La semana pasada se inauguraron los nuevos nombres para ciertas vías del Centro Histórico, propuesta que hizo la Asociación Cívica Centro Histórico de Manizales cuando Paula Londoño era directora de esa entidad, que nos hizo usar a los manizaleños nombres que hace más de un siglo habían caído en desuso. Pienso que de esta manera nos acercamos al espíritu fundacional de la ciudad de alguna manera.

Esta propuesta es solo una muestra de cómo las gentes de la Asociación pueden ser útiles en la orientación y conservación de nuestro Centro Histórico. No cabe la menor duda que ese sector de la ciudad va a tener un papel protagónico en la redefinición de la Feria, que ahora con la salida de los toros, entra en crisis.

Desde hace 10 años que Jorge Alberto Jaramillo Vargas fundó esa ONG me ha llamado la atención que las administraciones no le hayan parado bolas a esta entidad que sería el mejor complemento para adelantar una política propia y coherente de cómo hacer rentar esa arquitectura, no solo en pesos, sino en identidad y valor cultural.

Se habla de participación ciudadana y en Manizales una ONG como la ACCH es olímpicamente ignorada en vez de incluir en el Plan de Desarrollo una fuerte suma de dinero para aprovechar a estos quijotes en la labor de promover y preservar ese patrimonio. La ciudad carece de una declaratoria del Centro Histórico, infraestructura legal básica para proteger un bien cultural, y los últimos alcaldes, en vez de abrazar a esta gente, les cierran las puertas, rechazando un valioso asociado.

Noto que la ACCH tiene pasión por la compleja tarea que se ha puesto y veo como para los funcionarios solo es una incomodidad. Es difícil comprender esa actitud que juega, asumiendo un altísimo riesgo, con el patrimonio de todos los manizaleños.

Los nombres nuevos puestos a las calles no deben despertar desasosiego en la comunidad, todo lo contrario: cada vez que los pronunciamos debemos adquirir conciencia de qué tan valiosa e importante es esa bella herencia que hace de Manizales una ciudad sobresaliente y única.