San José no necesita un centro de eventos. Lo que realmente requiere es un plan de vivienda digna que le devuelva a sus habitantes lo que años de abandono y desplazamiento les arrebataron.
La deuda histórica con San José durante años nos ha generado una tesis que ha persistido entre quienes conocen la realidad de esta Comuna, el desplazamiento de aproximadamente 25.000 personas no respondió a un genuino interés de renovación urbana, sino a la ambición por apropiarse de suelo plano en el Centro de la ciudad, el cual es un bien escaso en Manizales, para destinarlo, tarde o temprano, a proyectos de alto estrato.
Hoy esa desconfianza cobra mayor peso ante la propuesta del Manizales Arena, un megaproyecto que, aunque aún no es una decisión en firme, se plantea construir en los terrenos baldíos de San José, acompañado de hoteles, parqueaderos y desarrollos inmobiliarios de alto estrato. De materializarse, surge una pregunta inevitable: ¿Sería esto un acto de justicia social o simplemente la consolidación de un despojo histórico?
No nos oponemos al progreso. El Arena podría ser una oportunidad para dinamizar la economía, y permitir realizar importantes eventos, pero no a costa de una comunidad que ya ha sufrido demasiado. Existen alternativas, como Expoferias, un espacio ya adaptado para eventos masivos y sin el peso de una historia de desplazamiento.
Lo que San José realmente necesita con urgencia es reconstruir el tejido social mediante un plan de vivienda accesible que permita reubicar a familias que aún viven en laderas en riesgo, facilitar el retorno de quienes fueron desplazados y recuperar la identidad de una comuna que fue, por décadas, un referente de vida comunitaria y la historia viva de la fundación de este municipio.
Desde el Concejo de Manizales, y por invitación del alcalde, se conformó una comisión accidental para crear evaluar y discutir, con los diferentes actores de la comuna y del municipio, una propuesta sobre vigencias futuras extraordinarias que permita tener los recursos necesarios para hacer un plan de vivienda, acorde a las necesidades de la comunidad de San José.
En mayo, desde el Concejo, aprobamos los recursos para construir el escenario recreodeportivo contemplado en el primer documento del Macroproyecto San José. Personalmente, habría preferido destinar esos fondos a un proyecto de vivienda; sin embargo, ante las históricas carencias de esta Comuna, no podría oponerme a aprobar recursos para un territorio tan olvidado y sistemáticamente marginado.
El desarrollo no se mide solo en metros cuadrados de concreto, sino en cuánta dignidad a la ciudadanía se le restituye. San José merece más que arenas multiusos, merece hogares, oportunidades y, sobre todo, reparación. Ojalá esta vez primen la memoria y la justicia sobre la especulación inmobiliaria.