En 100 días la ministra de salud ha intentado poner en jaque todo el sistema. Inició su posesión frenando recursos adicionales en el Presupuesto General de la Nación. Para 2023 se estima un déficit de 8,8 billones de pesos, 4,1 billones de aseguramiento-Plan de Beneficios de Salud- y 1,4 billones de presupuestos máximos -lo que no cubre el antes llamado POS-. Esto sumado a otros 8,6 billones de pesos que debe el Estado por procedimientos y medicamentos de los años 2021 y 2022. Un total de 17,4 billones de pesos que pareciese no quiere darles la ministra a los colombianos para su salud.
El país tiene escasez de medicamentos. Las EPS reportaron novedades de abastecimiento de 1.242 principios activos. Entre los grupos en riesgo están las personas con enfermedades relacionadas con hipertensión, cáncer, problemas cardiovasculares, trastorno mental e hipertensión. Todas las EPS ya reportan escasez en acetaminofén, amoxicilina, inmunoglobolina, risperidona, quetiapina, entre otros.
Aunque en el mundo existe escasez general de medicinas, la razón de qué Colombia tenga falta de medicamentos está también relacionada con el Gobierno Nacional. La Comisión Nacional de Precios de Medicamentos no se ha reunido en estos más de tres meses. Esta Comisión es la encargada de poner los precios de compra internacional de medicinas. Como no sesionan, los precios de compra siguen siendo bajos, y nadie nos vende. El caso se documenta perfectamente con la inmonoglobulina donde la resolución fijando el precio internacional que hoy existe la dejó aprobada el gobierno anterior; y aún no se ha firmado, afectando así miles de niños enfermos.
El cannabis medicinal -tan apreciada por la izquierda- tampoco está disponible. Las EPS no lo pueden entregar porque el Ministerio de Salud no ha firmado las resoluciones necesarias. Ahora los colombianos tendrán que pagar de su bolsillo por este tipo de medicinas.
La producción de vacunas a nivel nacional tenía hoja de ruta. El gobierno Duque creó la Comisión Intersectorial de Salud Pública para este propósito. Esta comisión tampoco ha vuelto a sesionar. Expertos del Banco Mundial ayudaron a que Colombia pudiera ser líder en la región y se teníamos empresas interesadas. Ahora todo gira a que las inversiones serán para Ecuador o Perú que han seguido avanzando.
Las vacunas de viruela del mono tampoco llegaron. La ministra desestimó el tema apelando que Brasil y Perú- quienes ya tienen vacunas- tenían mayores casos de contagio, y no eran comparables con el país, dijo. Mintió en las cifras. El ex ministro Ruiz había dejado una ruta para la compra de las vacunas. El actual gobierno dejó ir a los técnicos del Ministerio -los echaron con el argumento sectario de que no eran petristas haciéndoles la vida imposible-, el país se quedó sin técnicos y sin vacunas. La ministra asegura que pronto llegarán de un país que no reveló, lo celebraremos, aunque estamos ya tarde.
El Plan Decenal de salud pública también quedó listo. El actual gobierno decidió no tenerlo en cuenta. Seguimos sin plan. El documento de política hospitalaria de IPS públicas también quedó realizado, y también quedó en el olvido.
Lo más grave es que quieren reformar el Invima por medio de facultades extraordinarias en el Plan Nacional de Desarrollo para producir medicamentos genéricos con Drogas la Rebaja bajando los estándares de calidad.
El gobierno sí lanzó el “programa” Preventivo y Predictivo, sin ningún tipo de estudio técnico. Tan precario e improvisado que no pudieron ponerle el nombre de “modelo” -al que aspiraban- pues no cumplía requisitos legales para serlo. Aún me pregunto si realmente se lanzó algo. De los 1.007 equipos de salud preventiva -que afirmó la ministra que lanzaba- 770 ya venían trabajando (300 en Bogotá). El borrador filtrado sobre el programa lo han definido técnicos como “deficiente”. Exfuncionarios técnicos en salud nos han dicho que “el nivel de improvisación de esta gente es increíble”.
Y es esta ministra con este récord, y por ser una potente activista de redes es quien critica nuestro sistema de salud, y repleta de soberbia e investida por el complejo de Colón, pretende destruirlo.