Hoy escribiré de un personaje conocido en Caldas, honesto y probo, de bajo perfil, que hace su labor con eficiencia sin par, garantía suficiente para confiar en él. Pero además de lo anterior, ha sido trabajador incansable, sobresaliendo en su campo, sin buscar aplausos o aprobaciones.

Comenzó su trabajo hace muchos años, dedicándole el tiempo a la gente que necesita de sus servicios. Su labor social ha sido muy importante, pero ha pasado desapercibida para la mayoría porque él la hace con discreción y sin esperar aplausos de nadie.

Se casó con una mujer de Manizales con la que tiene un hogar ejemplar, enseñándole a sus hijos la importancia de ser honesto, para vivir la vida tranquilamente, sin molestar a nadie con lo que se hace o se dice. Hoy en tiempos en los que como los de esa generación entramos en el recorrido final de la vida, sigue siendo el mismo personaje que ha sido siempre, digno de todo el respeto y la admiración, pues no hay en su vida episodio alguno que pueda tacharlo en lo público o en lo privado.

Y aunque tiene “chispa”, no la tiene “loca”, de manera que es un conversador culto, que, con su ilustración y su formación académica, se ha desenvuelto en todos los aspectos de la vida cotidiana, ganándose el respeto de todos los que de alguna forma han tenido que ver con el o con su actividad, en la que actúa con claridad sin par, sin vender expectativas falsas para lograr mantener su actividad profesional y económica.

Hablo de Pablo Robledo, un experto en seguros, quien, con Ángela Restrepo, su compañera inseparable, consolidaron R&R Aseguradores Y CIA. LTDA. Agencia de seguros, que fundó el 25 de mayo de 1983, contando hoy con casi 43 años de existencia. En esa actividad ha sido el mejor de todos los asesores que hay en Manizales y en Caldas, alguien en quien se puede confiar a ojo cerrado, con la seguridad de encontrarse bien protegido en sus manos.

Su mano generosa y amiga nos ha dado la seguridad de estar bien protegidos, sin expectativas falsas y sin engaños bien maquillados, con los que actúan muchos otros en el mismo ramo. Su labor ha sido incansable, preocupado siempre por todo lo que tiene que ver con las soluciones para los problemas que puedan tener sus clientes, cuando se enfrentan a situaciones inesperadas.

Pero más allá de lo que hace profesionalmente con eficiencia sin par, es un buen amigo, una persona amable y generosa, que siempre está dispuesto a ayudar a quien por alguna circunstancia especial e inesperada de la vida lo necesite. Es lo que en el lenguaje común se denomina un caballero a carta cabal. Los que hemos tenido la oportunidad de compartir algo con él, nos sentimos profundamente satisfechos con su asesoría y manejo de lo que le entregamos, además de que sentimos una inmensa sensación de gratitud por su amabilidad, sus buenas maneras, su incondicionalidad para los que con él tienen alguna relación.

Personas como Pablo Robledo son dignas de toda la admiración y el aplauso de una sociedad que necesita mantener los valores éticos, de honestidad y juicio claro, en medio de las turbulencias que vivimos.