Manizales vuelve a destacarse en el escenario nacional. El más reciente Índice de Competitividad de Ciudades 2025, elaborado por el Consejo Privado de Competitividad y la Universidad del Rosario, la posiciona como la quinta ciudad más competitiva del país y la primera del Eje Cafetero, con una calificación de 6,08 sobre 10. Este resultado no solo reafirma su liderazgo regional, sino que también confirma que la ciudad avanza con pasos firmes hacia un modelo de desarrollo integral, sostenible y basado en el talento de su gente.
El informe evidencia que Manizales sobresale especialmente en pilares como mercado laboral, innovación, adopción de tecnologías de la información y las comunicaciones TIC, educación superior, formación para el trabajo y tamaño del mercado. Estos resultados reafirman la vocación académica, la solidez institucional y la capacidad innovadora de una ciudad que ha hecho de la educación su motor de progreso.
La calidad de su mercado laboral, uno de los más formales del país, es una fortaleza que se traduce en confianza para los inversionistas y estabilidad para los ciudadanos. A ello se suma un ecosistema de innovación consolidado, impulsado por universidades, centros de investigación y empresas que apuestan por el conocimiento como eje del desarrollo económico. No es casualidad que Manizales ocupe el segundo puesto nacional en innovación, reflejo de una cultura emprendedora que combina ciencia, creatividad y colaboración.
Otro aspecto destacado es el desempeño en educación superior y formación para el trabajo, donde la ciudad se mantiene entre las seis mejores del país. Este liderazgo es posible gracias a la articulación entre academia, sector privado y Estado, que ha permitido formar capital humano altamente calificado y generar condiciones propicias para la atracción de inversión en sectores intensivos en conocimiento.
Sin embargo, el estudio también invita a mirar con atención las oportunidades de mejora. En infraestructura y equipamiento (puesto 18) y sostenibilidad ambiental (puesto 19), Manizales enfrenta el reto de fortalecer su conectividad física y digital, así como de avanzar en prácticas sostenibles que acompañen su crecimiento. Estos desafíos representan una oportunidad para seguir consolidando una ciudad más competitiva, verde e incluyente.
Ser la ciudad más competitiva del Eje Cafetero no es un punto de llegada, sino un punto de partida. Manizales tiene hoy la oportunidad de proyectar su liderazgo regional y nacional mediante una estrategia de inversión inteligente, que combine su fortaleza en capital humano con la atracción de nuevas industrias sostenibles y tecnológicas. La competitividad, en últimas, no se mide solo en cifras, sino en la capacidad de una ciudad para generar bienestar, oportunidades y futuro para su gente.
Manizales demuestra que la competitividad se construye con propósito, con visión y, sobre todo, con trabajo conjunto. Que sea este reconocimiento un impulso para seguir avanzando hacia una ciudad que compite, sí, pero que también cuida, innova y transforma.