Todos los libros del narrador peruano Jaime Bayly son divertidos y muy bien narrados, llenos de humor, peripecias increíbles y un conocimiento profundo de las taras y virtudes de la comedia latinoamericana, sus castas, clases, miserias y arribismos, mentiras, picardías, farsas y virtudes secretas.
Bayley es efectivo en sus novelas que se leen con placer y nos hacen desternillar de risa y a veces hasta llorar, pues es un irreverente, un rebelde que no teme destruir mitos o burlarse de sí mismo, su familia, su país y su clase. Es también muy odiado por sus payasadas y muchos críticos dicen que es un autor de segunda.
Ahora publica la novela Los genios (Galaxia Gutenberg, Madrid, 2023), donde los personajes y protagonistas son reales y algunos de ellos están vivos y pertenecen a la leyenda literaria del boom latinoamericano, movimiento que estalló en los años sesenta del siglo pasado impulsado por la agente literaria catalana Carmen Balcells.
La historia se centra en uno de los episodios centrales de la historia del boom: el terrible puñetazo que Mario Vargas Llosa le propinó a su amigo Gabriel García Márquez en México en 1976. Ambos habían ganado el prestigioso premio Rómulo Gallegos y el destino los llevó a convertirse en galardonados con el Premio Nobel.
Vargas Llosa, nacido en 1936, es nueve años menor que el colombiano y desde que se conocieron se convirtieron en amigos y admiradores mutuos, como lo atestigua la correspondencia que sostuvieron en los tiempos de su idilio. Vargas Llosa saltó a la fama y la gloria mundial antes que García Márquez, ya que con poco más de treinta años publicó varias obras maestras que circularon por el mundo como La ciudad y los perros, La casa verde, Conversación en la catedral y Pantaleón y las visitadoras, entre otras. Apuesto como un galán cinematográfico de estirpe holywoodense, el peruano brillaba en todo como un rey Midas.
El joven nativo de Arequipa escribió el primer gran libro sobre García Márquez bajo el título de Historia de un deicidio, que después del puñetazo evitó reeditar. García Márquez saltó poco después a la gloria con su gran novela y en un abrir y cerrar de ojos recibió la consagración unánime de la crítica mundial, superando en prestigio a su joven amigo. Como por acto de magia el escritor que escarbó en basuras parisinas para calmar el hambre y tocaba y cantaba en bares para ganar unas monedas, se volvió millonario, magnate codeado con reyes, dictadores, presidentes y multimillonarios.
Ambos fueron vecinos en Barcelona, a donde llegaron convencidos por Ballcells para escribir sus nuevas obras y solidificar el boom, cuando al capital catalana era un centro editorial clave de hispanoamérica. Ambas parejas eran tan amigas, que Gonzalo, el hijo de Vargas Llosa, fue apadrinado por el colombiano, o sea que los autores además de amigos, eran compadres. Las esposas, Mercedes y Patricia, tenían talento para los negocios y cuidaban con celo la vida cotidiana de los dos “genios”.
Todo ocurrió tan rápido, que la gloria mundial de ambos parecía salida de las leyendas mágicas o de las páginas de la novela El gran Gatsby de Francis Scott Fitzgerald. Autos de lujo, viajes por el mundo, recepciones apoteósicas, homenajes, millones de libros vendidos, películas basadas en sus historias.
Pero poco a poco aquel idilio amistoso de Barcelona se resquebrajó, primero por razones políticas, ya que García Márquez siguió apoyando la revolución cubana y a su amigo Fidel Castro, mientras Vargas Llosa viró a la derecha y se alejó de la Revolución cubana en la que creía antes. Y al mismo tiempo la cizaña llegó también por razones personales que condujeron al legendario puñetazo público de México dado por Vargas Llosa al colombiano mientras gritaba ante la prensa que era por “lo que le había hecho a Patricia”.
¿Qué fue lo que Gabo le hizo a la bella Patricia Llosa, prima hermana del cadete, chica entonces de 29 años de edad y con tres hijos, recién abandonada por Vargas Llosa, quien se había fugado con una joven modelo peruana?
El suceso del puñetazo de México y sus razones ocultas es el tema central de esta trepidante novela que usa como pretexto el misterio para desmontar al boom con sus estrellas y figuras laterales y bajar de sus pedestales a los dos Nobel, a quienes desnuda de manera implacable con la irreverencia que caracteriza a Bayley.
Bayley revisa la historia completa: la boda del peruano con su tía política, el abandono de ésta por amor a su prima Patricia y la escandalosa boda limeña. Esos episodios los reveló también la propia Julia Urquidi en su libro Lo que varguitas no dijo (1983) y a su vez Vargas Llosa cuenta el episodio en La tía Julia y el escribidor (1977), por lo que son acontecimientos públicos y Bayley solo retoma las historias y las arma de otra manera.
Ahora que está en auge la novela autobiográfica en casi todo el mundo, Bayley aprovechó la oportunidad del escándalo de Vargas Llosa con Isabel Preysler para publicar esta historia que trabaja desde hace mucho tiempo, entrevistando a decenas de amigos de ambos autores y revisando como detective la prensa y las versiones sobre el caso.
Los genios es una comedia de la picaresca latinoamericana, pero nos sirve para recapitular una parte de la historia literaria y política de nuestro continente y ver con otra perspectiva lo que el tiempo implacable se llevó.