente a las demás poblaciones. De hecho, lo que se ha visto es que los grandes beneficiados de estos esquemas administrativos son los municipios pequeños, sobre todo en asuntos ligados a la movilidad y el transporte, en lo cual los ciudadanos podrían sentir un impacto directo positivo, con tarifas metropolitanas ajustadas al bolsillo de los usuarios. Eso tampoco quiere decir que el municipio núcleo termine financiando todo lo que les favorezca a los otros y dejando de destinar recursos a sus proyectos importantes, al tener posibilidad de veto en los temas de presupuesto, sino que se facilita el impulso a iniciativas en las que las sinergias se orienten al beneficio de todos.

Las labores de planeación territorial tendrían puntos a su favor con la existencia del Área Metropolitana, y así no se verían esfuerzos aislados para lograr objetivos limitados, sino la unión de fuerzas en torno a intereses comunes más ambiciosos. En el caso concreto nuestro hay que saludar en este sentido la decisión del municipio de Chinchiná de mantener el propósito de estar en la nueva Área Metropolitana del Centro Sur, en lugar de irse a la de Pereira, con la cual se podrían tejer relaciones de beneficio común, pero bajo el esquema de dos áreas metropolitanas en igualdad de condiciones. Con la existencia de la Región Administrativa de Planificación (RAP) del Eje Cafetero, el nuevo paso fortalecería la vocación integracionista de la región, lo cual solo puede traer beneficios