La política adoptada por el Gobierno nacional en torno a los subsidios de vivienda ha propiciado en Manizales el incremento de asentamientos informales, cuya proliferación se está volviendo cada vez más difícil de controlar. Política que también está agravando el déficit de vivienda propia para las familias. Resulta igualmente lamentable que se haya retirado la partida destinada a programas habitacionales de los recursos provenientes del crédito aprobado el año pasado por el Concejo Municipal para la Administración local.
El Municipio dispone de áreas de terrenos importantes, incluidos los que pertenecen a Infimanizales y los que hacen parte del macroproyecto San José, que pueden ser desarrollados en cualquier momento. A estos se suman los predios ubicados en San Sebastián, que son aptos para la construcción de Viviendas de Interés Social (VIS) y Viviendas de Interés Prioritario (VIP) que son las destinadas a familias de bajos ingresos. Estos proyectos habitacionales podrían ejecutarse mediante esquemas de Alianzas Público-Privadas (APP), involucrando la participación de constructoras con experiencia y reconocimiento.
Con la desaparición de la Empresa de Renovación Urbana, quedaron disponibles terrenos de gran valor en la Comuna San José. Para su desarrollo, el Municipio está gestionando la autorización correspondiente ante el Ministerio de Vivienda.
Estos lotes pueden destinarse a proyectos institucionales, comerciales o residenciales. Entre las alternativas está la posibilidad de venderlos o, de igual manera, promover APP con empresas constructoras serias, que cuenten con amplia capacidad y experiencia para ejecutar este tipo de iniciativas. Incluso, para proyectos de vivienda VIS o VIP, el Municipio podría participar aportando los terrenos.
Han transcurrido aproximadamente quince años desde la concepción del macroproyecto San José y, hasta la fecha se ha ejecutado muy poco, salvo la demolición de las viviendas y la prolongación de la avenida Colón, que entre otras hay que destacar que en el sentido centro comercial Fundadores-Galería no conduce a ninguna parte. En el sentido contrario, en inmediaciones del parqueadero del centro comercial, se presenta un “estrangulamiento” de las calzadas que genera dificultades de maniobrabilidad a los conductores y que, sin duda, debe ser corregido.
Dentro de la hoja de ruta para los próximos 20 o 30 años de la ciudad, debe contemplarse la construcción de nuevas vías y avenidas. Considero fundamental proyectar la continuación de la avenida Paralela: esta nueva vía debería extenderse desde Palermo hasta el barrio Lusitania, construyéndose con viaductos en dos calzadas, pasando por detrás de las urbanizaciones ubicadas sobre el talud y bordeando el Bosque Popular, hasta conectar con la Panamericana. Esta arteria funcionaría como vía alterna a la avenida Alberto Mendoza, que cada día presenta mayor congestión.
Otra obra necesaria es la prolongación de la avenida de La Sultana, pasando por detrás del Cerro de Oro, cruzando la vereda Buena Vista y conectando con Maltería. Aunque es un proyecto ambicioso, debe considerarse que este sector está creciendo aceleradamente y de manera desordenada, además de contar con una vía de comunicación en precarias condiciones.
Cabe destacar que estas propuestas no son nuevas; han sido discutidas durante años. Las ciudades deben ser planificadas y pensadas a largo plazo, para evitar que el crecimiento desordenado y la posterior construcción de infraestructura urbanística y vial se conviertan en procesos difíciles y costosos.
Finalmente, sería muy importante acompañar y recoger las iniciativas y propuestas que se están dando en ejercicios como el foro del Concejo de la ciudad del bicentenario 2049.