Pasar al contenido principal

Haces un buen avance en tu camino espiritual cuando aceptas que sólo eres dueño de tu partecita de verdad.
Los seres humanos creemos tener la razón y, para demostrarlo, acudimos a cualquier artimaña.
  Somos como el amigo que va a pedirle prestado el caballo a un amigo y éste le dice:
Lo siento pero ya se lo presté a otra persona. En ese momento el animal comienza a relinchar.
Oye, lo estoy oyendo relinchar. 
Bueno, ¿a quién vas a creer, al caballo o a mí?
También somos como la señora que oye como el médico que ha examinado a su esposo, le dice:
Siento decirle que su marido ya no está con nosotros. 
Entonces se escucha una tenue voz de protesta que dice: “Todavía  estoy vivo”
Cierra la boca, -dice la mujer-. El doctor sabe más que tú.
C@gonzalogallog