La cobertura bruta en educación básica y media en Manizales viene descendiendo desde el 2019. En el 2023, año más reciente para el cual contamos con cifras, fue del 85%. ¿Qué significa esto? Que casi 2 de cada 10 niños y niñas que están en edad de asistir al colegio, ya sea a primaria o bachillerato, no están matriculados en ninguna institución educativa. Si no están asistiendo al colegio, ¿dónde están? Esa es una pregunta clave. A pesar de los excelentes resultados que obtenemos en muchas áreas, en este caso Manizales tiene una de las coberturas educativas a nivel de básica y media más bajas del país.
Hay múltiples vías para empezar a buscar respuestas. Desde las discusiones técnicas sobre cambios demográficos y las dificultades de medición inherentes a estos procesos, hasta los cambios en las narrativas y tendencias en los que se ven envueltos los niños, niñas, y jóvenes en su cotidianidad, a una velocidad vertiginosa. Es común buscar respuestas por la vía de los recursos económicos, de la cual se desprenden muchos factores, y además genera disparidades desde las primeras etapas de la educación.
Quizás los niños y niñas que no han tenido la oportunidad de acceder a educación preescolar, por falta de alternativas apropiadas para sus cuidadores que deben, o eligen, permanecer en la fuerza laboral, no desarrollen a tiempo habilidades básicas que más adelante les generen rezagos al ingresar a la educación básica, lo cual aumenta el riesgo deserción a medida que avanzan en su formación.
Pero no nos detengamos ahí. Hay otra pregunta quizás igual de apremiante: quienes sí están asistiendo al colegio, ¿están aprendiendo? El primer paso es lograr aumentar la cobertura, es decir que haya cada vez menos niñas y niños fuera del sistema, sin recibir quizás ningún tipo de educación formal. El siguiente paso es garantizar que al asistir, aprendan, y que esos aprendizajes sean de calidad.
El 70% de los estudiantes que presentaron la prueba Saber 11 en el 2024 obtuvo un desempeño satisfactorio o avanzado en lectura crítica, y este porcentaje se ha mantenido inalterado desde hace 3 años. En contraste, solo el 38% de los estudiantes obtuvo el mismo nivel de desempeño en ciencias sociales y ciudadanas, si bien este resultado representa una mejora frente al 33% en que se encontraba en el 2021. Esto muestra que persisten desafíos de calidad educativa hacia los que debemos dirigir la mirada.
Pero más allá de preguntarnos cómo cerrar estas brechas de aprendizaje entre competencias, podemos preguntarnos cómo lograr un desarrollo integral de estas competencias básicas, teniendo en cuenta que el alcance de la prueba Saber 11 excluye áreas como las habilidades socioemocionales o creativas, también indispensables para una formación integral. El desempeño en la prueba Saber 11 es únicamente una aproximación a medir la calidad de los aprendizajes, pero es una aproximación importante que nos permite identificar desafíos frente a los cuales empezar a actuar.
Podemos argumentar que el desarrollo integral de competencias va en línea con el desarrollo de capital humano o el potencial de ingresos futuros que representa para los y las estudiantes, lo cual es cierto, y son aspectos clave que no hay que dejar de lado. Pero también podemos verlo desde una perspectiva de generación de oportunidades para que los niños, niñas y jóvenes aprendan, en el momento adecuado, habilidades básicas que les permitan prosperar a lo largo de su vida; no solo como competencias aisladas evaluadas en pruebas estandarizadas, si no de forma integral y coherente, tanto frente a sus necesidades de aprendizaje como su visión de futuro y proyectos de vida.
Y a propósito de esta cuestión, les invitamos a la presentación del informe de educación básica y media de Manizales Cómo Vamos, el próximo martes 4 de noviembre, para conocer más datos actualizados y a profundidad sobre el tema, y dar el primer paso en dirección a entender lo que está pasando con la educación básica y media en nuestra ciudad.