Fanny Bernal Orozco * liberia53@hotmail.com

 

Cuando se tienen amigos con los cuales se ha cultivado una amistad a partir de la confianza, la honestidad, el respeto y la lealtad, se tiene la certeza de que hay un hombro en el cual recostarse en momentos de desafíos o vicisitudes personales. Ellos son faros que iluminan y alientan, a pesar de que los días se tornen oscuros; además de ser fraternales y cómplices en los tiempos de la risa, el humor y la alegría.

Una amistad sincera, se cultiva mediante una comunicación espontánea y veraz, en la que las situaciones difíciles se comparten con la certeza de que saben respetar cada palabra; además de hacer claridades cuando la situación lo amerite, a fin de motivar el cuidado de manera responsable, comprensiva y asertiva. Saber cultivar una sana amistad, ayuda a conservar una mejor salud mental y emocional, en tanto baja el estrés y la ansiedad.

Con los amigos se hacen proyectos, se crece intelectualmente, se intercambian ideas, se descargan los miedos y las penas, se fortalecen lazos y vínculos afectivos, todos ellos necesarios para mantener una adecuada autoestima, autonomía y autoconfianza, recursos estos que son importantes porque evitan el aislamiento social y aumentan el bienestar y la calidad de vida.

Según la BBC Mundo, la gratitud afecta las emociones de manera positiva, ayuda a rebajar la presión arterial, a tener más consciencia de las relaciones con las demás personas y a sentir más satisfacción con los actos de la vida cotidiana, lo que representa apreciar lo que se tiene y se ha logrado hasta el momento y no en vivir en la queja de lo que hace falta.

Los seres humanos que expresan gratitud, no tienen dificultad en sentirse agradecidos y en expresarlo a los demás sin distingos de condición social. Esta actitud, entonces, acorta distancias con otras personas en cualquier espacio y momento de la vida.

La gratitud fortalece la autoestima, el respeto y el aprecio y humaniza las relaciones y conexiones verbales y emocionales. Al hacerlo de manera intencionada, se impacta agradablemente a las personas que están a nuestro alrededor.

Algunos autores sugieren que la gratitud se puede entrenar de varias maneras:

- A través de un diario en el cual, se escriban los momentos del día por los que se sienta agradecido.

- Otra manera de hacerlo, es cuando se ora o se medita.

- Al terminar cada día es beneficioso y gratificante, agradecer y tener unos momentos para traer a la memoria imágenes de las vivencias positivas.

- Otra forma es escribir cartas donde se exprese gratitud a los amigos y seres queridos, hacerlas a mano y cuando pueda entregarlas o enviarlas y no esperar respuestas, solo sentir la paz que le genera el hacerlo.

- También es muy beneficioso decir gracias por los lazos afectivos y, en especial, a aquellos seres con los quienes se tejen los hilos de la amistad y la confianza

- Dar gracias por la paciencia, la prudencia, el afecto, por la risa, la complicidad, por ser abrigo y cobijo y por compartir la existencia.

- ¿Y usted qué asunto pendiente tiene relacionado con las amistades y las gratitudes?

 

* Psicóloga - Docente titular de la Universidad de Manizales.

www.fannybernalorozco.com

 


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