Fanny Bernal Orozco * liberia53@hotmail.com

 

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) es fundamental ocuparse de la salud mental en los sitios de trabajo y, para ello, se deben conocer los riesgos psicosociales que pueden estar ocurriendo en los diferentes departamentos.

Por lo tanto, los jefes o personas encargadas del área de recursos humanos, deben estar al tanto de las diversas situaciones que afectan a sus colaboradores. Esto significa tener espacios para la escucha empática y respetuosa; además realizar tareas para prevenir y mitigar afectaciones que pueden ocurrir y perturbar el clima organizacional.

Hace poco escuche a una persona que labora una entidad. Ella buscó apoyo, porque lleva más de siete meses sin dormir bien, ha rebajado de peso y su condición emocional se encuentra en riesgo. Esto ocurre por un cambio de jefe, quien a pesar de la experiencia de la persona mencionada, la aisló, la relevó de sus funciones y prohibió a sus compañeros que le dirigieran la palabra.

Casos como este no son esporádicos, suceden consuetudinariamente. El acoso, el irrespeto, la ironía y la paulatina pérdida de la autoestima, se toleran porque hay una familia que depende de ese salario. Y mientras tanto, el poder de la burla crece y se agiganta, porque quienes lo realizan se amparan en la conspiración del silencio, saben que no va a haber denuncias, porque el implicado perdería su empleo y, si son otros los otros que se atreven a delatar, están conscientes de que les pasaría lo mismo y por ello aprovechan la privilegiada condición de jefes, para hacer daño y maltratar.

Los riesgos en la salud mental son inmensos y, de manera especial, cuando hay entidades en las cuales no se habla de salud mental y emocional. Se dice para eso están las EPS, cuando es sabido no solo la demora para una atención, sino que las urgencias no son atendidas con celeridad, a pesar del peligro en el que se encuentra la persona maltratada.

- ¿Qué puede llevar al acoso y al maltrato en una entidad?

Son varios factores, entre ellos:

- Los celos profesionales.

- Las envidias, por la inteligencia y diligencia de otras personas.

- Recelos por logros y capacidades de otros.

- Rivalidades por el don de gentes de algunos compañeros.

- También por la belleza física.

Los enfermos de celos y de envidias, tejen rencor, inseguridad, desconfianza, miedo. Se sienten constantemente amenazados y vuelcan sus frustraciones en los demás, sin considerar el daño que generan.

- ¿Cómo trabajar la salud emocional en las empresas?

Una de las tareas, es que no hay que esperar a que ocurra una tragedia para comenzar. Este proceso debe formar parte de las políticas de las entidades, para que los colaboradores aprendan a gestionar sus emociones y, de manera especial, aquellas que son perturbadoras. Este aprendizaje es esencial para tener, mantener y cultivar relaciones positivas consigo mismo y con los demás.

Por otra parte, cuando desde los jefes se estimula y motiva a los colaboradores a formarse sobre salud emocional, mental y autocuidado, esto se transforma en una apuesta que ayuda a rebajar el estrés laboral, el cansancio y la ansiedad. Al fortalecer el bienestar laboral se incentiva, el respeto en las relaciones, la empatía, la solidaridad y la autoestima; lo que redunda no sólo en beneficio de los empleados, sino de la misma empresa.

 

* Psicóloga - Docente titular de la Universidad de Manizales.

www.fannybernalorozco.com

 


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