No son lo mismo ‘torno’ y ‘entorno’. La columnista de LA PATRIA Jeniffer Cotacio Monsalve finalizó su artículo de la siguiente manera: “No busquemos soluciones cuando el daño ya está hecho, asegurémonos que la niñez crezca en tornos digitales seguros” (5/9/2025). Correctamente, “...asegurémonos de que la niñez crezca en entornos digitales seguros”, porque el ‘entorno’, no el ‘torno’, sí expresa la idea que la redactora quiso exponer, a saber, todo aquello que rodea a los niños, como sus amigos, sus familiares y todas las circunstancias que influyen en su crecimiento, educación y comportamiento. En una sola palabra, su ‘ambiente’. El ‘torno’, en cambio, es una ‘máquina’ o un ‘torniquete’, como el que se ve en las busetas o en las entradas a determinados lugares. Es también una “vuelta alrededor, movimiento circular o rodeo”. De aquí, las locuciones preposicionales ‘en torno a’ y ‘en torno de’, que significan ‘alrededor de’. Y esto, sin hablar del ‘queísmo’, que yo llamo ‘miedo al dequeísmo’, en el que cayó en su frase ‘asegurémonos que...’ en lugar de ‘asegurémonos de que...’, tema que traté la semana pasada.
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De este asunto, como de tantos otros, ya he hablado en apuntaciones anteriores. Me refiero a la apócope del término ‘tanto’ (adverbio o adjetivo), ‘tan’, que se emplea únicamente cuando precede inmediatamente a un adjetivo o a un adverbio, por ejemplo, ‘tan caritativo como san Vicente de Paúl’ y ‘tan bien hecho que...’. Es corriente la expresión incorrecta ‘tan es así’, como la utilizó –según un radioescucha– el doctor Álvaro Gómez Hurtado, cuya voz fue reproducida en La W Radio (1/9/2025). Y es incorrecta pues precede al verbo ‘ser’, no a un adjetivo ni a un adverbio. Castizamente, ‘tanto es así que’ o ‘tan así es que’. Detalles de nuestro idioma.
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Y hablando de apócopes, es muy común, cuando se trata de porcentajes, el empleo equivocado de la apócope del numeral cardinal ‘uno’, ‘un’, como lo hizo un reportero de la FM radio, que así se expresó: “... el sesenta y un por ciento...” (1/9/2025). “...el sesenta y uno por ciento...”, sin duda. Y se oye también con frecuencia –y se lee– esa apócope cuando hablan o escriben acerca de una cantidad numérica de nombres femeninos, por ejemplo, ‘el derrumbe destruyó veintiún casas’, cuando lo correcto es ‘veintiuna casas’. Nota: en los porcentajes, aunque la Academia de la Lengua acepta la apócope de ‘ciento’ –‘cien por ciento’–, me parece que en el lenguaje culto debe conservarse el número completo, ‘el ciento por ciento’, más armonioso y expresivo.
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En las noticias del mediodía de RCN (9/9/2025), en el segmento dedicado a los derrumbes que impiden el paso hacia Villavicencio, uno de los encargados de su recuperación, dijo: “Se ha removido la mayoría de tierra”. Castizamente, “...la mayor parte de tierra”, porque, como el término ‘mayoría’ se refiere a una cantidad numérica de personas o cosas, y no a una masa, su complemento debe expresar ese número de personas o cosas, por ejemplo, ‘la mayoría de los colombianos es trabajadora’ o ‘la mayoría de los colombianos son trabajadores’*. En efecto, en este caso, ‘mayoría’ es la “parte mayor de las personas que componen una nación, ciudad o cuerpo”, como también ‘la parte mayor de un número de las cosas que se expresan’, verbigracia, ‘la mayoría de las piedras preciosas son de difícil adquisición’. *Concuerda con el verbo en singular o en plural por ser nombre ‘colectivo’, intrínsecamente plural.